Mírala.
Tan solo eso. Mírala.
Mírala y te darás cuenta que no hay nadie igual a ella, que jamás lo habrá.
Mírala sonreír.
Caminar.
Charlar.
Mírala.
Pero mírala de lejos. No te acerques a ella. Y es que ¿Cómo te puedes acercar a algo tan frágil y perfecto sin tener miedo de destruirlo?
No puedes.
¿Se considera un delito, algo prohibido, mirar a algo tan hermoso desde las sombras?
No lo sé... Pero eso no importa ¿Verdad?
Entonces mírala de lejos. Sí. Mírala escondido detrás de la puerta de tu casillero. Como el cobarde que eres.
Como el cobarde que siempre serás.
Y como el cobarde que nunca podrá tenerla.
Tan solo mírala como lo inalcanzable que ella es para ti.
Mira a Erica.
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Erica
Short StoryTal vez sean sus ojos, que te penetran solamente con cruzar una mirada rápida, lo que te deja hechizado, sin aliento. Tal vez sean sus rizos dorados, que parecen estar sacados de un rayo del sol del mediodia, lo que la hace brillar como a ninguna o...