Angelus Negro || SPN Y Teen Wolf Crossover|

♝C u a t r o♝

Aquella Pelirroja se sentó en una de las muchas bancas de la cafetería que tenía la escuela de Beacon Hills, estaba demasiado cansada, el día de ayer los Jinetes habían dado pelea y había resultado herida, por lo cual ahora traía una pequeña venda en su muñeca, esta no sanaría rápidamente ya que los látigos de los Jinetes eran muy letales para ella, su mejor amigo se sentó a su lado y le sonrió, el también había salido lastimado pero la chica lo curo con sus poderes de ángel.

Al sentir la mirada de alguien en ella dejo de observar a su mejor amigo y buscó entré todos los alumnos aquella mirada, chocó con unos bellos ojos azules viéndola con un poco de desconfianza, a los segundos aquel chico dejó de verla, la Pelirroja frunció el ceño confundida para luego ver a todos aquellos adolescentes, amigos del Ojiazul que la veía segundo atrás, que estaban sentados en la misma mesa, había una rubio fresa riendo y observando a un castaño de ojos miel, al lado de aquel chico había un moreno riendo también juntó otro chico más moreno que el anterior, un chico que tenía cara de niño dulce, todos se veían felices cosa que hizo que la chica sonriera, realmente no sabía por que, pero solo lo hizo.

Derrepente mucha voces en su cabeza hicieron que llevará sus manos hacia ella, su mejor amigo la miró confundido

— ¿Podrían callarse?-susurró escuchando a todos aquellos ángeles hablar, más bien pelear

"No, Castiel esta en peligro, Lucifer lo tiene"

Al escuchar las palabras de Ezekiel sintió su corazón acelerarse demasiado atrayendo la atención de algunos chicos de la mesa de enfrente, de los amigos de aquel chico de ojos azules, la chica se levantó de golpe y salió corriendo de ahí

—¡Ashley!-gritó su amigo yendo tras ella, sin importarle la mirada de casi todos, aún más de la manada mccall

—¿Qué sucedió?-preguntó la Banshee viendo al verdadero alfa

—su corazón se aceleró demasiado - respondió el moreno

—deberíamos seguirla-sugirió el humano

—bien, Liam y tú irán - dijo al alfa, ambos adolescentes salieron de la cafetería y siguieron el rastro de ambos chicos, se pararon de golpe y se escondieron al verlos

—haber, Ashley, tranquilizate, ¿Cómo sabes que lo tiene?-preguntó el Pelinegro tomando a su amigo por los hombros y haciendo que lo mirará, la chica suspiró y comenzó a hablar

—Ezekiel me dijo, se que Cass ha hecho cosas malas, pero sus hermanos aún se preocupan por él, a manos de ese idiota podrá acabar muerto, necesito ir por él - término de decir calmada

—bien, bien, iremos por Cas, le diré a Sam y Dean que nos alcancen - la chica asintió para luego subirse al cooper de su amigo, el pelinegro hizo lo mismo que ella para después arrancar

—esconden algo, lo sé-susurró el castaño saliendo de su escondite al igual que el hombre lobo

—aveces exageras Stiles, pero creo que es verdad - susurró el menor- vamos con Scott- el humano asintió y siguió a su amigo.

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La pelirroja abrió de golpe la puerta al escuchar los gritos de su amigo, sabía que el arcángel lo estaba torturando de una manera que nadie quisiera imaginarse, Lucifer fue de los primeros en torturar a alguien, y sabía demasiado sobre eso, aparte de que ella le había hablado mucho acerca de la tortura, Ashley sabía como hacer sufrir a alguien, después de todo es creación de la oscuridad. Todo su cuerpo se llenó de irá al ver a su amigo ángel con muchas cortadas y demasiada sangre

—Ashley - logró susurrar el ángel

—Ashliel - susurró aquel Pelinegro de ojos azules viendo a la chica, ese era el nuevo recipiente de el Arcángel - que gusto verte por aquí, pensé que habías sido olvidada - la chica le dio una mirada de odio

—suéltalo - susurró preparándose para atacar al arcángel, pero antes de hacer algo un demonio le sonrió para luego sacar lo único que le hace daño y la debilita demasiado, las piedras malditas, la chica enseguida cayó al pisó, esas cosas, como decía su nombre, estaban malditas, es algo que dejo su madre Amará cuando fue encerrada

—papá me enseñó mucha cosas, y esta es una de ellas - dijo el arcángel con una sonrisa en el rostro

—¿Qué quieres con Castiel?-susurró mientras sentía la fuerza de aquella piedra consumir su poder

—el sabe donde esta papá, y necesito hablar urgentemente con él - le respondió el pelinegro, sin previó avisó una flecha se clavó en el pecho del demonio haciendo que este muriera y que la piedra saliera volando hacia otro lado, un lugar donde ya no alcanzaba a tener efecto en la chica la cual se levantó y observó al arcángel con una sonrisa, el Ojiazul rodó los ojos al ver a los Winchester detenerse detrás de la Pelirroja, Sam y Dean llevaban una espada de ángel mientras Aaron su arco

—bien, bien, ustedes ganan, por ahora- susurró el arcángel para después desaparecer, el mayor de los Winchester corrió hacia el ángel y lo desató, Ashley se acercó también y lo curó un poco, ya que no podía hacerlo por completo gracias a que no tenía todo su poder, los Winchester y ella salieron de ahí no sin antes tomar aquella piedra que tanto le hacía daño a la chica y guardarla para que dejará de funcionar.

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—¡No! ¡No! ¡Es una terrible idea!-exclamó aquel castaño hiperactivo mientras veía a todos sus amigos

—Stiles, necesitamos toda la ayuda posible - susurró el alfa

—lo sé Scott, pero Theo, vamos, nos engañó a casi todos, hizo que Liam intentará matarte - dijo el chico claramente desesperado

—esta vez tendremos en control sobre él - susurró el moreno dejando ver sus ojos rojos, el humano suspiró cansado

—bien, esta bien - el beta de Scott asintió para luego clavar aquella espada en el pisó, todos se alejaron un poco al ver que se abría un poco hasta que se detuvo de golpe al mismo tiempo que una mano salía de ahí, el verdadero alfa y el quimera ayudaron a que aquel chico de ojos azules saliera, en cuanto lo hizo Liam saco la espada del suelo

—Scott - susurró el primer quimera confundido.

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Bien chicos y chicas hasta aquí el capítulo, espero que os haya gustado mucho, algunos direis, ¿Por qué demonios saco a Theo tan pronto?, bueno eso lo sabreis en los siguientes capítulos, así que no se los pierdan.

Nos leemos luego.
Un besazo.