VI: Revelaciones y búhos nocturnos

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La nota de autor va arriba esta vez, pero tiene un importante motivo: hay un error terrible en el capítulo pasado. Revisé el borrador cientos de veces, ¡pero se me pasó un error terrible! Cuando Blue dijo la letra que aparecía en su nombre, tenía que decir "o", pero tecleé mal y escribí una "p". ¡Lamento muchísimo el error! Es por eso que les traigo un capítulo más, en compensación. ¡Ahora disfruten la lectura y maquinen teorías!

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Releí el mensaje ochenta veces, frustrada. ¿Es tonto o qué? Ahora esto más que una ventaja era una desventaja. ¿Cómo salía de esta sin desvelar mi identidad? Decidí hacer lo mejor que sé hacer: escribir. Imaginé a un personaje listo e ingenioso en mi misma situación. ¿Qué haría?

Si le decía a Pete que yo era el agente encubierto, mi identidad correría peligro. Si no le decía, entonces seguiría la insinuación hacia mi persona. ¿Qué podía hacer? Pensemos: tal vez... ¡Podría fingir que no lo sé y negar cuando me acusen! Nadie tendría pruebas suficientes como para decir que yo soy el agente encubierto, así que sería bastante sencillo.

La agente Blake fue lo suficientemente ingeniosa como para resolver mi caso. ¡Gracias, Alyson! Ahora, era hora de entrar en ese plan. Y la clave era simple: darle pistas a Blue desde un usuario falso que lo guiaran hacia mí, para después demoler su teoría y que deba empezar de cero. Ingenioso.

* * *

— La semana que viene voy a tomar un examen sobre esto. Yo que usted me despierto, señor Blair —dijo el profesor de matemáticas mirando mal a Chris, pero él ni se inmutó. Cuando iba a decir algo más, tocó el timbre. Claro, eso sí despertó a Chris.

— Tomá las notas, Aurora.

Dejé mis apuntes de la clase sobre su banco y él me sonrió, agradecido.

— ¿Me explicarías el motivo de esas ojeras? —le pedí. Él asintió y bostezó antes de hablar.

— Estuve despierto hasta tarde —contestó.

— ¿Haciendo qué? —cuestioné.

— Cosas —respondió mientras se frotaba los ojos.

— ¿Por qué hacés esas "cosas" de noche y no de día? No es la primera vez que te quedás dormido en clases esta semana —le recordé.

— De noche estoy más inspirado... para hacer esas cosas. —Iba a hacer otra pregunta pero, cuando volví a mirarlo, él ya estaba dormido.

* * *

Hoy era el día: hora para empezar con mi nueva novela. Aunque en un principio planeaba que Villano, el spin-off de las Crónicas del Reino Mágico, fuese mi pieza de escritura para Perseo, Chris me obligó a meditarlo y me dio el empujón necesario para crear un nuevo mundo fantástico. Decidí que esta novela no sería como PODEROSA, que tenía cada punto planeado. No, esta sería guiada por los personajes. Bloom no metería sus manos. Crearía los personajes y los objetivos, pero ellos serían quienes decidirían el final de esta aventura.

Así que, sin más, empecé a escribir, dejando que las palabras fluyeran hacia la pantalla. En un día escribí dos capítulos. Ya a las seis y media, dos horas después de haber empezado, decidí que era buen momento para poner un punto final y despegar mis manos del teclado. Era viernes por la tarde, así que no había mucho que hacer. Mamá y Tristan habían salido, mi hermanastra estaba en lo de su mejor amiga (porque irían a la fiesta de Fitz) y yo me había quedado sola en casa, cosa que no me molestaba.

Saqué el modo avión del celular (era necesario a la hora de escribir), y me encontré con un mensaje de Chris que me mandó hace unos minutos.

Chris: ¡Hey, Naomi! ¿Qué planes tenés para esta noche? ¿Vas a la fiesta de Fitz?

La Escritora de WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora