El sol pegaba fuertemente en todo su rostro dándole a entender que una nueva mañana había comenzado. Hoy para el seria un gran día, algo bueno presentía.
Se levanto con algo de pereza y caminó directo a su baño. Se daría una buena ducha para poder ir a visitar a su madre.Las gotas de agua caliente caían por todo su cuerpo. Una vez mas se sentía en una paz y tranquilidad que le costaba conseguir. Se había dicho a si mismo que tendría que olvidar lo de ayer.
Con una toalla envuelta a su torso salió del baño. Ahora tendría que escoger su ropa; aunque cabe mencionar que solo su ropa consiste en traje.<***>
Y como todos los días se levantaba tomaba una pequeña ducha y bajaba para poder desayunar. Aquella rutina era constante. Miró su reloj de pared y este le marcaba las 8:40am, estaría a buena hora para empezar su jornada de trabajo.
Ayer en la tarde Spencer salió, se vio obligado a salir de la casa de su novia cuando se dio cuenta de que ella no accedería al otro paso. Pero como siempre ella quería ir despacio y aunque le costara tendría que aceptar lo que su novia le decía.
Estando ya lista tomo su bolso y las llaves de su auto, muy pocas veces va al trabajo en el, ella prefiere caminar. Había tenido una pequeña charla con ella misma y se prometió de que no tendría que tener algún contactó con Jimin. Solo bastaba el saludo y ya. Le costaría hasta la vida mantener una buena discreción.
Sin mas abandono su hogar y se adentro en su auto.<***>
Aquel lugar parecía que jamás lo iba a encontrar. Llevaba casi una hora y media tratando de encontrar la casa de su madre. Tenía que vivir tan lejos, donde antes vivía estaba perfecto. Tan solo le costaba 20 minutos.
Cuando encontró la casa de color lila dejo su camioneta a un lado de la casa. Lo bueno de aquello era que la casa se veía grande y al parecer tenía un bonito vecindario. Este se acomodó su corbata y camino hacia la puerta. Dios dos golpes en ella y esperó a que alguien la abriera.La puerta se fue abriendo lentamente y cuando logró estar totalmente abierta aquellos ojos de la mujer no pudieron abrirse mas. Le costaba creer a quien tenía al frente.
-Jimin- susurró su madre conteniendo las ganas de caer al suelo y ponerse a llorar.
-¿Puedo pasar?- y aquella sonrisa que tanto amaba ver le indicó que era bienvenido. Este cerro la puerta a su paso. Aquella casa era grande, tal y como parecía desde afuera. Demasiado grande para tan solo una persona.
-Cariño- y aquellas ganas de abrazarlo le ganaron. Después de tantos años podía ver a su pequeño hijo.
-Basta mamá- hablo Jimin cuando vio que su madre lo abrazaba con mucha fuerza y dejaba que algunas lágrimas salieran. Su madre no hizo caso a las palabras que decía Jimin y siguió abrazando a su hijo y dejando ver más lágrimas. Quería que ese momento no acabase.
-Lo lamento hijo, han sido tres años desdé que te fuiste y verte tan de repente me sorprende- hablo su madre limpiando las lágrimas que salían brutalmente, lágrimas de felicidad.
-Veo que tienes una hermosa casa- hablo Jimin observando los alrededores.
-Tu hermana me la dio, últimamente esta muy trabajadora y la casa que ella solía decirme que me iba a dar pues ahora es esta- su madre estaba orgullosa del gran logro que estaba haciendo Yuno. Ambos eran buenas personas.
-¿Como has estado?- preguntó Jimin tomando asiento en los sillones de la sala.
-Hace algunos meses me encontraba mal de salud pero últimamente me encuentro al bien, quizá era una gripe- al escuchar aquello Jimin se alertó. El sabia perfectamente que su salud estaba mal a causa de el. Se sentía la peor persona del mundo.
-Estas muy grande, has cambiado bastante- le fue inevitable sonreír a Jimin cuando escucho las palabras de su madre. El sin duda también la extrañaba.
Aquel momento era especial para ambos, su madre había cambiado un poco. Ya era notorio algunos cabellos blancos los cuales eran difuminados con un tinte color rojo. El sonido de su móvil interrumpió el hermoso silencio que se había formado minutos atrás. Este lo saco de su bolsillo trasero y observo la pantalla.
-¿No vas a contestar?- preguntó su madre al ver que el sonido era frecuente pero Jimin lo ignoraba.
-No es nadie importante- y este dejó que sonará una última vez para después apagar su móvil.
-¿Por qué te fuiste?- aquella pregunta le llegó de repente.
-Muéstrame la casa, me urge verla- Jimin se levanto de donde estaba y camino hacia las escaleras. Su madre sonrío y lo siguió. Sabia que si seguía preguntando no llegaría a ningún lado.
<***>
-Apagó su teléfono- hablo Marta.
-Gracias, avísame si te contesta- sin mas camino hacia el ascensor para ir a su oficina. Ya seria medio día y Jimin no llegaba. Necesitaba trabajar en aquellos papeles lo mas antes posible.
Spencer se hizo presente en su oficina con una bella sonrisa. La verde no lo esperaba y desearía estar sola tan solo por un momento.
-¿Comemos juntos?- preguntó dejando un beso en su cuello.
-Lo lamentó pero tengo trabajo que hacer, quizá otro día amor- esta apartó de su lado a Spencer y tomo asiento en su silla.
-Te ayudare después nena, ven necesitas comer algo- su palidez lo decía todo. Necesitaba un buen almuerzo pero para nada se quería levantar de aquella silla. Prefería estar en ella todo el día.
-Que sea rápido- se vio obligada cuándo vio que Spencer ya estaba colocando su típica cara de niño triste. Este la tomo del brazo y la atrajo hacia su cuerpo para poder darle un beso. Ambos entrelazados de las manís bajaron hasta el comedor para poder comer algo.
<***>
La noche había caído y el frío se hacía presenté. Últimamente el clima ha cambiado mucho. Y una vez mas le agradecía a Carlo por aquel favor que le había hecho. Sin duda no sabia como pagárselo. Todo lo que el quería era poder pasar el tiempo con su madre, con la persona que logra ponerlo en calma.
-¿Podré verte de nuevo?- el miedo de no volverlo a ver se hacia presente. Como madre sabia que el tarde o temprano se iría a formar una vida como lo hizo su hermana. Tan solo pensar aquello la ponía mal.
-Vendré a visitarte mas seguido, lo prometo- Jimin le dedico una sonrisa a su madre para poderla calmar un poco. Dejo un beso en su frente y abandono la casa de su madre. Quería ir a casa para poder descansar. Pasar la tarde con ella le había gustado pero le canso bastante.
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#2 ¿quieres jugar? ©park jimin.
Fiksi PenggemarSu pensamiento cambió desde aquella noche en la cual se hizo amigo del diablo. Prohibida su copia u adaptación.