Capítulo 58 DAME TIEMPO

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Una vez que llegué a casa, bañé a Milán le di de comer y lo llevé a su cama. Nicolás llegaría tarde, pero pensaba esperarlo para hablar con él; tenía que hacerlo, mi vientre ya estaba tomando tamaño y es por eso que estoy usando cosas holgadas, y pijama para dormir, así es como Nico no se ha dado cuenta.

Pasaban las horas y yo seguía esperando, normalmente era de llegar a las once de la noche, once y media como muy tarde; pero ya eran las dos de la mañana y él no regresaba, así que decidí llamarlo...

*Llamada*

-¿Jazmín?- escuché desde el otro lado de la línea

Pero esa no era la voz de Nicolás

-¿Luis?-

-Jaz... ¿qué sucede?, ¿estás bien?-

-¡Eso pregunto yo!, ¿por qué no me atendió Forx?-

-Lo invité a tomar algo, estamos en un bar...- dijo poco convencido

-¿Se puede saber por qué no me avisó?-

-Él...-

-¡Luis!-

-Él tomo de más... no quería que llegara a tu casa así-

-¿Tanto te costaba decirme Luis?, ¡no sabés en la cantidad de cosas que pensé!, ¡yo estoy embarazada y encima ustedes que me hacen este tipo de cosas!, ¡no tienen dos años!-

-¿Qué estás qué?-

¡Otra vez yo y mi bocota!

-Mmm... ¿de qué hablas?-

-Jazmín, dijiste que estás embarazada-

-Yo... no quería decirtelo así, perdón Luis... antes iba a decirle a Nicolás pero no llegaba y me preocupé-

-Tranquila, ya mismo lo llevo a tu casa, mañana cuando estés en mejor estado hablamos-

-Gracias-

*Fin de la llamada*

Yo no lo puedo creer, este hombre ya no es un adolescente... ¿por qué toma más de la cuenta?, ¿por qué me hace esto?. Tiene una familia... ¿le pasará algo?...

Después de que estuviera torturándome con millones de preguntas sin respuesta, escuché que la puerta de entrada se abría, y podía oír como Luis regañaba a Nicolás, mientras que éste solo asentía como podía.

-¿Pensabas tardar mucho más querido?- dije acercándome a ellos

-Jaz... deja que te ayude a acostarlo, luego me voy-

-Puedo sola, gracias Luis-

-No estás en condi...-

-¡Puedo sola!- le corté

-Bueno, bueno... adiós-

Luego de que mi amigo se marchara, me acerqué a Nicolás que se encontraba tirado en el sofá de la entrada, tomé su cabeza entre mis manos y hablé

-¿Por qué?- dije con la voz quebrada

Abrió sus ojos como pudo y trató de enderezarse

-Yo...-

Apenas si podía estar sentado, no le salían las palabras... ¿cuánto habrá bebido?

-Nicolás... ¿por qué lo hiciste?, tenés una familia, me tenés a mi, tu hijo, y...-

-Ba...sta... - me cortó

-¿Basta me decís?... que poco hombre sos, no eras de más joven lo que sos ahora- dije molesta

¿Por qué te cruzaste en mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora