Quien me iba a decir que este día, el día en el que conocería a esa persona mi vida iba a cambiar tanto, yo iba a cambiar tanto. Nunca en mi vida pensé que una persona a la que llegas a amar te puede cambiar tanto, a veces a mejor y a veces a peor.
Todo empezó una fría tarde de otoño. Como todos los días yo hice planes con mi mejor amiga en ese tiempo, quedamos en el mismo lugar, a la misma hora, como todas las tardes, pero esa tarde fue diferente, esa tarde fue el principio de todo.
-Amigaa!!- La abrecé. Ella era como una hermana. Esa persona que te entiende y te cuida, y te aconseja cuando lo necesitas.
-Venga tía, vamos a la plaza que hoy viene un amigo que hace mucho tiempo que no veo.
-Joder tía, no me dijiste nada, ¿Quién es? ¿Lo conozco?
-Es el hijo de un amigo de mi padre, y desde niños que nos conocemos. Cuando éramos pequeños él y su familia se tuvieron que ir a Madrid porque el padre no tenía trabajo, entonces no lo conoces porque por ese entonces nosotras no éramos amigas.
-Ah, bueno dale, vayamos entonces.
Mientras estábamos andando camino a la plaza, que por cierto no estaba nada lejos de mi casa y la casa mi amiga, yo no dejaba de pensar en cómo seria y como me veía, ya que yo no me veía nada linda y me daba vergüenza de mi misma.
Llegamos a la plaza como siempre, y no había nadie fuera de lo habitual. El resto de mis amigas, Sara, Andrea, Nerea, Paula y bueno Laura que me acompañaba en ese momento.
-MIS NIÑAS!!- Grité y corrí hacia ellas. Nos veíamos todos los días, pero ellas eran tan importantes para mí, y cada momento a su lado era único que amaba estar con ellas. Podía ser yo misma, y tener la suficiente confianza con ellas.
Nos abrazamos todas, como era de costumbre, y empezamos a cotillear y a contarnos las novedades que nos han pasado, ya que era lunes, y ese fin de semana no lo habíamos pasado unidas.
-Buah tías, mirar este chaval- Nos enseña una foto desde su celular. -Es un pesado, no entiende que lo que pasó el viernes es solo de una noche, que yo ahora he vuelto con Facundo.- Sara era la que mas "ligaba" ya que cada dos por tres estaba rompiendo con Facundo y intentaba olvidarse de él en los brazos de otros chavales.
Muchas veces nos peleamos todas por este motivo, ya que no nos gustaba que solo por el motivo de haber terminado una relación que además sabia que al día siguiente volverían tenga que ir a buscar a otro.
Pero en fin, se ve que a ninguna de nosotras nos apetecía discutir ya que dejamos pasar el tema y decidimos solamente echar a reír.
-Oír chicas, hoy va a venir un "Primo" por así decirlo mío, así que espero que dentro de lo que acabe os llevéis bien, hace mucho tiempo que no lo veo ni hablo con el, asi que no sé cómo estará de cambiado- Estaba informando Laura cuando en ese momento Sara interrumpió.
-No será ese pivonazo que acaba de bajar de ese coche y viene hacia aquí, ¿no?
-Pues si que ha cambiado, si.- Comento Laura.
Todas nos quedamos con la boca abierta, la verdad era un chico muy atractivo, y cuanto más se acercaba a nosotras más atractivo se volvía.
-Ey prima ¿cómo te va?- Hasta su voz parecía perfecta.
-Como cambiaste loco- Se dieron dos besos, y empezaron las presentaciones.
Estaba totalmente en shock. De repente llegó mi turno y Laura nos presentó.
-Y ella es Zulema, es mi mejor amiga- Se acercó a mi y me sonrió. La verdad que sonrisa mas perfecta.
-Encantado Zulema, yo soy Cristián.- Se acercó aun mas y me dio dos besos.
-Encantada.- Sabía que no podía ser tan perfecto, algún defecto tenía que tener, cuando de repente se sacó un cigarro y se lo encendió. No era un gran problema, yo se que nadie es perfecto.
No podía dejar de mirarlo, nunca en mi vida me había pasado nada así con otro chico. Sus ojos verdes combinados con el color oscuro de su cabello y esa sonrisa tan perfecta, me volvía loca.
-Y bueno Cristián, ¿tienes novia o algo?- Preguntó Nerea que no se quedaba nada atrás con Sara, en el aspecto de hablar de chicos, las dos eran muy iguales.
-No, no tengo novia.- dijo mirando a Nerea cuando de repente se giró hacía mi. -Y tú, Zulema?
Me quedé en blanco, no sabía que decir, ¿me estaba preguntando a mi?
-No, no tiene novio- mire directamente hacía la dirección de Laura. Tenía que abrir esa bocota que tiene ella siempre, me da mucha vergüenza que la gente sepa que nunca he tenido novio.
Cristián soltó un suspiro
-Gracias Laura, yo también puedo responder- Sonreí falsamente.
En ese momento me sonó un mensaje, y entonces me di cuenta de que era tarde y tenía que volver a casa a seguir estudiando biología, mañana tenia un examen muy importante y no sabía casi nada. Quería quedarme allí pero el examen era mas importante.
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Je t'aime
Teen FictionNunca había visto una sonrisa como la suya, tan perfecta que me quedaba tonta, pero a veces no solo basta con amar, ¿o sí?