Son un centenar de demonios luchando contra mi voluntad, y estoy acá, mirando tus dañadores ojos que al final actúan con un efecto positivo, ni puedo pensarlo, es tarde, el sol cayó, no tengo idea de como continuar mi vida, ¿deberé irme? ¿O debo quedarme? ¿Habrá alguien que valga la pena? Son todas preguntas que me hago a estas horas. Soy diferente, lo presiento. ¿Será que por dentro tengo un mar de inexplicables furias? Causas algo que todavía no descubro que es, pero me gusta. Haces desencadenar toda la ira contenida. ¿Como es que tan profundo de mí hay una bodega donde se alojan sustancias que no se pueden pronunciar?
Tres y media, marca el reloj. No se si debo seguir con el mundo, ¿debo exiliarme o me quedo? Son solo preguntas sin respuesta que me matan por dentro, me siento invisible, nadie sabe esto. Tengo que resistir, no debo rendirme, pero me tienta saber el plan b. No es lo correcto pero siento en mis huesos que va a funcionar, no, no, la conciencia me mata, basta, basta. Lo correcto siempre es lo mejor, y así debe ser.