No hay ningún querida Mía, no eres querida. No sé cómo explicarte lo que te hice, y perdón, te fallé, justo como prometí que no lo haría.Pero antes pensé que te había perdido. Preguntaba por ti y solo me decían cosas incoherentes que nunca pensé que harías, nunca se me pasó por la mente que fuiste tú. Me sentí decepcionada sin saber tu versión de la historia. Tú me conoces, Mía, sabes cómo soy. Sabes que esto es rutina, sabías que iba a pasar. Algún día te había dicho que la distancia no nos iba a separar pero eso fue lo único. Tanto tiempo sin sentir a nadie nadie, tanto tiempo con posibilidades sobre ser feliz nulas solo esperando a hablar contigo y lo que consigo es esto.
Me harté de que esto me pase, de que me siga pasando y que yo sepa que me volverá a pasar.
Lo siento mucho, Mía, siento haberte dañado tu día.
-Jim.