Capítulo 3.

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Me arden los muslos, me arde al caminar, pero aún así me siguen empujando con la punta del rifle  presionando mi espalda, siento que con cada paso acelerado que doy  las heridas se abren más. Estas ataduras cortan incluso mi circulación. 

Nuestro escondite estaba a muchos metros de aquí, me siento culpable por estar en esta situación y no hacer nada cuando el ejercito francés estaba tan cerca, pues sino fuera por mí, el chico de cabello castaño no estuviera pasando por esto, no estuviera siendo abusado por mi culpa.

—  no pueden adentrarse más—  Fueron las palabras que nos indicaron pero desobedecimos, con el ardor que que hay en mis pies me doy cuenta que este es el precio a pagar por no obedecer las claras órdenes que nos habían indicado.

  —  tengo miedo—  entre susurros y demás,Bastian me confesó esa noche su temor, podía ver sus ojos azules con el reflejo de mi familia, aunque estaba en la misma situación oscura no podía dejar verme así ante un chico ebrio de apenas diecisiete años y para calmarlo tuve que jurarle que no dejaría que algo malo le pasara y ahora  aquí estamos.

Seguimos caminando, cruzo varias miradas con ese rostro serio e inexpresivo que supo colocar desde ayer aquel chico, debe pensar que nuestro destino será como las del ganado,siendo descuartizados para alimentar una nación que sólo nos condena.

  — Bastian—  hablo entre dientes. 

 El cuerpo delgado de él da un paso en falso  tropezando, su pie gira en sí de una forma espeluznante haciéndome asustar al momento,puedo jurar que un poco más de fuerza y alguna parte de su pie se fuera quebrado, los estúpidos no tienen ni una pizca de interés de ayudarle y como respuesta recibe un golpe para que se levante. 

Seguimos caminando a un lugar  que no conozco,es evidente que no sé cuál será mi siguiente paradero pero esas escombros me hacen saber que nos dirigimos al oriente adentrándonos a la boca del lobo, los insectos son abundantes y me pinchan el torso poco cubierto,miro hacia el cielo intentando pedir compasión,clemencia si es que hay alguien allá arriba,algo que me duele a mí por estar dudando  de semejante divinidad,pero siento que en un par de semanas quedaré completamente loco y me olvidaré de todo.

  Tras una larga caminata que parece no terminar se ve algo entre la maleza,una pequeña luz y risas al fondo,—Esto no está bien—. Se siente más empujones que hacen caminar rápido y entre más nos acercamos más me percato que no estamos solos, hay un puñado de hombres con suficiente munición y armas para hacer volar más de medio vecindario, me quedo quieto al lado de Bastian mientras ellos parecen hablar sobre nosotros, sus miradas pícaras me hacen estremecer el estómago.

    — ¿aquí nos fusilaran cierto Adrien?  —  Bastian abre sus ojos bruscamente, al ver un par chicos  más grandes que ambos —. Todo es una mierda

   —  No pasará nada.

— Aggg— un fuerte golpe va a mi pecho, rompo el silencio en el cual Bastian y yo nos encontrábamos—Hijos de puta.

Alguien se levanta bruscamente sacando su revolver, mi mirada cae con nervios al piso. Haciéndome saber que tengo que guardar silencio y no responder. Ese chico parece estar bastante decidido. Así que Bastian y yo quedamos en silencio.  Siento su cuerpo rozando y apegándose cerca al mio, me acerco un poco más y se interpone varias veces mientras su vientre ruge. 

Aquellos hombres que con su mirada helada nos congelan, nos señalan de una forma despiadada que forma un nudo en mi garganta, Bastian se encoje de hombro y da un respiro largo.

   —No servirás ni para cargar  con esas piernas malas   — el traductor se acerca y dice señalando mis piernas   —. acomódate en el suelo ya.

Mismo Infierno [GAY] #M.IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora