Byun's << Chanbaek >>

¿Por qué las hortensias?

Se sentía como si fuera una eternidad, como si cada tarde de su vida hubiera estado visitando Byun's, cada jueves a las cinco en punto, cuando el sol comenzaba a esconderse tras los altos edificios de la ciudad y su corazón empezaba a encogerse siendo abrazado por la soledad.

Parecía que habían pasado siglos desde que dejaba pequeños papelitos tras las hortensias en la entrada de aquella floristería, nunca animándose a entrar. Pero se sentía bien, se sentía maravilloso cuando su mente le permitía detenerse por unos diez minutos a admirar la belleza de aquel local, y no, no eran las hermosas camelias que parecían estar en su perfecto punto, y tampoco eran los lirios, ni los jazmines, por Dios como detestaba esos últimos. Era el joven de cabellera chocolate y sonrisa deslumbrante quien le hacía detenerse por un momento, era él quien le proporcionaba calma por unos instantes.

Como de costumbre, Chanyeol sacaba un viejo bolígrafo de tinta negra junto con un pedacito de hoja de color violeta azulado, justo como el de las hortensias, y se dejaba ir, depositaba una partecita de sí mismo en ese papel.

"Hace mucho dejé de contar las visitas y tan solo comencé a fijarme más en esa sonrisa, en esas delicadas manos, ¿por qué luces tan lejano? Mi príncipe, tan hermoso, como las flores a tu alrededor."

Pero eso era todo, otra confesión de amor y directito a sentirse miserable en su departamento con olor a humedad. Comenzó a sentirse deprimido desde hace unos meses, cuando debió mudarse a la ciudad por cuestiones laborales y tuvo que dejar a su familia, justo después de la quiebra del negocio de su madre, por lo que enviaba más de la mitad de su sueldo (que no era mucho dinero siquiera) a su hogar para que pudieran mantenerse un poco, adicionalmente su novia lo había dejado, nada iba bien últimamente, pero visitar ese lugar lleno de flores y observar ese muchacho, cuyo nombre aún desconocía, le hacía olvidarse por un rato de todo aquello.

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— No puede ser —lloriqueó Baekhyun al encontrar otro mensaje del desconocido que visitaba su tienda cada jueves, nuevamente lo mismo, no alcanzó a ver su rostro.

— Es un chico alto, por un momento me asusté porque pensé que teníamos al mismísimo Slenderman en nuestra entrada —bromeó Minseok, su mejor amigo y ayudante en la floristería.

— Próximo jueves, tú atiendes, yo haré guardia en la puerta. —necesitaba conocer al hombre que estaba desequilibrando sus emociones durante esas últimas semanas. Decidido, Baekhyun dió un último vistazo a las florecillas y cerró la tienda junto a Minseok.

— ¿Qué tal si es un depravado sexual? Si es un pervertido o un psicópata y tú eres su próxima víctima, eh, nunca se sabe. —soltó el rubio de baja estatura mientras caminaban hacia la estación del subterráneo.

— Hay algo de tristeza en sus palabras, —suspiró Baekhyun— no creo que sea malo, creo que se siente solo. —susurró eso último, deseando poder soplar muy lejos la soledad del corazón de ese poeta de los jueves.

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Creo que encontré la respuesta al porqué esas flores son tan hermosas, y es que tú eres su sol, e incluso el mío.

— Creo que ya no quiero seguir viviendo —estuvo tan, pero tan cerca, faltaban menos de dos minutos para que se hicieran las cinco de la tarde, menos de dos minutos para conocer a esa persona que se estaba asentando en su cabeza cuando el local repentinamente se llenó de clientes y no pudo hacer más que atender a cada uno de ellos junto a Minseok.

...

— Eso fue lindo, ¿por qué Jongdae no escribe cosas como esas? —se quejó Minseok, recordando que lo más romántico que hizo su novio fue esperarlo una noche con crema batida sobre su cuerpo.

Mientras tanto, a unas cuantas cuadras de Byun's, donde Baekhyun ideaba una manera para conocer a ese muchacho de los papelitos, estaba Chanyeol sonriendo como idiota en la su incómoda cama, rememorando como su chico de las flores lo esperaba junto a las hortensias.

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Eres primavera, tan dulce, como un sueño, tan cálid...

—¡Detente allí! —exclamó Minseok, un aturdido Chanyeol se paralizó ante la presencia del rubio, dejando caer su bolígrafo— Basta ya de decirle a Baek que su belleza quema más que la fuerza de mil soles —lo dijo con voz muy poética, mucho— Él está allí adentro, y más te vale que entres por las buenas o utilizaré la fuerza bruta —amenazó con la bolsa de fertilizantes en sus manos.

— No yo sólo veía las horten...

— Minseok te necesito en la caja registradora ¿puedes por favor dejar de parlotear... —el castaño no alcanzó a terminar la pregunta, sus ojos se posaron en el alto muchacho frente a él— Tú.

— Sí, aquí está tu poeta de los jueves. Ahora con su permiso —dijo para luego entrar a la tienda, junto con una expresión de "mi trabajo aquí está hecho" en su rostro.

—Tú, tú, tú —murmuró Baekhyun.

—Yo... —Chanyeol nunca agradecía el hecho de que sus órganos estuvieran sujetos en su interior, pero hoy se lo agradecía, porque de no ser así su corazón hubiera volado muy lejos cuando sus latidos aumentaron a la velocidad de la luz, el chico de las flores era aún más hermoso de cerca.

— Esto no se hace. —refunfuñó Baekhyun — Volver mi mundo un desorden con tus papelitos.

— Yo, bueno, la verdad... —alguien por favor golpee a este hombre, parece que no está respirando.

Los minutos próximos a eso fueron muy incómodos, finalmente decidieron ir a un pequeño café no muy lejos de la floristería donde pudieron hablar más calmados.

— ¿Por qué en las hortensias? —preguntó Baekhyun, curioso, habían muchas más flores en la entrada, pero las hortensias eran sus favoritas y de hecho estaban un poco escondidas.

— Ah, bueno eso, parecias tratarlas diferentes al resto, cuando te ví por primera vez estabas revisándolas e incluso hablaste con ellas —rió, era un bonito recuerdo.

Y hablaron un poco más de todo, de nada, rieron cuando Minseok llamó a Baekhyun para reclamarle por dejarlo solo en la tienda, reprochando que era un terrible amigo y que incendiaria las hortensias. Y Chanyeol se sintió un poco menos solo, Baekhyun logró soplar muy lejos todos sus problemas, su chico de las flores, su sol personal. Su príncipe.

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ola