-Guille... -Dijo Samuel tocando la puerta de la habitación de su mejor amigo y abriéndola levemente.
-Ya voy pequeño. -Dijo Guillermo poniéndose sus pantuflas para después salir de la habitación.
Samuel caminado por el pasillo escuchó a Guille detrás suyo. Él sabía que nunca se negaría... o eso creía.Guille al llegar a la habitación del castaño se acostó a su lado, dándole pequeñas caricias en su hombro.
-Lamento mucho que te tengas que despertar... de verdad que no puedo con esto Guille.- Dijo Samuel, el mayor de ambos por 2 años.
-No pasa nada pequeño, siempre estaré aquí para ti, tú lo sabes. - Dijo el menor mientras empezaba a quedarse dormido.Esto era así cada vez que Samuel tenía una pesadilla. Iba a tocar la puerta de su amigo y el otro de inmediato sabía lo que tenía que hacer; decir que ya iba, caminar por el corredor hasta la pieza del moreno y acurrucarse con él.
Para Samuel dormir con el pelinegro era la única forma de poder dormir tranquilo y olvidar todos sus traumas.
Un amanecer juntos se volvía a repetir.
- ¡Samuel! ¡¿Que quieres de desayuno?!- Gritó el de ojos achinados desde la cocina a su pequeño que seguía en la cama.
-¡Pues no sé! ¡¿Qué hay!?- Gritó de vuelta Samuel.
-¡Ya da igual, te has demorado mucho!Riendo Samuel reaccionó a la repuesta de Guille, él sabía lo impaciente que era su amigo.
Enseguida Guillermo llegó con una bandeja que contenía dos pocillos con sandía, dos tazas de café y un plato de tostadas con mantequilla y quesillo.
-Aquí está nuestro desayuno, Samu.
-Si no me lo dices ni me entero. -Dijo Samuel antes de empezar a reír.Guille no respondió a esa "pesadez". Le encantaba ver como Samuel reía, podían pasar horas y horas y no se cansaría. Era maravilloso que después de tanto tiempo volviera a reír y sonreír.
Después de lo que le tocó pasar... nadie podría volver a ser feliz.
Más bien lo que les tocó pasar, a Guillermo y a Samuel, en distintas proporciones pero al final fueron los dos los afectados.Guillermo era el hermano del novio de Samuel, Daniel. Para Samuel, Daniel era su vida. Él, Guillermo y los padres de estos eran y son su familia.
Pero su razón de vivir acabó el día en que tuvieron ese horrible accidente. Daniel conducía muy rápido su automóvil, efecto de todo el alcohol que consumió esa noche. Abordo del auto estaba su hermano y su novio.
En un descuido se saltó el disco "pare" y en ese momento todo se terminó. Daniel murió al instante, Guillermo terminó con fracturas que con el tiempo superó y Samuel salió ileso ya que iba en el copiloto y el air-bag lo amortiguó del choque.
Posterior al accidente Guillermo se mudó con Samuel a la casa que compartía con Daniel. Hay que aclarar que Samuel y Guillermo siempre fueron buenos amigos.
Desde ese acontecimiento han pasado 7 años, ahora Samuel tiene 26 y Guillermo 24.
Se han convertido en amigos inseparables. Samuel se volvió muy apegado a Guille, era como volver a tener a Daniel con él, pero con el tiempo se fue dando cuenta que Guillermo no era Daniel y eso no iba a cambiar.
Después de 2 meses...
-Guille...- Samuel como siempre iba a buscar a su amigo para que duerma con él.
Silencio recibió como respuesta.
-Guille... ¿puedes venir?- Repitió Samuel.
-¡Que ya voy Samuel! ¡Qué no me dejas tranquilo ni una puta noche!- Respondió Guillermo cabreado.Samuel al borde del llanto volvió a su habitación. Guille nunca pero nunca le había subido la voz de esa forma. Ya acostado fue inevitable no llorar.
En el mismo momento en que Guillermo le respondió de esa forma a Samuel se dio cuanta que la había cagado.
El de ojos achinados llegó a la habitación de su niño y lo vio sollozando, en ese momento se sintió como la peor persona del mundo.
-Pequeño...-Pronunció Guillermo.
Samuel se dio vuelta.
El pelinegro se quería morir en ese instante, se preguntaba cómo le había hecho eso a la personita que más quería por sobre todos.
-Lo siento mucho chiquito... de verdad que no quería responderte así. ¿Podrías perdonar a este tonto?
-Al que debes perdonar es a mi, cariño. Yo soy el pesado que te despierta cada no... -Guillermo no lo dejó decir más cuando lo besó.
Fue un beso hermoso para ambos. El que necesitaban y ansiaban. Sabían que debía pasar, pero ni uno se atrevía a dar el primer paso.
Luego de unos minutos se separaron. Samuel estaba demasiado sonrojado y no se atrevía a mirar a Guille.
Guillermo le empezó a acariciar la mejilla suavemente, el moreno cerró los ojos disfrutando de la situación.
-¿Qué significa esto? -Preguntó Samuel tímidamente.
-Que te quiero mucho Samu, que te necesito más que como amigo, que necesito estos besos, que cuando me vayas a buscar no te de solo un abrazo, te necesito a ti Sami.El castaño volvió a llorar, pero ya no de pena, sino que de felicidad... felicidad que pensó que no podría volver a sentir.
Guillermo estaba al tanto de que el llanto de Samuel no se debía a tristeza. Lo único que podía hacer era besarle, y lo hizo.
Durmieron como nunca lo hicieron, dándose mimos, siendo felices.
Desde su primer beso todo cambió. Samuel nunca más fue donde Guille, no había necesidad; ya que Guillermo se mudó a la pieza de su ahora novio.
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¡Hola! Este es mi primer Fanfic, tengan compasión. Cualquier falla me lo pueden decir y lo arreglaré. Espero que les haya gustado.