Capítulo 2. Un lazo indeseado.

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Habían decidido parar en un asentamiento abandonado para pasar la noche, Kate no se veía con fuerzas y Eleonor necesitaba revisarla en un lugar estable, cómodo, donde pudiese respirar algo más que el aroma pútrido y la gasolina. Javi y Tripp habían realizado la limpieza de la zona, Clem y Gabe fueron encargados con buscar algunos suministros, lo que fuese, algo que les sirviese.

Ambos chicos habían llegado a una especie de caseta, parecía una parada de abastecimiento de víveres, de aquellas que solían haber cerca de las gasolineras, Gabe las recordaba bien. Clamentine dio una rápida vista a los alrededores, la puerta estaba averiada, pero uno de los vidrios estaba roto, los dos habían entrado sin hacer demasiado ruido, encendiendo sus linternas.

Claramente no estaba libre de caminantes, por suerte eran apenas 3, Clem se había desecho de los dos primeros y Gabriel había atinado un golpe certero al tercero, las alacenas estaban vacías, apenas algunas cosas caducadas o asquerosas.

¿En serio? ¿Alcaparras con salsa de anchoa? ¿Quién diablos comía estas cosas? –Gabe se burló con una pequeña risilla, enseñándola la lata a Clem, ella tan sólo hizo un gesto sacando su lengua, al tiempo que cubría su nariz, ambos rieron.

Podríamos llevarlo, a pesar de estar caducado, la mayoría de estas comidas nos sirven mucho aún –Clem tomó la lata de manos de Gabe, un pequeño contacto que ambos notaron, la calidez de un lazó que carcomía a la menor. –Vamos, en el almacén debe haber más.

Los dos chicos abrieron de un golpe la siguiente puerta, de nuevo les recibían caminantes, está vez dos, mentalmente Clem se preguntaba si Javi estaba consciente de a dónde había mandado a su sobrino, ya que se veía un tanto sobreprotector, en medio de su descuido no se dio cuenta del caminante que se abalanzó a ella, pero antes de poder pensar en algo, Gabe ya estaba luchando con él, clavándole sin piedad una especie de pinza que tomó de algún estante.

Cuando se sintieron a salvo, Gabe extendió su mano a Clem, ella la tomó un tanto trastornada, jamás se perdía así en sus pensamientos, hacerlo podía costarle la vida. –Descuida Clem, yo estaré ahí también la próxima vez. –Gabe sonrió de forma tranquilizadora, mientras ella le miraba con cierta angustia, aquellas palabras le recordaban promesas que muchos jamás pudieron cumplir, no quería que Gabe fuese otro más, otro lazo que fue incapaz de mantener.

Tras aquel pequeño encuentro, Gabe y Clem no habían vuelto a bromear mucho, él había notado su gesto, sus ojos cristalizados cuando le realizó esa promesa, Gabe daba por sentado que ella, que su nueva amiga, permanecería junto a ellos, que Mariana había marchado, pero que tal que él, habría protegido y acogido a Clementine... porque ella le parecía una buena persona, una gran persona.

Dentro del almacén encontraron un botiquín, aunque estaba saqueado, aún quedaban unas vendas y un poco de alcohol, se habían vuelto a sonreír al encontrarlo, unas golosinas y algunos cigarros también, ambos se relajaron tras la tensión de hacía un rato y volvieron entre pláticas sin importancia con el grupo.

¿Te gusta el rock? –Gabe volvió a hacer una de aquellas preguntas que ya tanto había cuestionado a Clem, las anteriores eran sobre los animales que le gustaban, los colores, alguna comida, gustos y más gustos.

Clementine no pudo evitar reír, recordaba alguna vez en la cual encontró un reproductor de música y había tenido aquello puesto durante tantas horas, que al quitárselo no escuchaba demasiado bien. –Sí, aunque no escucho música demasiado, ya sabes... no encuentras dónde.

Gabe le sonrió, al tiempo que apretaba aquel reproductor viejo en su pantalón, quizás si encontraba unas baterías podría decirle de oír música juntos, quizás... podría regalárselo, aunque era extraño, era lo más preciado para él ahora, pero pensar en dárselo a Clem no le molestaba en absoluto.

¿Tus padres... dónde están? –Gabe realizó aquella pregunta un tanto cohibido, en realidad hubiese empezado por aquello, pero sentía tanta calma y curiosidad por ella, que prefirió dejarla para después.

Yo...-Clem pensó en evadir el tema, como siempre lo hacía, pensó incluso alguna absurda y aniñada pregunta, algo como ¿Has tenido novia?, porque alguna vez Jane le dijo que así se libraría de preguntas incómodas de chicos, pero...-Ellos murieron, hace mucho... más de lo que puedo recordar.

Gabriel tragó saliva lentamente, sabía que había tocado la fibra sensible, esa misma que le dolía a él. –Yo no... no quise...

-Descuida –Clem le sonrió, ya estaban a tan sólo metros. –Aún sin ellos, conocí una persona maravillosa, Lee... él cuidó de mí, aún sin tener obligación, me salvó tantas veces como no puedo imaginar, él... -Ella bajó la voz, algo le torturaba la garganta –Tras él, muchos más me ayudaron, me cuidaron, pero... todos acabaron mal, yo... no deseo que nadie más pase eso.

Sin darse tiempo a entender, Gabe había tomado su mano suavemente, apretándola y sonriéndole de forma cálida, algo extraño había en él, algo muy extraño, era paz, pero al tiempo dolor, era felicidad y agonía, era libertad y condena.

¡Ey chicos! –Javi se acercó a ellos, percibiendo brevemente sus manos entrelazadas y el momento instantáneo en el que se habían soltado y alejado unos centímetros, una suave sonrisa se dibujó en su rostro. –Estaba preocupado ¿qué tal les fue?

Excelente tío Javi, Clem y yo encontramos varias cosas, pueden sernos de ayuda. –Javi abrió su mochila, animando a Clem a hacer lo mismo, la sonrisa de Javi creció y pronto se acercaron al resto del grupo.


Creo que los tendré que mandar de expedición más seguido –Eleonor sonrió satisfecha al tomar el alcohol para desinfectar mejor la herida, al tiempo, Kate bebía una botella de soda, que sorprendentemente no había caducado aún, mientras los más jóvenes del grupo comían algunos chuches y volvían a burlarse de las dichosas alcaparras.


Los pensamientos de Clem le recriminaban constantemente, ahora se dirigirían a Richsmont, ahora no tendría escapatoria, tarde o temprano debería escapar, tarde o temprano esa cálida sensación desaparecería y el vacío volvería.


Estaré bien sola, siempre lo he estado, se está mejor así... sin dolor, sin pérdidas, sin...-Su pensamiento se detuvo al ver a Gabe abrazar a Javi, parecía que habían discutido de algo, pronto todos volverían al auto, era ahora o nunca.


¡Clem! –Ahí estaba de nuevo, él que la estaba condenado ahora, Gabe abrió la puerta del auto y Javi la había llamado con cierto deje de preocupación, ella lo observó decidida, pero Gabe se separó de la puerta y se acercó a ella.


¿Pasa algo? ¿No...No quieres venir? –Cierta incomodidad se instaló en su pecho, sólo debía decirle que no, sólo eso.


-No... No –Clem vaciló de nuevo, el rostro de Gabe parecía deformarse en una mueca de dolor extraña. –No es eso, es...es sólo que deseaba ir al baño antes, ya...ya sabes. –Las mejillas de ambos se tiñeron de rojo, Gabe asintió y Eleonor se acercó a Clem para "acompañarla", tuvo que fingir ir, no se podría librar de aquel lazo, su pecho no se lo permitiría. 


Aquí otro capítulo de esta historia, espero que les guste mucho, la verdad quedan uno o dos caps más, me he basado en lo que pude ver del juego nada más, pero estaré ansiosa de sacar algún otro fanfic de un estilo parecido. Recuerda comentar si te ha gustado y dejar tu estrella~ 

Pd: Tal vez edite este fanfic a inglés, pondría los capítulos en ambos idiomas, pero no prometo una traducción excelente ya que no lo hablo bien y usaría traductor

P.s: Maybe edit this fanfic to English, I would put the chapters in both languages, but I do not promise an excellent translation since I do not speak it well and I would use a translator

♥ Amor Joven ♥  Young Love ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora