Track 19.

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–Track 19–

High Road – Fort Minor

You can say what you have to say

cuz my mind's made up anyway

I'm taking the high road going above you

this is the last time that I'm gonna trust you

You can say what you have to say

cuz my mind's made up anyway

all that bullshit you talk might work a lot

but it's not gonna work today...

~*~*~*~

*Victor*

Había pasado un par días desde que Samuel y yo aclaramos las cosas, y esa mañana de miércoles me encontraba en su casa ayudando a servir el desayuno como solía hacerlo antes de todo el mal entendido: llegaba desde temprano a la residencia de los Jones.

—Toma, lleva esto a la mesa y sirve el jugo—, me indicó ofreciéndome tres vasos; —Marcus no debe tardar.

—¿Por qué siempre tenemos que servirle? No estaría mal que de vez en cuando él cocinara— respondí mientras hacía lo que me ordenó.

—No, eso jamás; sabes que no lo dejaría hacer de las suyas en mi preciada cocina—, elevó el volumen de su voz ya que estaba en ella.

—Ya está grandecito, además algún día tendrá que hacerlo solo; algún día tendrá que cocinar para Aiden— reí ante mi comentario.

—Él no será esclavo de nadie.

—Que sea atento con quien quiere y tenga esos detalles no quiere decir que sea su esclavo.

—¿Esclavo de quién?—, Marcus apareció aún con el cabello húmedo; minutos antes Sam le había ordenado que fuera a ducharse mientras terminaba de cocinar.

—De nadie— se apresuró a responder mi novio mientras salía de la cocina con un par de platos en la mano; —ven a comer que se va a enfriar.

El nuevo novio de Marcus era el tema en la mesa, aunque él dejó en claro que no le gustaba que usáramos el adjetivo "nuevo", ya que lo hacía parecer un objeto.

—Y bien, ¿Cuándo tendrá la decencia de venir a hablar conmigo?—; preguntó Samuel antes de darle un sorbo a su bebida; —debe venir a pedir tu mano—; Marcus casi escupe su comida cuando escuchó aquello, yo apreté mis labios tratando de disimular mi risa.

—¡Sam!— se quejó apenas se recuperó; —no seas ridículo.

—Bueno, pero algo ha de decirme—; entendí cual era su objetivo, estaba reclamando su lugar como hermano y amigo, además de que disfrutaba de apenar al chico y estaba funcionando ya que sus mejillas tomaron con color carmesí; —¿acaso él ya te presentó como algo más que su amigo ante su familia?

—Si— se apresuró a responder; —ayer lo hizo.

Mi novio frunció el ceño, —¿Y cuándo harás lo mismo? Apenas conocemos a... ¿Cómo se llama?— se dirigió a mi al hacer la pregunta.

—Leonard— contesté.

—Ah si, a Leonard; pero siempre oímos hablar de Abigail y de Lizzie—, hizo comillas con sus dedos al decir el último nombre.

—Se llama Lizbeth, es prima de Abigail.

—¿Ves? Ni siquiera sabía eso.

—Sam, debo irme, ya es tarde— miró el reloj y luego se puso de pie, —gracias por la comida—, rodeó la mesa y se colocó entre nosotros, rodeó nuestros hombros con sus brazos; —gracias, es bueno tenerlos de vuelta—, besó la mejilla de Sam y luego la mía; no podía negar que nuestra pequeña familia era maravillosa.

Misión. (Espionaje, 01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora