POV'S Jade:
Después de algunos minutos llegamos a un lugar muy alejado, mientras él manejaba yo solo veía árboles por todos lados. Definitivamente si algún día viniera yo sola aquí me pierdo.
Abraham paró el auto frente a una casa color marrón de un píso muy rustica. Simulando una cabaña.
No me permitió bajar hasta que el lo hizo, bajó y abrió mi puerta como todo un caballero. Y sin previo aviso me cogió en brazos como si fuesemos recién casados. Yo solo pude reír ante sus actos.
—¡Estás loco, me vas a tirar.—me reía fuertemente
—No te voy a tirar, soy un experto—decía con superioridad
Segundos después entramos a la cabaña, todo estaba muy organizado, había velas encendidas, y ramos de flores por todos lados. Fuimos hasta el fondo y Abraham abrió una puerta, allí dentro estaba una habitación preciosa. Había velas de color rojo y un corazón en la cama repleto de pétalos de rosas rojas. Dentro del corazón había pétalos de rosas blancas y formaban un "te amo".
Todo era precioso y romántico...
Pedí a Abraham que me bajara, y lo hizo. Amiré todo aquello que el había preparado para mi:
Me senté en la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Y él me miraba atento. Hice una seña para que se acercara y lo hizo. Se puso a mi altura en cunclillas.
—Me encanta, todo es precioso—lo miré enternecida
—Te amo—me miró
—Te amo mucho más—respondí
Me agaché y lo besé en los labios profundamente. Beso que el correspondió, rápidamente le di acceso por completo a mi boca. Su lengua viajaba aventurera por mi cavidad bucal. Se levantó y se posó encima de mi sobre la cama intentando no aplastarme.
Los besos aumentaban de color y yo ya lo necesitaba dentro de mi. Hacía tanto tiempo que no lo hacíamos. Lo extrañaba.
Pero Abraham rompió el beso, se levantó de encima de mi y salió de la habitación con un estruendoso portazo.
Me dejó confundida, pensé que el también quería estar conmigo. Pero al parecer me había equivocado.
Me levanté de la cama y abrí la puerta, vi a lo lejos a Abraham sentado en un sillón de la casa perdido en sus pensamientos.
—¿Abraham?—hablé
—¿Si?—respondió
—¿Porqué te fuiste?. Pensé que tú también me deseabas tanto como yo a ti
—Lo hago—respondió cortantemente
—No, no lo haces
Estaba por irme pero me tomó del brazo
—No es eso. De verdad que no, tú me pones jodidamente duro con un solo beso. Provocas demasiadas cosas en mi, y ahora te juro que mis pantalones están por explotar—suspiró—pero tengo miedo, miedo a lastimarte y a mi bebé también.
—No me vas a lastimar Abraham
—¿Y si no me controlo?, sabes me mis instintos son fuertes hablando de esos temas. Te deseo demasiado ahora mismo.
—¿Y qué esperas?
Se veía en verdad preocupado, pero yo sabía que el no sería capaz de lastimarme.
Lo tomé de la mano y lo dirijí hasta la habitación. Me recosté y el también, pero el encima de mi. Empezó a besarme lento, y se notaba la inseguridad en cada movimiento. Pero tomé la iniciativa de profundizarlo todo.
Sus besos eran intensos pero tiernos al mismo tiempo, empezó a quitarme el corset del vestido con lentitud hasta deshacerse de el por completo. Dejándome solo en bragas. Lo ayudé a quitarse el saco y después la camisa. Sin dejar los besos en ningún momento.
Desabroché el cinturón de su pantalón en conjunto con el botón de este. Pronto sus pantalones no eran más un obstaculo.
Era cierto podía sentir ya lo excitado que estaba. Podá sentir como su cuerpo empezaba a temblar sin haber hecho algo todavía. Hábilmente se deshizo de mi ropa interior y la suya.
Y ahí estábamos los dos amándonos sin control, recorriendo cada espacio de nuestros cuerpos. Sintiendonos como nunca:
—¿Estás lista?—cuestionó Abraham con voz agitada
—Más que lista—respondí a penas audible
—Si te lastimo házmelo saber y voy a detenerme ¿Vale?—espetó preocupado
Yo solo asentí.
Y entró en mi, al principio fue lento y suave. Pero conforme pasó el tiempo lo hice sentir más seguro:
—Más por favor—le susurré al oído jadeando
Y eso bastó para que el se moviera cada vez más rápido, mi cuerpo se acoplaba a sus movimientos. Cada vez aumentaba la velocidad de las embestidas y mis caderas se movían al compás de las suyas. Él estaba a punto de llegar al clímax al igual que yo, jadeaba en mi oído y eso me excitaba aún más. Y llegamos sentí mi cuerpo liberarse junto al suyo tanto que sentía nuestros cuerpos temblar la tensión se había marchado, y yo me sentía en las nubes...
Nos vemos la proxima l@s amo
YOU ARE READING
Dangerous Man|| Abraham Mateo
RandomAbraham Mateo un chico que vivía la vida al máximo como cualquier muchacho de 18 años, vive con su abuela Dolores en España. No tiene familia o es lo que el creé, es un chico calmado y estudioso sueña con ser un gran empresario en un futuro, es el...