gotas negras

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Era un día lluvioso, estábamos en el trafico y mi padre tenía como siempre la ventana abierta pues le gustaba sentir las gotas en su rostro, íbamos de campamento y yo estaba muy emocionada cuando un sujeto con capucha que corria tomo la cartera que se encontraba pegada a las llaves.Papa fue corriendo tras el ladrón lo cual no fue problema para el pero al alcanzar al ladrón, tirándolo, el ladrón le disparo y huyó; en ese momento las gotas que caían no eran refrescantes si no que pequeñas piedras negras y frías que dolían y me atormentaban.
Después de un largo tiempo llegó la ambulancia donde mama y yo entramos para hacerle compañía pero no se salvo pues eran practicantes quienes lo atendieron; el si llego al hospital pero lamentablemente no salio.

El dolor de la memoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora