Los dos hermanos de dos meses y medio de edad Mufasa y Taka exploraban con asombro e interés la sabana. Era la primera vez que salían del interior de la cueva y todo les parecía extraño y desconocido, el resplandor del sol, el cielo azul, los árboles, el pasto verde, las rocas, los diferentes animales y todo en general. Desde mucho antes de abrir los ojos los príncipes habían sentido una atracción a acercarse a la entrada de la cueva de donde provenían esos cálidos rayos y esos extraños ruidos, pero su madre los empujaba de nuevo hacia a dentro cada vez que intentaban acercarse.
Decía que eran muy pequeños aún para salir pero que pronto verían el exterior; durante esos dos meses habían permanecido bajo los cuidados y atenciones de su madre alimentándose de sus pechos, de los cuales emanaba un líquido tibio y cuando su madre debía cazar o alimentarse ellos quedaban al cuidado de las otras leonas de la manada igual de cálidas y dulces que su madre.
Durante el mes de sequía Ahadi y Uru se habían preocupado por la supervivencia de sus hijos pero para el alivio de los reyes ya habían pasado la época de sequía y el invierno había llegado trayendo las anheladas lluvias por ello Ahadi y Uru consintieron en que sus cachorros fueran a explorar la sabana por primera vez.Ese día los cachorros bajo la supervisión atenta de su madre habían salido de la cueva y bajado a los alrededores de la Roca del Rey. Tanto Mufasa como Taka estaban fascinados con el mundo exterior, la sensación de esa cosa verde bajo sus patitas se sentía extraña, era diferente del duro y frío suelo de la caverna y los rayos del sol primero encandilaban pero luego que sus ojos se acostumbraron a la luz la sensación se sintió reconfortante.
__ ¿Qué es esta cosa verde mamá?__ preguntó Mufasa rascando el pasto curiosamente con su pata.
__ Es pasto hijo, los animales herbívoros se alimentan de él.
Taka mordió un poco de pasto e inmediato lo escupió y se rascó la lengua con su pata asqueado.
__¡No sé como esos animales pueden comer esto sabe horrible¡__ exclamó Taka.
Uru con rió y ronroneando les explicó a sus hijos que los animales herbívoros como las gacelas y los ñus se alimentaban de él pero que los leones como ellos se alimentan de carne y por eso les sabe mal.
Los cachorros empezaron a tantear con su delicado hocico todo cuanto encontraban y hacían preguntas a su madre sobre qué eran y para que servían y Uru les respondía y les enseñaba cosas sobre ella. De vez en cuando chillaban o gimoteaban cuando se lastimaban con algo o algún pájaro les picoteaba, la preocupación de Uru como madre era inevitable pero debía dejar que sus hijos experimentaran el dolor y el miedo en pequeñas dosis desde cachorros para que fueran aprendiendo que cosas eran buenas e inofensivas y cuales por el contrario podían lastimar. Luego Uru los dirigió a un estanque cercano para que probaran el agua y se fueran familiarizando con el entorno. Llegaron a un estanque rodeado por unas cuantas rocas grandes y árboles de acacia que daban sombra, los cachorros saltaron a una de las rocas a la orilla y observaron asombrados la superficie transparente y cristalina del agua, esta parecía sólida y Mufasa metió la pata en el agua que se hundió y luego la sacó sacudiéndola y se estremeció al sentir la humedad. Uru les explicó que el agua podía parecer sólida y estable pero que al tocarla se hundía porque era líquida e insípida y les instó a que bebieran con cuidado de no caer, estos tomaron varios sorbos de agua con sus pequeñas lenguas.
__ Es cierto, no sabe a nada pero es refrescantes__ dijo Taka mientras se relamía la boca para secar las gotitas de agua que quedaron en su hocico.
__ Es cierto es diferente a la leche__ asintió Mufasa.
Luego regresaron a la Roca del Rey, era temprano aún así que Uru se acostó en una roca a tomar sol y dormir un poco antes de cazar mientras que Mufasa y Taka jugaban cerca.
__ A que no me atrapas Taka__ dijo Mufasa a su hermano menor mientras corría y saltaba alegremente.
__ Eso ya lo veremos__ respondió Taka corriendo atrás de su hermano.
Taka corrió tras Mufasa y saltó encima de él, pero este se dio vuelta y quedó encima de Taka que se retorcía para liberarse pero su hermano lo tenía fuertemente aferrado, Mufasa le mordía y arañaba de forma juguetona y Taka le empujaba con sus patas para zafarse.
__ Tengan cuidado Mufasa y Taka. No jueguen tan rudo__ les riño Uru desde la roca donde estaba.
__ Sí mamá__ respondieron al unísono los hermanos que siguieron retozando y simulando luchar.
Luego de unos minutos regresaron a la cueva, Mufasa y Taka protestaron pero obedecieron a su madre, Uru les amamantó y los pequeños se quedaron dormidos, estaban exhaustos por todas las experiencias de la mañana. Más tarde al atardecer los cachorros salieron corriendo al encuentro de su padre Ahadi que se dirigía hacia ellos, los cachorros daban saltitos de alegría alrededor de su padre y le pedían que jugara con ellos. Salieron afuera y Ahadi se tumbó en la roca y dejó que sus hijos jugaran con su cola y su melena. Uru les miró con ternura luego se acercó y se recostó junto a Ahadi y los cuatro permanecieron allí observando el atardecer hasta que el cielo se oscureció y aparecieron las primeras estrellas y después regresaron a la cueva a descansar en su interior. Mufasa ya se había dormido, pero Taka el más travieso de los dos aún no quería ir a dormir y puesto que Uru ya se había quedado dormida junto a Mufasa, el rey somnoliento tuvo que lidiar con el inquieto cachorro.
__ Vamos papá juguemos.__ le decía Taka a su padre rasguñándolo de mentira con sus pequeñas patas.
__ Ya es tarde Taka, tu madre y tu hermano ya están durmiendo y yo quisiera hacer lo mismo. Te prometo que mañana jugaremos otra vez.__ dijo Ahadi bostezando.
__ Un ratito más__ insistió Taka.
Y así continuaron jugando hasta que después de unos cuantos minutos que al rey le parecieron eternos Taka se quedó dormido. Esta debe ser una de las dificultades de ser padre__ "Ese Taka es un caso"__ pensó Ahadi antes de quedarse dormido.
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El rey León. El reino de Ahadi
FanfictionAhadi es el rey de las praderas junto a su pareja Uru y su manada de leones que son sus subordinados. Ellos dirigen y administran al reino y sus habitantes. Deberán educar y preparar a sus hijos Mufasa y Taka aun jóvenes e inexpertos para ser los p...