Pablo aprovechó las horas de noche del mundo humano para ir a la Institución de Controladores a hacer el papeleo posterior a la pedida de un deseo. Todos los deseos debían quedar registrados, y pensó que las horas en las que Albert dormía eran las más adecuadas, ya que así no se arriesgaba a que le llamara en medio del proceso.
Normalmente esperaba a tener los dos deseos para registrarlos juntos, pero en vista de la falta de decisión del chico, decidió acabar ya con el primero, no fuera a ser que se le acabara el plazo.
Se sentó en la sala de espera, teniendo a tres genios por delante de él. Empezó a rellenar el formulario que le habían dado en recepción, aunque se suponía que debía hacerlo el Controlador, así iba adelantando trabajo.
Estaba a punto de registrar el primer deseo de Albert; pensaba que ese día no llegaría nunca. Ahora ya solo quedaba uno, un deseo más y habría terminado esta historia; podría volver a su rutina de clientes rápidos y deseos estándar, cada vez más cerca de su deseado ascenso y más lejos de esos humanos a los que no soportaba. Porque eso era lo que quería, ¿verdad?
Entonces, ¿por qué se le encogía el corazón cada vez que pensaba en no volver a ver a Albert?
No lo entendía; o, mejor dicho, le daba miedo entenderlo. Aceptar el daño que le hacía pensar en que Albert le olvidaría, cuando él nunca iba a hacerlo, no entraba en sus planes. Prefería fingir; esconderse detrás de esa coraza en la que tanto había trabajado, enterrar sus sentimientos cada vez más intensificados bajo tierra. Al menos hasta que acabara explotando.
-Siguiente.
Escuchó llamar desde el despacho; sumergido en sus pensamientos como estaba, no se había dado cuenta de que ya habían pasado todos lo que estaban delante de él. Se levantó, con el papel en la mano, y entró, cerrando la puerta detrás de él.
-Hombre, Pablo; buenos días.- Saludó su Controlador habitual.
-Buenos días, Garzón, ¿qué tal?- Saludó de vuelta, mientras se sentaba.
-Muy bien; aquí, trabajando. ¿Y tú?, ¿vienes a registrar los deseos de tu cliente?
-Sí; bueno, en realidad solo el primero.- El otro abrió los ojos en señal de sorpresa.- Aquí tienes. Lo he rellenado mientras esperaba.
-Así me gusta, que seas eficiente.- Cogió el formulario y se dispuso a repasarlo.
-Hombre, por supuesto.
-¿La fecha de inicio es correcta?
-Sí, ¿por qué?
-Llevas con este humano más de dos meses; es poco habitual en ti, teniendo en cuenta que tu media está en una semana.- Llevaba registrando los deseos de Pablo desde que este había empezado a trabajar con humanos; conocía a la perfección su modo de trabajar.
-Sí, emm, bueno; es que es un cliente difícil. No es sencillo engatusarle.
-Entiendo. ¿Has escrito con palabras textuales su deseo?
-Sí.
-¿Fue literalmente "Deseo pasar el día en París contigo"?
-Sí, ¿hay algún problema?- Pablo ya esperaba que el deseo iba a causar controversia.
-Realmente no. Es solo que estoy sorprendido; tú nunca creas lazos con ningún humano.
-No estoy creando lazos.- Se puso a la defensiva.- Es solo que, ya que no tengo interés en ser humano, decidió utilizar el deseo que supuestamente tiene que guardar para eso y cambiarlo por otro.- Intentó salvar la situación.
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Como desees
Fanfiction"¿Qué pedirías si un genio con coleta te concediera dos (que no tres) deseos? Albert tampoco lo tiene muy claro." Regalo de amigo invisible para la bella @knightofarthur <3