Invierno

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—¡Sí! — Gritó un chico al fondo— Hagamos un pasillo del terror.

El castaño que permanecía al frente acarició sus cabellos castaños perfectamente peinados, sus ojos avellana eran enmarcados por unas tiernas gafas color morado que combinaban a la perfección con su tez blanca, su pulcro uniforme se ajustaba a su silueta delgada y le hacían ver un poco más alto del 1.70. Barrió con la mirada al resto de chicos que parecían de acuerdo con la idea que había expuesto, buscó algún indicio de desaprobación que haya pasado por alto, pero para su suerte no fue así.

— ¿Están todos de acuerdo con la idea de hacer un pasillo del terror?—Su dulce voz rosonó en el aula.

  — ¡Sí!—Gritaron sus compañeros al unísono.

Excepto uno.

Dirigió su mirada al pelinegro que mantenía su atención en  la ventana que daba al patio, indiferente a la discusión tan importante que estaban manteniendo en ese momento. Apretó los papeles contra su pecho y dejó caer sus hombros con cierto sinsabor que le produjeron ganas de llorar. Buscó a su amigo con la mirada y por su sonrisa supo que la idea había sido bien acogida.

— Bien—Dijo, con una sonrisa.

Los chicos empezaron a murmurar entre ellos emocionados, Ryeowook sonrió tímidamente, todavía no estaba acostumbrado a dar órdenes o ser el centro de atención de las miradas; no le gustaba estar allí, de hecho, no había escogido ser el delegado de la clase ni mucho menos se había postulado, pero sus compañeros le habían dejado sin opción con una votación mayoritaria.

— ¿Alguna idea de cómo hacerlo?—Se giró al escuchar la voz de Kyuhyun, éste tocó su hombro y se puso a su lado dedicándole una tierna sonrisa que le hizo sonrojar.

Kyuhyun siempre aparecía en los momentos adecuados para salvarle y quitarle el peso de la presión de encima, gracias a él ser el delegado de la clase no era una labor tediosa. Regresó su atención a los compañeros que hablaban entre ellos con emoción y debatían acerca de los modos en que podían hacer aquella temática.

— Dos grupos— Dijo Taeyeon, al fondo.—, dividiéndonos de manera que unos se encarguen de ser actores para asustar y otros planear los escenarios.

A Ryeowook aquello le pareció maravilloso.

— Sí, me parece bien. 

Kyuhyun sonrió. 

—Bien— Se apartó—, hagamos el sorteo de los grupos. 

Ryeowook le siguió con la mirada hasta verlo buscar algo entre sus cosas, en ese momento se sintió muy agradecido por su colaboración. Estaba seguro que él solo no podría con todo aquello.

Regresó su atención a su compañero de cabellos negros alborotados que continuaba en su labor de observar por la ventana, en ese momento se sintió un poco decepcionado por no ser lo suficientemente interesante para que le mirara. Jong Hoon, así se había presentado el primer día de clases, pero una vez había escuchado a Heechul decirle Yesung, así que no sabía exactamente como le agradaba que le llamaran.

Aunque él se quedaba con Yesung. Era perfecto para él.

Siempre se le veía solo con una actitud desinteresada, se limitaba a cumplir en sus clases y obtener unas notas decentes. No resaltaba mucho realmente, aunque más de una vez había escuchado a las chicas cotillear entre ellas acerca de lo atractivo que era por su aura intimidante y fría.

Podía decir con seguridad que era atractivo, desde el primer día le había parecido que así era y cada día al verlo lo afirmaba. Quería ser su primer amigo, la persona con que compartiera deberes escolares y de vez en cuando regresara camino a casa, pero no tenía el valor para hacerlo realidad. Y Jong no lo iba a aceptar tan fácil.

Prueba de valor- Two shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora