Aunque mas bien gue un mini-maraton
Me mire por ultima vez frente al espejo. Utilice el encantamiento que uso Rose en la fiesta de cumpleaños de Scorpius, llevaba ropa muggle, una delgada chaqueta negra, un camisa blanca y un pantalón caqui. Le sonreí a mi reflejo, definitivamente estaba bien bueno. Tome mi varita y el "celular" muggle que tía Hermione nos había regalado a todos. Baje las enroscadas escaleras y me pare frente a la puerta, la abri rapidamente mientras observaba que nadie me viera mientras me escapa a Londres Mágico.
- ¿Donde se supone que vas jovencito? -dijo mi madre detras mio.
Mierda, maldigo a los instintos ninja de las madres.
-Pues... voy a salir -dije como si fuera muy obvio.
- Aja -dijo mirándome con una ceja levantada -¿Por qué estás tan arreglado?
- ¿No podrías confiar de que no haré nada malo y simplemente dejarme ir? -dijo con una pequeña sonrisa.
- Eres mi hijo Albus -dijo paciente mi madre -Claramente me tengo que asegurar que no incendies medio mundo o en tu caso congelarlo. Así que ahorrémonos este tipo de conversación y suelta de una vez ¿A donde vas?
- Me voy a... -susurre avergonzado.
-Deja al chico Ginny -dijo el tío George dando su característica sonrisa traviesa -¿Acaso no lo captas? El chico va para un cita. Así que no le molestes.
- No te metas George -dijo seria mi madre -No es tu asunto.
- Vamos Ginny ¿ahora vienes con la sobreprotección? -dijo riendo -Albus se sentiría avergonzado al saber que eras una jodida acosadora.
- ¡Callate George! -chilló mi madre.
- Nope, no te incumbe -dijo acercandose a mi -Era la fan número uno de Harry Potter. Si al principio tu padre parecía huirle. ¡Tenía un poster! También se metió en tremendo problema solo por qué Harry no le colocaba cuidado.
- ¡George! -dijo escandalizada mi madre, comenzó a tratar de taparle la boca.
- Además de que luego se volvió la novia de mitad de Hogwarts -Mi madre siguió tratando de hacer que se calle.
- ¡Mamá! -grito desesperada -¡George no se calla!
Se metió rápidamente a la casa y se dirige a la cocina.
- ¡No le creas Má! -dijo george desde la puerta guiñandome un ojo, luego se metió a la casa.
¡Te debo una tio George!
Corri rapidamente hasta llegar a una carretera donde pasaba un bus muggle que se dirigía a Londres. Me subi rapidamente y me senté esperando a que llegara. Al rato me baje a unas cuantas cuadras del caldero chorreante mire el celular muggle.
1:40
Comencé a caminar rápidamente y al llegar al caldero chorreante entre sentándome en la barra.
- En este lugar no le damos alcohol a los menores -dijo el dueño limpiando unos vasos.
Le sonreí y saqué mi varita mágica. El asintió y me señaló con la cabeza detrás del local, me esperaba un señor con una gruesa capucha. Toco rápidamente los ladrillos y ante mi se abrió el Callejón Diagon. Le di un Knucle y respire profundo di un suave paso y trate de caminar lo mas calmado posible. A un me desagradaba ser el punto de atención de las personas. Escucha el molesto murmuró de mi apellido junto a algunos chismes que incluyen Durmstrang y chico demasiado guapo. Si lo se, soy demasiado bello superenlo regaladas. Mire el balcón de la heladería Florean y pudo ver una melena rubia.
ESTÁS LEYENDO
Solo cambiemos de rumbo
RomantizmÉl en definitiva era mi perdición, sus ojos plata y personalidad afilada me traían completamente loco. Lo sabía desde aquel momento en que conocimos en el tren, sabía que Scorpius Malfoy sería el único que podría adorar con una sola sílaba dada...