•°Prólogo°•

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Su rostro estuvo por varios meses en televisión, periódicos, redes sociales, espectaculares. A cualquier lado en el que se viera, todos buscaban a Odette.

La policía rondaba mucho más por las calles y la gente se sentía insegura. Los padres sobreprotectores, los niños confundidos. La noticia sacudió a la pequeña ciudad.

Su nombre fue tendencia, todos pedían su regreso, pedían justicia por ella, el vídeo de sus padres llorando y exigiendo por el bien de su hija rondaban por todo el internet.

El caso fue famoso durante muchas semanas, hasta que las pistas, rastros de ella, iban disminuyendo hasta volverse nulas. No había nada que la policía pudiera hacer, así que poco a poco, la empezaron a olvidar. Muchos simplemente supusieron que estaba muerta, y que su cuerpo jamás sería encontrado.

Sus padres, familiares y amigos nunca la olvidaron, la esperanza jamás se desvaneció. Recordaban su sonrisa, amabilidad, esmero y cariño hacia los demás. Tenía tantas virtudes, que sus padres seguían sin entender cómo alguien pudo sólo llevársela así y tratar de lastimarla.

Nunca encontraron su localización ni un motivo.

Ni siquiera Odette llegó a saber dónde estaba y a pesar de todas las palabras de él, nunca entendió por qué se la llevó.

Sólo él.

¿Síndrome de Estocolmo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora