Dedicado a la única Pinkie Humana Valenshu... Laughlight-Mousse ♡
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Las navidades se acercaban en Ponyville, eso significaba trabajo extra para la peli-rosada organizadora de eventos y fiestas. Aun así nunca quitaba su contagiosa sonrisa de su rostro, es más nadie pensaba en la existencia de algo que fuera capaz de borrarla.
Lamentablemente estaban equivocados.
1.70 mts era su estatura. Ojos verdes entre claros y oscuros. Cabello marrón esponjoso. Esas eran las características de Cheese Sándwich, la única "cosa" capaz de quitar aquella sonrisa. La cumpleversario de Rainbow los había unido muy fuertemente, pero ahora con el peli-marrón en Ponyhattan la comunicación era casi nula. Las cartas demoraban siglos.
Pinkie Pie no lo demostraba frente a nadie, ni siquiera a sus amigas, pero la ausencia del peli-marrón la afectaba. Sus sentimientos por él iban más allá de la amistad, ya lo estaba aceptando. La cuestión era que él sintiera lo mismo, aunque una relación a distancia no siempre resulta bien. Ella estaba dispuesta a seguirlo a donde él fuera en el futuro, no quería dejar a sus amigas, pero estaba segura de que la entenderían. Esa noche después del agotador día de decoración, Pinkie solo quería descansar, en ese instante tocaron su puerta. ¿Sería Twilight con algo que olvidaron?
—¡Derpy! —exclamó la peli-rosada alegre al ver a la cartera de ojos bizcos parada en su puerta. La susodicha, sonriente le entregó una postal del montón— ¿Para mí? ¡Gracias!
Subió corriendo las escaleras para abrir su carta, que en realidad no era una carta. Era una postal, de Ponyhattan. Tenía que ser de Cheese, la foto adjunta era un hermoso paisaje festivo hecho de dulces. En el centro se coronaba una torta de bodas. ¿Boda? Eso parecía más que un sueño, una fantasía. De inmediato la volteó para leer el contenido.
No debió haberlo hecho. Al menos no sola. Sus ojos se dilataron de la conmoción y segundos después se humedecieron hasta botar lágrimas. Sus manos, con las que daba las formas más raras a los globos, se debilitaron y temblaban al igual que sus piernas. Su intacta sonrisa se desvaneció.
Esa postal no era un saludo de Cheese, era la invitación a su boda. Ahora la parte de la torta tenía sentido. Una desmoronada Pinkie se dejó caer en su cama. Sus cabellos lacios y opacos indicaban la tristeza que sentía. En medio de un ligero llanto formó una sonrisa. El último párrafo de la postal fue el responsable.
«...Y Pinkie, mi mejor amiga y confidente, serás la encargada de organizarla. Te espero en Ponyhattan en una semana. Invita a tus amigas. Recuerda sonreír mucho, te ves más linda así»
Besos y cupcakes
Cheese Sándwich
—💫—
—Pinkie... ¿Te sientes bien?
Últimamente esa pregunta se repetía constantemente entre las mane. Habían pasado 2 días desde la noticia de la boda y ella aun no lo había asimilado del todo. Rarity y Rainbow particularmente sospechaban más que nadie, ambas ya habían experimentado que significaba un corazón roto, con Fancy y Soarin respectivamente. Al final habían vuelto con sus parejas, pero en el camino estaba iguales a Pinkie. Lo que no lograban descifrar era quien había puesto de esa forma a su amiga. Esa misma tarde, lo resolverían.
—Pinkamena Diane Pie —hablaron Rarity y Rainbow, cuando estuvieron solo las tres en una misma sala— mejor dinos que te pasa antes de que recorramos todo Ponyville preguntando