Capitulo único

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Era último día de entrenamiento, después de una semana completa sin descanso. Kenma estaba exhausto, ni siquiera sentía sus extremidades de tanto haber jugado, al finalizar este campamento se encerraría y no iría más a las practicas por días o tal vez un mes, pero aún no acababa, quedaban aún unas horas y con ellas sus oportunidades de entregarle su confesión a Hinata. Realmente no sabía cómo hacerle llegar sus sentimientos, era algo muy extraño para él enfocarse tanto en algo que no fueran sus videojuegos, mucho más al ser una persona, y como no llegaba a ninguna conclusión decidió escribir una carta.

Escribir una carta no parecía una tarea complicada, incluso le parecía un poco burdo, pero era la mejor opción, no debía comunicarse directamente, podía hacerlo en tranquilidad, con tiempo y podía pensarlo cuanto fuera necesario.

Desde ese momento hasta hoy han pasado dos semanas. Catorce días. En su laptop más de quince borradores de cartas a medio terminar y Kenma... tirado en la cama mirando el techo. ¿Dónde estaba fallando? ¿Por qué no podía completarlas? ¿No estaban bien? ¿No qué era sencillo? Eso se supone, pero... no lo era.

Era el último día... Aún no tenía una carta decente, o eso creía. No entendía porque se sentía así, era Hinata, cualquier cosa serviría con él, incluso un simple "Me gustas" habría bastado, pero por algún motivo no se sentía cómodo con eso.

Las practicas al fin habían terminado, quedaba la cena y sería la última noche, al día siguiente tendrían una charla sobre lo observado por las managers y al termino volverían a sus hogares.

¿En qué momento sería indicado entregársela? Estaba a su lado bastante tiempo, pero no estaban solos y parecía complicado llamarle para dársela personalmente. Entonces... ¿Y si la dejaba sobre sus cosas? ¿Sobre su mochila? No. Tampoco era una buena idea, porque le entraría la curiosidad y lo leería en el momento, sin importar quien estuviese ahí. ¿Realmente necesitaba entregársela? Pero ya había pasado por la molestia de escribirla, incluso le pregunto a Akaashi por consejos y como hacer algo así.

Llego la cena, como siempre todos los grupos tomaban asiento en sus mesas y todos sentados como había sido toda la semana. Se reunió con Kuroo y Yaku, retiraron su cena y fueron a la mesa. Temas triviales iban y venían, no comento nada hasta que comenzaron a hablar de juegos y como siempre se lució con sus conocimientos sobre estos, recomendando cual era mejor y porque, que personajes eran mejores, etc. En ningún momento le quito el ojo a Hinata, en busca de una oportunidad de entablar conversación o cruzar miradas, mas esta nunca se dio. Estaba rodeado de todo su equipo, muy ruidosos, conversando alegres y gritando como si no estuvieran a metros de ellos. Parecían una familia, una muy unida, realmente lucían muy animados todos, aunque fuera el último día que estarían en Tokio.

Terminada la cena algunos iban a los baños y otros a dar una vuelta, parecía un momento ideal para ir.

—Hinata —se acercó a él con sigilo, al parecer nadie les había visto aún.

—¡Ah! ¡Kenma! ¿Jugaste el último Assassin's Creed? Odie mucho el nuevo formato, simplemente no lo soporto.

—No, pero desde la entrega anterior están con ese sistema y es un poco molesto. Hinata... ¿Podríamos ir a- —Fue interrumpido por la llegada de alguien no esperado, realmente no.

—Kenma, ¿no crees qué es hora de dormir? Mañana temprano podrán hablar más de juegos, ahora a la cama los dos. —Puso una mano sobre el hombro de Kenma y comenzó a caminar en dirección a la habitación donde estaban durmiendo los de Nekoma.

—¡SI KUROO-SAN! ¡Buenas noches! ¡Nos vemos mañana Kenma! —Hinata hizo una reverencia y corrió hacia el lado opuesto para reunirse con sus compañeros de equipo.

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⏰ Last updated: Dec 23, 2016 ⏰

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La carta {KenHina}Where stories live. Discover now