Mierda. Harry había llegado a casa. Me negaba a enfrentarlo. No tenía el suficiente valor para hacerlo, y menos ahora que mi cabeza se preguntaba continuamente si tenía sentimientos, más allá de su amistad, hacia él. Me escabullí entrando a la habitación de Gemma de nuevo.
-Mierda. Tu hermano está aquí. ¡¿Qué hago?! -Le pregunté con cara de espanto.-
-¿Cómo que qué vas a hacer? Pues habla con él. -Espetó ella sin preocupación.-
-No. No puedo. Me niego. -Intenté excusarme.-
-Vale... Te ayudaré. -Dijo Gemma resignada.- Quédate aquí mientras yo le entretengo.
Gemma salió de si habitación y la escuché alejarse. Mientras, yo puso la oreja tras la puerta esperando tener vía libre. Escuché el compás de sus pasos atravesando el pasillo y pasando de largo delante de la puerta de la habitación donde me encontraba. No logré entender a conversación que los hermanos estaban teniendo. La puerta de la habitación de al lado se oyó abrir y cerrar nuevamente. Ésta era la mía. Salí y bajé corriendo escaleras abajo, y justo cuando me disponía a girar el picaporte de la entrada, la puerta se abrió encontrándome a Anne, quien esbozó una simpática sonrisa al verme.
-¡Abigail! Hola, cielo. ¿Cómo estás? -Preguntó mostrándome su perfecta sonrisa.-
-Bien, muy bien, pero yo ya me iba. -Dije algo cortante.-
-¿Has estado con Harry? -Preguntó como si supiera que Harry y yo habíamos estado varios días distantes.-
-Hm... Sí. -Mentí.-
-Bueno, quédate a cenar, vamos. -Espetó empujándome de nuevo al interior de la casa.-
Pero cuando me volteé, mi cara se descompuso al encontrarme con Harry y Gemma bajando por las escalera. Él me miraba serio y ella algo decepcionada por no haber podido ayudarme. Pude leer un lo siento de sus labios. Los tres nos reunimos en los dos sofás que del salón y miramos la televisión hasta que la cena estuvo lista. Al poco rato apareció Robin por la puerta. Era el novio de Anne y siempre he tenido buena relación con él. La cena transcurrió algo incómoda para mi, pero los demás no parecieron notarlo. Harry no me dirigió la palabra, ni si quiera me miró y eso me hizo sentirme mal conmigo misma.
-Harry, deberías acompañar a Abigail a casa. Es tarde. -Le propuso Anne a su hijo mientras yo sentía unas ganas increíbles de vomitar.-
-Claro. -Pronunció Harry, seco.-
Noté como Harry se daba prisa en recoger su plato para llevarme lo antes posible a casa. Yo hice lo mismo, me despedí de todos mientras él ya me esperaba en la puerta. Los dos caminábamos en silencio, un silencio tan incómodo que me empujó a ser yo la que tomara las riendas del asunto.
-¿Vas a permanecer callado todo el tiempo? ¿No vas a volver a hablarme o qué? -Dije parándome en seco, quedándome atrás de él.-
Él se detuvo y giró sobre sus talones mirándome con el ceño fruncido.
-Has pasado de mí durante tres días y, ¿se supone que soy yo el que tiene que darte explicaciones?
-Yo... estaba confundida. Además, tú tampoco me has buscado... -Me defendí.-
Él simplemente suspiró y siguió hacia delante. Permanecí todo el camino callada, unos metros detrás de él, hasta llegar a mi casa. Las luces estaban encendidas, por tanto, mis padres aún estaban despiertos. Harry se paró en el porche y me miró. Seguí serio, pero su enfado había desaparecido y ahora mostraba signos de arrepentimiento.
-Gracias por traerme. -Susurré.-
-No hay de qué. -Respondió él.-
Tenía todas las intenciones de irse sin hablar conmigo, y eso no podía permitirlo.
-Harry...
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A long time ago. (Harry Styles & Abigail Crawshaw)
Fanfiction«El secreto está en encontrar a una persona que sepa estar sin ti, pero prefiera estar contigo.»