Prólogo

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Mirando hacia el horizonte, estaba allá el monte cubierto por un manto nevado.

El fuego no era fuerte , no obstante calentaba más que si no estubiera , mi campamento estaba montado , propio para huir cuando fuese necesario, nosotros , fugitivos de un campo de entrenamiento para lobos , pero nosotros no eramos hombres lobo corrientes , eramos lobeznos de cristal , lobeznos con los ojos azules como el río más cristalino , como el cielo más raso , azul celeste casi blanco.

Huiamos , sin saber donde , corriamos sin saber si el porque corriamos era cierto , simplemente pasó , nos escapamos, no sabíamos si estabamos haciendo lo correcto, o si nos estabamos metiendo en la boca del lobo , no lo sabiamos , simplemente , huiamos de nuestro destino . Solo haciamos caso de nuestros instintos .

Lobeznos de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora