Algo común en mi es que nunca termino algo de lo que escribo, nunca. Se puede decir que soy una persona mediocre. La inspiración viene a mi como cuando una bala entra en el cráneo de alguien, algunas veces el proyectil queda en el cráneo, incrustado, y en otras ocasiones, de hecho la mayoría, atraviesa el cerebro y sigue adelante, feliz de haber cumplido su misión; irritar mi mente. Una metáfora bastante rara se puede decir, pero sostenible.
No siempre en un escrito se puede plasmar lo que tenías planeado, y es bastante común en escritores, tanto en novatos como prodigios. Cuando haz pensado que has escrito un infinidad de letras y hasta quedas con el sentimiento de estar satisfecho, al revisarlo, sólo has escrito tres renglones. Justo ahora eso me está ocurriendo. Por eso pienso que la personas que hacen más de dos mil palabras en un capítulo son admirables.
Por favor, tú, el que estás leyendo esto. No odies a ninguno de los personajes que interactúen en esta historia. El odio es algo fuerte que sólo te daña a ti mismo, es como una navaja invisible cortándote permanentemente, no en tu ante-brazo, sino tu cabeza; contaminándola. ¡Ah! Y también piensa eso en la vida real, porque es así, porque tú, el que lee, eres la primera persona que te odiaras si sigues leyendo este escrito, tú eres el villano de la historia. Disfruta de lo poco que escribo, probablemente no sea nada, porque como te he dicho, la bala puede seguir derecho y, hasta incluso, arruinar toda la historia. Esperemos que no.
P.d. Comete una menta ¡Tu aliento apesta!
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Sus mejillas no resistirían toda la tarde si seguía mostrando sus dientes, pero la felicidad que embargaba no permitía que su bucalidad descansara. La ansiedad del momento se salía de lo que aguantaba y no lo pudo retener por lo que se tiró al suelo gritando inentendibles cosas que su mente dejaba escapar como acto de festejo, la dopamina no dejada de abochornar su contenido y su cuerpo pedía que descansara de la agitación que repentinamente le había contagiado.
Es que ver a los dos seres que más apreciaba, pero no conocía; sosteniendo sus manos, entrelazándolas, y dándose ese amor recíproco; hacía que quedara como un payaso entre todo el colegio por la manera en que dejaba salir su emoción. Y, es que gracias a él, toda la escuela se había enterado de que una relación entre dos "maricones" se había formado.
Algunos se reían e intentaban zaherirlo señalando hacia su persona, otros los pasaban desapercibidos, acostumbrados; algunos no entendía qué hacía una persona tirada en el suelo alabastro, temían que estuviera contrayendo un ataque epiléptico. De hecho las personas que llegaban a lanzar pullas hacia él eran los que idealizaban la eugenesia. Ya en el apogeo de las burlas se levantó para que por fin presentarse como admirador secreto de la pareja, no, más bien como un nuevo amigo quien los apoyaba, lo otro sería sospechoso.
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Entre Chicos. [YAOI/ GAY]
Teen FictionEntre sus más íntimos sueños, Jadden, no creía que justo el que menos pensaría se hiciera realidad, bueno, pues, se hiciera realidad. Fantasioso por lo que vendría, sus actos dejaron que su mente, indeseada por los varones, mandara acto de hacer pre...