도서관 ; vmin

1. No era una coincidencia

Narra Jimin.

No era una coincidencia.

Aquella tarde normal, cuando el nuevo asistente de la biblioteca apareció frente a mis ojos, con un pin blanco en su uniforme, que tenía escrito el nombre de Kim Tae-hyung. Cuando esa misma persona me miró y sonrió abiertamente, haciendo que mi corazón latiera con fuerza y que mi cuerpo se congelara, a excepción de mis mejillas que ardían como fuego.

Aquella misma tarde, regresé a casa corriendo y con la cabeza hecha un lío.

Ese tal Kim Taehyung, caminaba de aquí para allá con esa sonrisa cuadrada y esos llamativos ojos, sin saber el sentimiento que provocaba en mí.

Demonios, ni yo lo sabía.

Esa tarde, cuatro meses atrás, no tenía idea de qué era lo que sentía por Taehyung. Qué tonto era.

~

Hoy, 1ro de diciembre, fue un día como todos los días dentro de esos cuatro meses: me levanté de la cama, me vestí, almorcé, cepillé mis dientes, salí de mi casa y me encaminé a la biblioteca. No sin antes agradecer al Cielo por las vacaciones de invierno.

Normalmente salía como a las 3 de la tarde, hiciera el clima que hiciera. Me despedía de mi nana y viajaba en el autobús durante 15 minutos hasta llegar a la biblioteca central de Busan.

Hoy hacía frío, por lo que llevaba un abrigo crema y una bufanda roja.

Al fin llegué, respiré profundo y entré en las grandes y antiguas puertas de la biblioteca. Saludé a la encargada, la señora Im, y me dirigí hacia el área asignada de Taehyung.

Como siempre, me senté en la mesa de la esquina, elegí un libro cualquiera —que al fin y al cabo nunca leía por estar observando disimuladamente a Taehyung—, y empecé a "leer".

Tal y como todos los días, Taehyung llegó a su turno a las 3:30pm, con su uniforme y su pin blanco, con el cabello castaño despeinado y una sonrisa.

Tonto, ¿por qué tienes que sonreírle tan bonito a la nada y no a mí?

Le eché una ojeada al libro y luego regresé la vista hacia él. Repetía los mismos pasos cada 5 minutos. Que Taehyung no lo notara era un logro... o bueno, él era muy despistado.

~

Eran las 6:30pm, fin del turno de Taehyung y el tiempo de irme. Tomé mis cosas y dejé el libro sobre la mesa, esperando encontrarlo ahí al día siguiente.

No —pensé antes de salir— mejor lo dejo en su estantería, será más conveniente buscarlo ahí mañana, y no arriesgarme a que lo cambien de lugar.

Aunque no lo estuviera leyendo, sería raro terminar un libro completo en 3 horas. Y quería evitar sospechas. Era por eso que tomaba el mismo libro durante una semana.

Regresé por el libro y fui directo a la sección donde lo había encontrado.

Mi respiración se cortó por unos segundos al encontrar a Taehyung ahí parado y con una expresión de confusión en el rostro mientras analizaba las estanterías.

No me notó incluso aunque estuviera a menos de dos metros de él. Vaya vida la mía.

Suspiré levemente.

Error.

Él me escuchó y volteó a verme. Sentí mis mejillas arder tal y como la primera vez que lo vi, mi cuerpo se paralizó por completo. Apreté el libro fuertemente entre mis manos. Esto pareció llamarle la atención, porque detuvo su mirada en esa zona.