Capítulo 23.

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Santa Bárbara, California. Neverland Ranch

Después de que Janet había llevado la carta al correo y de haber recibido una llamada de María, se sintió realmente satisfecha, ya que su sospecha, instinto o como quieran llamarle, no le falló. Michael no inmutó ni una sola palabra en toda la tarde, más bien se echó a dormir, pero claro, Janet estaba súper emocionadísima y, a la vez frustrada de no poder decirle nada a su hermano. Minutos después se oyó una puerta cerrar y era nada más y nada menos que Lisa.

—¿Y mi esposo? —Pregunto la chica peli castaña, con una soberbia de por medio.

—Está en su cuarto —Respondió la morena seria e indiferente.

—Bien, iré a verlo —La miro por encima del hombro, caminó un poco pero se detuvo, para observarla con ojos entrecerrados.

—Ahora estabas muy alegre, ¿Qué pasó, cuñadita? —Carcajeo con malicia.

—Já ¡No me hagas reír! —La miró de frente— Tú nunca serás mi cuñada, ni en mis peores pesadillas. Arpía... —Janet, no contuvo la irá, que respondió con furia mientras la señalaba —Por tu culpa, mi hermano sufre.

—Tu hermano está conmigo, porque así tiene que ser —Lisa se alteró y le abrió los ojos— Tu hermano sufre, porque quiere —Respondió cinicamente mientras se calmaba.

—Ay si, claro —Resopló Janet y rodeó los ojos, luego cruzó sus manos y la miró desafiante— Se te acabará el reinado. Si en verdad quisieras a mi hermano, ¿Por qué mantienes ausente?

—Lo que hace Michael, es aburrido para mí.

—Vaya —Respondió fingiendo sorpresa — ¿Entonces por qué estás con él? ¡Eres una egois... —Alguien posó una mano sobre su hombro y Janet se detuvo, interrumpiendo prácticamente toda la palabra que le iba a lanzar a Lisa. Era Michael, quién se hizo presente.

—¡Michael! — Lisa, corrió hacía los brazos de Michael y lo abrazó por el cuello. Éste, la retira de encima de él y la mira.

—¿Por qué tanto alboroto? —Le dio una mirada seria a su hermana y luego a Lisa.

—Es tu hermana —Puntualizó la dama— Me estaba insultando. —Michael la miró de reojo y luego miro a Lisa sin ninguna expresión en su cara.

—Tú te ganas las cosas —El hombre contesta secamente y la mujer se queda asombrada ante su respuesta. Janet la mira burlona y le arquea una ceja.

—¿Ves? No te quiere —Murmura— Lo mejor es que se divorcien. Toma mi consejo, como cuñada —Janet se retira del lugar y Lisa se queda haciendo una pataleta.

~***~

Luego más tarde, llega la mejor amiga de Michael; Liz. Va directo a la cocina y encuentra a Michael comiendo una buena rebanada de pastel y hundido en sus pensamientos más profundos. Él espera un milagro, algo divino que le hiciera ver el mundo más mágico de lo que él cree. Cuando vio a Liz, no evitó alegrarse.

—¡Liz! —La saludó con un gran abrazo y la invitó a sentarse.

—Vaya querido, como que vas a engordar, ¿No? —Ambos rieron al ver el gran trozo de pastel.

—Vamos, Liz. Sólo es un pedazo —Insistió.

—Pero, de los enormes —Liz, se sonreía y miraba a Michael tiernamente— ¿Cómo has estado? —Michael bajó la mirada y suspiró. Liz se preocupó por esa actitud tan de repente.

—¿Qué pasa, cariño? —Pregunto angustiada.

—Me arrebataron lo que más quiero, lo que más amo en mi vida.

Casados a la fuerza © [TERMINADA] #Sakura2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora