Capítulo I

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**La lluvia cae bajo la oscuridad y el viento sopla lento mientras él caminaba por entre la senda de donde traían recuerdos a su memoria; esos que solo traían tristeza y dolor, ya que solo veía por entre sus ojos del pasado aquellas batallas donde perdió a un sinfín de amigos y camaradas de lucha. Era un hombre nacido bajo la constelación de Géminis, que entre sus pasos lentos y minusiosos, bajo esa senda del hermoso santuario de Athenas, solo observaba cada uno de los templos del Zodíaco, viendo cada detalle de cada elemento que traía éstos templos.

Al caminar por de entre éstos templos, se determinó a pasar por entre uno en específico, uno que hacía décadas no visitaba; uno donde sólo podían estar estos líderes y comandantes del gran Ejército de la gran diosa Athena, uno donde solo se podía llegar con mucha paciencia ya que estaba de manera rocosa y empinada, solo para poder ver si una de las predicciones que le otorgó el cielo a través de su alma era cierta.

Al vagar por éste gran sendero, el clima cambió lentamente, haciéndose de manera sosiega y apacible, donde la brisa rozaba por entre sus mejillas y por su vestimenta. Donde recordaba éste mal augurio que sentía en su esencia. Un presentimiento donde sólo veía como la fuerza del enemigo se hacía más grande, y como el gran santuario era derrumbado y la diosa caminaba por entre sus propios escombros.

Al llegar a esta hermosa Star Hill, ésta torre donde se podían ver las predicciones de los tiempos que traían las estrellas, percibió cómo éste cúmulo de constelaciones y pequeños astros se alineaban; se dividían y unían para formar las nuevas revelaciones provenientes del firmamento. (Bien, las 72 constalaciones de las estrellas se están formando, y ésto sólo significa la proximidad de la nueva batalla que se cumplirá con los nuevos guerreros que defenderán el santuario de la diosa Athena.)**

-¡Oh!, veo que la constelación de Aries se forma lentamente entre los astros de Piscis al oeste y Tauro al este, formando sus 86 estrellas. Justo al lado de Tauro veo cómo danzan y brillan de manera titilante 2 estrellas, sin duda alguna la constelación de los Dioscuro a comenzado a formarse; ya me doy cuenta de que los futuros portadores de las armaduras que protegerán el santuario de Athena han renacido en ésta nueva era.-

**Sintiendo ésta nostalgia al leer de nuevo las estrellas del firmamento, dirige su mirada hacia el norte y contempla que otra constelación empieza a formarse.**

-Ya no queda ninguna duda, ésta constelación que se está formando entre sus astros es la constelación de Pegaso. Veo también la constelación de Dragón, Andrómeda y Cisne; ya me doy cuenta que el momento a llegado, la gran batalla estará por empezar muy pronto. Pido a mi diosa Athena que los cuide en ésta feroz batalla, y que le dé sabiduría, astucia, entendimiento y audacia a estos caballeros que defenderán el templo de nuestra diosa, pero en especial a mi sucesor, Kain de Géminis.-

**Minutos después, entre la oscuridad y el enigma que traía consigo, empieza a desaparecer su espíritu.**

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2016 ⏰

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