Sweet Attraction. [Attraction #2]

Capítulo 19: Era lo mejor.

Narra Eleonor.

25 de diciembre a las 11:30.

No estaba muy segura de cómo había llegado hasta mi cama. Si sabía que Noah, como si se tratara de un ángel protector, me había traído hasta aquí. No había dicho nada, ni siquiera una pregunta de más. Me dejó sentirme miserable en el asiento del copiloto mientras se apresuraba a llegar a la casa. En cuanto me puse a llorar, Noah no dejaba de murmurar que todo estaría bien, que encontraría una solución, palabras de aliento que no merecía en ese momento. Nadie debería estar apoyándome por romperle el corazón a Carter.

Lo raro de todo era que Sally no estuviera con él. No me atreví a preguntar, sólo dejé que me consolara mientras lloraba por lo que acaba de hacer. Era lo mejor, ya no hay vuelta atrás. El chico se tomó la molestia de prepararme un té para que ayudara a que me tranquilice pero no había funcionado. En algún momento me había llevado a la cocina donde bebí unos cuantos shots de tequila con la intención de olvidarme de todo. Ahora sólo me quedaba soportar la resaca que tenía por eso. Seguramente el chico se quedó conmigo hasta que terminé lo suficientemente ebria como para no recordar que me ayudó a subir a mi habitación y me obligó dormirme. Le debía una grande a Specey, demasiada bondad para alguien que no se la merecía.

Cuando quise mirar la hora me di cuenta que mi celular no estaba por ninguna parte. Seguramente lo había dejado tirado por algún lugar de la casa cuando Noah me trajo, la verdad es que no importaba demasiado. Volví a cerrar los ojos, intentando dormir de nuevo pero era realmente en vano. No puedes escapar del caos que creaste, Eleonor. Inspiré profundamente antes de ponerme de pie para ir en busca de un par de pastillas para el dolor de cabeza y un vaso de jugo de naranja.

— ¿Ya estás lista para ir a pedirles disculpas a Carter?

La aparición de Sally en mi casa no estaba siendo de lo más agradable en estos momentos, no cuando intentaba hablarme de un tema que tenía mi corazón partido y que jamás entendería lo que implicaba su referencia.

—No lo nombres ni intentes hablar del tema. No estoy de ánimos y tengo una resaca monumental.

—Ya lo sé, Noah me informó que te tomaste media botella de tequila antes de casi desmayarte —Sally puso los ojos en blanco y se acercó para darme pastillas para el dolor de cabeza—. Lo preocupaste, me envió a traerte medicamento para que te sintieras mejor.

—Es un pan de Dios ese chico —Las acepté gustosa, bebiéndolas con el vaso de jugo que acababa de servirme—. Jamás la cagues porque será el peor error de tu vida.

— ¿En serio, Eleonor? ¿Tú me hablas de no cagarla? —Aparté la mirada, negada a aceptar las acusaciones en los ojos de Sally— Porque, la verdad, me parece que te mandaste una grande, amiga.

—No quiero hablar de eso... —Murmuré mientras me alejaba. Quería regresar a mi cama y hacerme una bolita para llorar en paz.

—Debes hablar de eso, Eleonor. No puedes negarte a hacerlo —Por supuesto, Sally no me dejaría sola ni aunque le rogara—. Mira, se parte de la historia porque Carter me contó pero estoy segura de que hay más...

— ¿Cómo que Carter te contó? —Sinceramente, me sorprendí bastante de saber que mi amiga había hablado con él.

—Hablé con él anoche, cuando lo dejaste parado en medio de la calle antes de darte a la fuga —Sally se dejó caer en mi cama—. Estaba destrozado, Elle. Y no entiende por qué las cosas se pusieron tan feas. Cree que él tiene la culpa.

—Por supuesto que no la tiene, Dios —Suspiré mientras me tapa el rostro con dos manos—. Pero no puedo retractarme, no voy a volver atrás con mi decisión.