°Desencantado°

3 1 0
                                    


  Habían pasado ya tres años desde que mi esposa me había abandonado,¿el porque?,porque le prestaba mas atención e importancia al trabajo, pero bueno,mi mundo entero era la empresa que mis padres habían dejado a mi merced,era un excelente hombre de negocios a mis 27 años, el mejor hombre para cualquiera, pero ella era demasiado buena para mi, no le interesaba mi dinero, en cambio no le parecía indiferente uno de mis amigos, de mis mejores amigos,mi primera lección de vida siempre había sido, ''No confíes en nadie'', no se porque lo habré olvidado. Después de aquella separación ingenuamente había perdido mi tiempo pidiendo disculpas, llenando su buzón de cartas olvidadas y en su puerta rosas que poco a poco se marchitaban en espera de una respuesta. Lo había dejado por un tiempo, yo estaba asimilándolo, pero poco después me enteré por uno de mis subordinados que ella estaba esperando un bebe e iba a formar una familia con alguien mas, a partir de ese momento mi vida personal se había ido al carajo, me comenzó a interesar únicamente el ganar dinero,porque según, era para lo único que servia,¿de cuando acá eso era malo?,me había convertido en un hombre sin corazón, sin embargo sentía que mi alma a abandonaba mi cuerpo cada noche yendo en busca de ella, dejándome vació en medio de la obscuridad. Me encontraba apartado del mundo por las cuatro paredes de mi oficina, iba sintiendo me cada vez más pequeño entre estas. Viviendo un infierno que, sin importar cuánto lloraba no se extinguía,lo tenia todo, pero en mi interior no tenia nada,el fuego que ardía en mi interior crecía cada segundo, minuto y hora, expandiéndose aun más. Estaba tan cansado de escuchar las mismas mentiras, cansado de vivir con ese pesar que nunca me abandonaba, sabia que nada aliviaría el dolor como el regreso de quien dejo el desastre en mi cabeza, joder esa persona parecía haber sido un invento mio y todos sabían que había sido culpa mía, mientras respire todo lo que pase en mi mente es tan solo un sueño. Me consolaba el echo de que esa persona lucia cada vez más borrosa, quizá comenzaban acostumbrarme a las pesadillas. Aquellos que aseguran que el infierno está bajo nosotros, se equivocan, el infierno no es un lugar, el infierno es un sentimiento, el único que puede llegar a matar.  

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 31, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I will follow you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora