Cuando el sol se esconde y el día cesa.
Cuando el ego disminuye y aflora la inseguridad.
Cuando la luna se hace ver y con ella las estrellas.
El chico despierto se queda, pensando en su vida; en el amor. Pensando en ella.
¿Por qué su amor no es correspondido?, ¿por que no le gustará a la chica que él creía como la más bella?.
La noche sigue, sus pensamientos en Cloe aumentan.
Aquella hermosa chica, aquella inalcanzable chica, jamás se fijaría en él.
El silencio aumenta, su insomnio no cesa.
Ni siquiera se atrevía a acercársele.
Los perros aúllan, su lamento expresan.
Ni siquiera sabía cómo podría gustarle si quiera, aquella chica.
No se acercaba a ella, no le hablaba, nada.
Su amor era superficial, su amor, finalmente no era amor, era más bien atracción, lamentablemente, sólo superficial.
La noche avanza, el sueño del chico aún no decae.
¿Por qué tenía que enamorarse?.
Un chico que no cree en el amor superficial se enamoró.
Que paradoja.
Las horas avanzan, y el chico no se dá cuenta.
Ojeras notarán en tu rostro, duerme ya, pensaba el chico.
Pero no podía dormir, algo ocupaba sus pensamientos y no sabía que.
¿Sería aquella chica la que no lo dejaba dormir tranquilo?.
Tómo su móvil, y le escribió un mensaje.
Cloe, ¿qué tal?.
Después de enviarlo, se dió cuenta de lo tonto que era aquel mensaje.
¿Qué persona normal, le hablaría a una casi desconocida por la madrugada?.
Ahora Cloe lo encontraría raro, quizás hasta llegara a tenerle temor.
El sol comenzaba a salir poco a poco.
El chico se dió cuenta de ello y se volvió a acostar para intentar dormir.
Pero ya no podía.
Su alarma comenzó a sonar.
Tendría que levantarse.
"Ojeras notarán en tu rostro", pensó.
Y como otras veces en los que había hecho aquello, siguió con su rutina normal de día, y por la noche, volvió a quedarse despierto.
Preguntándose eternamente, que había hecho para que su amor no fuera correspondido.
