Donde tú vayas... iré [Visión Matt Cortez] I

Capítulo 34

"Mis normas, mis órdenes"

Es linda sigue siendo igual. Su cabello medio rizado me encanta, y esas piernas. Me siento a su lado sin articular palabra y continúo mirando. Hasta que Roth rompió el silencio.

-¿Qué he hecho? -dijo sollozando -... ¿Por qué estoy aquí?

Pobre. Ví que sus lágrimas seguían cayendo así que las seque.

-Así que tú vales 1 billón de dólares... interesante. -dije.

Ella me miraba como si estuviera pensando. Quito mi máscara de casi 100 dólares y la lancé. Vuelvo a poner mis ojos en ella.

-Eres linda Roth...
-¿Q... qué?
-Y al parecer... desempleada.
-No... yo tengo un trabajo.
-¿Cuál? -respondí.
-Soy secretaria de una empresa y garzona en un restaurante conocido...
-Y ser garzona ¿crees que me sirve? -dije un poco severo.
-N... no lo sé...
-De ti... sólo me sirve como mi juguete... puedo hacer contigo lo que quiera...
-Te equivocas...
-¿En qué?... explícame en qué me equivoco, ¿en que no soy tu dueño?
-Exac...
-¿Por qué no terminas la frase Roth?

Lo siento... Lamento haberte metido en todo esto. Sus lágrimas seguían saliendo.
Ahora, quiero tocarla para darle a entender lo que haré con ella. Me acerqué malicioso.

-Eres realmente deliciosa.

Me acerqué a su boca y la besé, bajo por su cuello lamiendo y mordiendo, me senté y arranqué parte de su camisa. Los botones volaron y pude ver el lindo corpiño de Roth.
Volví a sonreír y de su cuello lamí hasta el centro de sus pechos. Siento su cuerpo vibrar. Creo que sigue siendo virgen.

-Deten... detente...
-No tengo por qué obedecerte... -dije.

Continué. Bajé a su ombligo y su cuerpo respondía a mi lengua.

-Déjame por favor.
-(...) -suspiré de mal humor -... Realmente eres desesperante.
-Por... por... fav... favor... detente...
-Yo me detengo cuando quiero.

Amo el movimiento de sus caderas al estar excitada. Metía mi lengua de vez en cuando a su ombligo. Mis manos jugaban con sus muslos haciendo que su cuerpo reaccionara.
Sus caderas se movían solas... Me encanta.

-¿Q... qué quieres?
-A ti... -dije.

Volví a subir hasta llegar a su cuello sin dejar de tocar y rozar las piernas de Roth con mis manos. ¿Me recordará?
Querida, siento que quieres escapar de mí, pero, gasté más que un billón de dólares por ti. Eres mía, y tú madre lo sabe.
Intenté besar su boca pero la movió. Odio eso. Agarré su mentón con fuerza y la besé brutalmente hasta que abrí su boca. De repente sentí sus dientes, me mordió. Qué tierna.

-¿Así que eres bruta? -dije con mi mano en la boca -...tendré que corregir eso... te castigaré. Quizás me detuve antes al no hacerlo, pues, éramos menores de edad. Pero ahora eres mía, y corregiré eso quieras o no.
-¿Menores de edad? ¿Q... quién eres?
-Creía que ya te habías dado cuenta...
-¿Ah?
-(...) -suspiro -... Eres más tonta de lo que yo creía.
-¡No me digas así!
-¿Me gritaste?

Me acerqué y le mordí el cuello.

-¡Basta! -me gritó.
-¿Aún con esa actitud?

Lamí y mordí su cuello, mis manos volvieron abajo y me aseguré de tocar su clitoris de vez en cuando para sentir sus caderas chocar con las mías. Me senté y la miré.

-Pareces un tomate por lo roja que estás ¿Por quién me tomas?
-¿Q... qué? No le entiendo...
-Me refiero a... olvídalo. -suspiro -... ¿Te acuerdas de mí?
-¿Eh?....
-Que si sabes quién soy... que mentecata eres.

Ella me miró como si me estuviera analizando, qué tierna se ve.

-T... tú... eres... ¿MATT?
-¿Ahora te das cuenta? ¿Qué crees que significa la letra "C."? Obvio que Cortez.

Me río en mi interior al ver el pánico en su cara.

-¡Aléjate, aléjate de mí!

De repente comenzó a rodar hasta llegar al borde de la cama, y cuendo iba a caer de cara le tomé de las esposas y la tiré dejándola de cara a la cama, me subí sobre ella.

-¡Aléjate!
-¡No me grites!

Lamento esto Roth. Comencé a darle nalgadas hasta que se callara.

-Por fin te callas. -dije.

Me levanté y la volví a dar vuelta, la agarré de la camisa haciendo que se siente y la acerqué a mi.

-Pórtate bien, todo depende de tu actitud, si te portas bien conmigo durante un tiempo, quizás te deje. Ahora, te voy a soltar.

Las llaves estaban es sus esposas, así que con un click en cada una, la solté. Me aparté por seguridad y hablé:

-Tengo que salir, evita meterte en problemas, te vendré a buscar en 5 minutos.
-Oye... ¿Y si me escapo?
-(...) -sonrío mientras abro la puerta para salir -Igual te encontraré...

Cerré la puerta y caminé por las escaleras hasta el lugar de la subasta. Alguien tocó mi hombro y me giré.

-Joven Monterrey.
-Joven Cortez. Vaya tiempo sin vernos, ¿no?
-Lo mismo digo.
-¿Se ganó algo de la subasta?

A Roth.

-Sí, unas cuantas cosas.
-Me sorprende que no haya participado en todo lo que se vendía. Usted está casi podrido en dinero.
-Ja, -sonreí -tiene razón, estoy casi podrido en dinero. Bueno, debo ir a pagar.

Nos inclinamos y me fui a pagar algunas cosas, entre ellas, parte del dinero en Roth.

¿Creían que no había pagado por Roth? Por seguridad mijos, por seguridad.
Bueno, espero que les haya gustado <3
Nos vemos.