DESCENDIENTES DE LA OSCURIDAD [VIXX] ©

OSCURA SOLEDAD

Viola tocó la puerta de madera de la habitación de Hong Bin pero nadie respondió, volvió a reiterar esa acción y cuando fue de nuevo ignorada no le quedó de otra que entrar dando un portazo. 
Fue entonces que visualizó a Hong Bin sentado en una esquina de su habitación entre la oscuridad, este levantó la mirada y sus ojos cambiaron a rojos al instante.   

HB- ¿Qué haces aquí Viola? - preguntó con una voz demoniaca, la chica se detuvo en señal de alarma y aunque no lo mostrara ése tono de voz que el menor dió a conocer le erizaba la piel. Hong Bin seguía molesto.

V- Hong Bin, creo que este problema puede llegar a una solución, sabes que tampoco me gusta que Taek Woon y tú estén enojados.

HB- Sinceramente no quiero hablar de eso ahora, tan solo escuchar su nombre me estresa - se levantó con agilidez y se acercó al ventanal, lo abrió y se paró en el filo del mismo. 

V- ¿A dónde vas? - preguntó curiosa.

HB- Necesito un momento ya que el que estaba teniendo lo interrumpiste - espetó cortante. 

V- Hong Bin, no hagas nada de lo que puedas arrepentirte - cuando él decía eso no era nada bueno, más bien se iba a desquitar con algo o alguien - El muchacho no es un objeto de tortura para que te desestreses con él.

HB- ¿Cuándo dije que iría a verlo? 

V- Entiendo que estés molesto con Taek Woon, pero aunque suene cursi y estúpido, hay cosas y sucesos que nadie puede explicar. Quizás el amor que sientes por el mortal Taek Woon lo siente con ese chico lobo. 

HB- Yo no siento nada por el mortal - Viola guardó silencio confundida - Ese chico es solo una herramienta. 

V- Eres tan cruel Hong Bin - susurró. 

HB- Lamento desepcionarte - fue lo último que dijo antes de aventarse al vacío y perderse en la obscuridad del precipicio, Viola suspiró frustrada, era difícil lidiar con los cambios repentinos que Hong Bin tenía, pero por un lado tenía la razón, al muchacho le importaba Taek Woon y por eso su molestia con él, pero como ella había mencionado, aveces hay cosas que no podían tener una explicación, solo sucedía y ya.

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El sol alumbró la habitación de la sala y Won Sik soltó un pequeño gruñido de molestia, se removió un poco volviendo a quedarse tranquilo, Jaehwan por su lado al sentir el suave movimiento abrió sus ojos observando el techo color blanco, luego desvió la mirada para posarla en el cabello plateado del lobo.  Delicadamente llevó su mano derecha hacia la ancha espalda del predador mientras la izquierda acariciaba el cabello suave. Sonrió tontamente al acordarse de la noche anterior y como había disfrutado cada beso, cada caricia que aquel hombre sobrenatural le había proporcionado. 

K- Won Sik - llamó con dulzura y el otro solo hizo una mueca.  - Levantate Won Sik - volvió a decir. El lobo le respondió con un quejido molesto y se aferró al cuerpo delgado del rubio.