Hace cinco horas atrás, cuando Michael acabó con sus tareas, creí que era buena idea venir a beber y despejarnos del trabajo.
Ahora, quizás no tanto.
-¡You start me up! ¡You start me up...!- me cubrí los oídos para intentar no oír tanto de los gritones cantos de Calvin. Michael se encogió de hombros del otro lado y suspiró.
En medio de nuestra improvisada cena en la barra de ese bar, Calvin se había ido a contestar su teléfono y regresó decaído. Lo primero que hizo, fue pedir un whisky y tomarlo de una sola vez. Michael y yo creíamos que quizás su novia lo dejó o lo despidieron, ya saben, estaba buscando distraerse de las malas noticias.
-¡¡Porque tú y yo, somos el uno para el otro!! ¡¡Pero tú eres una mujer traicionera!!- cantó nuevamente, otra canción a puro pulmón y nuestras dudas se aliviaron. Por desgracia, no cambiaron el hecho de que él seguía gritando.
-Calvin, hermano.- lo llamó Michael y él se acercó tambaleándose hacia nosotros. Michael lo sostuvo a tiempo para que no se cayera.- Es hora de ir a casa.
-No quiero ir a casa, quiero tatuarme su nombre.- balbuceó Calvin con palabras arrastradas.
-Claro, pero iremos a casa por el dinero.- dijo Michael y sonreí alrededor de mi daiquiri de fresas sin alcohol.- Lo siento Jess...
-Está bien, fue divertido mientras duró.- me burlé y me puse de pie para besarle la mejilla a Calvin.- Ya déjala, grandote, no te merece.
-No, no me merece esa perra, pero tú, cielo...- comenzó y Michael lo sujetó con más fuerza para que no se cayera.
-Y tú, otro grandote, es lindo que seas tan buen amigo.- le dije a Michael y rocé sus labios antes de besar su mejilla.- Te veré luego...
-Uhmh, ¿Puedo... Llamarte más tarde?- preguntó, con timidez y asentí en silencio, lo que lo hizo sonreír.- Asombroso, quizás podemos... Salir mañana.
-Claro, solo llámame y arreglamos algo.- respondí con una sonrisa, volviendo a sentarme.- Buenas noches...
-Sí, que tengas buena noche.- me saludó alejándose, tomando con fuerza a Calvin para impedir que se cayera. Se fueron entonces y el sujeto del bar me sonrió mientras limpiaba un vaso.
-Eso sí que estar hasta el tope, ¿No crees?- comentó, hincándose en un codo frente a mí y asentí sorbiendo de mi vaso.- ¿Te puedo ofrecer algo más, delicia?
-Estaré bien con esto por un rato, no soy de las que toman hasta acabar con las bragas por los tobillos.- expliqué, esperando que entendiera que no quería su atención pero eso solo lo hizo elevar sus cejas divertidos.
-Está bien, no me gustan esas chicas.- e inclinándose hacia mí, agregó en un susurro.- Prefiero desaparecer las bragas por completo.
-¡Disculpa! ¿Puedes atenderme?- exclamó una fuerte voz junto a mí, que se oía tan familiar... Oh, no, demonios, no...
-Regreso en un segundo, muñeca.- murmuró el sujeto y se fue hacia mi derecha para atender la voz que lo llamaba.- Señor, ¿En qué puedo ayudarlo?
-Sírveme un whisky en las rocas y mantente alejado de ella.- advirtió y mis dudas se aclararon por completo.- ¿Estás disfrutando la noche?
-Lo estaba... Antes de oírte cerca.- balbuceé, sin siquiera elevar mi mirada. No tenía que verlo, no podía permitirle entrar en mi vida.
-Oh, vamos, no seas así de mala conmigo...- oí su vaso golpear contra la barra y lo peor de todo, era que ya estaba junto a mí.- ¿Te puedo invitar algo?
ESTÁS LEYENDO
Crazy Little Things In My Head (Crazy Little Things #1) [TERMINADO]
Romance"Mi cabeza siempre discuté conmigo misma." "No es mi culpa, estoy enferma." "No quiero ser vulnerable, no quiero una protección, pero hay una sola persona que me hace cambiar de idea. Siempre lo hizo." Jessica Edwards sufre de un grave trastorno man...