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Y así como lo había dicho Leroy.

Estaba frente a frente en la puerta con Yuri recargada en esta; sus cabellos estaban despeinados, tenia la pillama y con ojos de querer matarlo ahí mismo.

—Leroy... ¿Qué diablos haces aquí? ¡Largo, dije que no iría! —hizo el amago de cerrar la puerta en su cara, pero este lo detuvo, poniendo la punta de su zapato.

—¿No me dejarás pasar?, mi casa esta a 3 kilómetros gatito, vine a pie — dramatizaba Leroy.

—No exageres Leroy, tu casa esta a 3 cuadras de mi departamento, ¡No a 3 kilómetros! ¡Además traes auto! ¡Vete!— de nuevo intento cerrar la puerta, pero JJ la empujo entrando por completo.

—Es lo mismo. Vine por ti.

—JJ son las dos de la tarde ¡Es mi día de descanso y estaba durmiendo! ¡Lo arruinas!

—Te dije que vendría por ti. Y ya deberías estar vestido, son las dos de la tarde. Olvidaste nuestra cita.

—Te vuelvo a repetir, es mi día de des-can-so ¡Mierda JJ eso fue en la madrugada, era normal que lo olvidará!— Yuri estaba casi sacándole a 'patadas', al ver que no podía se rindió — ¡Bien!, dame 10 minutos.

Mientras Yuri se vestía, Jean inspeccionó el departamento de Yuri, era simple; Una cama, cocina, baño, en fin lo indispensable y claro no faltaban los gatos de peluche y otras cosas que le daban sus fans que estaban en un mueble, bien acomodados y pulcros.

Y por ultimo su gato de verdad que dormía plácidamente en la cama.

Camino hacia esté y lo acarició sacándole uno que otro ronroneo. 'Eres igual a mi gatito'.

—¿Qué haces? Vamos.—se sobresalto al escuchar a Yuri, se levantó y adelantó para abrir la puerta, Yuri lo miro confundido.

Sonrió—Primero las damas.

—Tks, no soy una dama, idiota.

Jean aparte del restaurante, lo había llevado a la feria de su ciudad. Yuri no se esperaba tal detalle, pero disfrutó de los juegos.

—¿Vamos a la montaña rusa de ahí?—señalo una montaña de casi 4 o más  metros de altura, Jean miró a la dirección señalada y tragó seco asintiendo.

No podía creer que Yuri aún no se cansara y le gustarán los juegos más violentos.

Yuri jaló del brazo a Jean subiéndose en primera fila, Jean ahora si temió por su vida.

—Si no quieres podemos irnos a otro.—dijo Yuri al ver el estado de Jean.

—Estoy bien.

Yuri dudó, pero al final sonrió de nuevo, el juego había empezado.

(...)

—¡Eso fue maravilloso!—comentó Yuri saboreando un helado que en esos momentos estaban disfrutando, reía y contaba lo maravilloso que se sintió su primera vez en ese juego.

Jean... ni hablar.

Ese día fue uno de lo mejores para Yuri, se sentía feliz de no haber rechazado la invitación, aunque nunca la rechazó.

Jean se sentía que iba a caer en algún momento, hubiese considerado ese uno de sus peores días. Pero su Yuri estuvo ahí y eso le hacia muy feliz y especial.

Gracias por su infinito apoyo a esta historia.

Con amor ❤
—BskCin