Era ya de noche, una noche fría y helada, y una chica de trece años subía por una montaña con su bicicleta presintiendo de que encontraría allí algo.... ¿mágico? Estaba en lo cierto en la cima, encontró a una mujer, una joven, muy bella, parecía una princesa ante sus ojos y al lado alguien oscuro que brillaba como el fuego. Se volvió hacia aquella mujer tan hermosa hasta que descubrió detrás de ella una mano, bueno cuatro con un anillo muy familiar, demasiado....; ¡sus padres! Pero, cómo, no podía ser, no, era una pesadilla, un horrible sueño... Empezaron a caerle lágrimas de cristal por su mejilla; y aquella mujer vestida de blanco, ya no la veía como un ángel, sino como alguien malvado que había matado a sus padres. La extraña sacó una daga de su bolso con intención de matarla....., hasta que sin saber cómo, ni dónde aparecieron de repente dos otros jóvenes. Juliet gritaba, y se levantaba cada vez que se caía, pero uno de los chicos la cogió y se la llevó.
Se despertó, todo había sido un sueño, pero... ¿y su habitación? Era un cuarto gélido y oscuro. Salió a investigar, donde se encontró al muchacho que la había alejado de la chica; en cuanto lo vio, se tiró encima de él y empezó a gritarle, pegarle, mientras sus lágrimas de hielo se derramaban al suelo y rompían al caer; sabía que era absurdo, sus padres ya no estaban pero eso no quiere decir que no se desahogase con él y le echara la culpa de porque le había llevado a aquel lugar lejos de su familia y....... planeta. De pronto, se topó con el otro, que la cogió por los brazos y lo separó de él. Ella seguía gritando y gritando hasta que al que había sido agredido por ella, de alguna forma la calmó y empezó a hablar.
- Me llamo Nordel y este es Mikonda. Somos guerreros en busca del copo y la estrella perdida. Mikonda, domina y habla con los animales, yo soy simplemente un mago novato, comparado con el poder de Midún..... -dijo el chico al que me había lanzado sobre él
- No te juzgues Nordel, sabemos que si los encontramos ya no está nada perdido.
- Llevamos años buscando sin ninguna respuesta. Pero Hurasis el hijo de Midún nunca se equivoca. Sabes que buscan a gente que destaca entre los demás por algún poder procedente de Ducius.
- Mmmmm sigo aquí - dijo Juliet .- ¿Se puede saber dónde estoy? ¿Y qué es Ducius?
- Te encuentras en Lundith, nuestra pequeña tierra alejada de la Tierra y Ducius. Es como... la luna de la Tierra, pero en vez de tu planeta, del que procedemos. Donde estamos, es... una pequeña fortaleza - respondió Nordel
- Se puede saber por qué me pasa esto a mí - comentó Juliet con brusquedad
- Puess...., ayúdame Mikonda
- Eres distinta. No eres humana y te han pillado por algo mágico que has hecho, aunque aún no te hayas dado cuenta hasta ahora
Se quedó sorprendida.
''¿Ella? ¿Poderes mágicos? Ni hablar.... aunque...., ahora pensándolo si habían pasado cosas raras.... alguna vez...'' - pensó hacia sus adentros.
Mikonda al soltarla, salió corriendo, no sabía a dónde, pero la cuestión era alejarse de ellos, de este mundo extraño. Hasta que percató una sombra clara pero rápida y ligera, más bien brillante...
- ¡Hola! - saludó el chico
Juliet, se fijó en sus ojos, no era un color normal, eran amarillos y verdes, pero seguía sin saber nada, así que se sentó hambrienta en una silla; y el chico al no tener respuesta siguió hablando.
- Me llamo Sebastián y tengo dieciséis años. Soy un aprendiz guerrero, y estoy aquí porque en la Tierra o en otro lugar me pasan cosas extrañas que no entiendo, pero gracias a Mikonda cada vez va para bien pero sigo sin saber quién soy. Ni una sola respuesta.
- Yo me llamo Julieta y tengo trece, trece, trece años - por alguna razón se le trababan las palabras y su corazón latía con fuerza al mirar a aquel alto, delgado y de pelo moreno chico.
- Si nos estás entendiendo, y estás hablando, quiere decir que procedes de Ducius, un lugar oscuro y malvado. Como te he dicho las personas, aunque no son personas, nos llamamos duciístas; bueno sigo, hablan un idioma que no entiende la familia ni nadie, sólo la gente... mágica, que posee algún poder. Juliet, ¿tus padres te entendían?
- No
Al decir esto, Juliet salió otra vez corriendo hasta parar a un hermoso balcón, dónde se lanzó con todas sus fuerzas, pero sabía que no serviría de nada. Sebastián se dirigió hasta donde había caído ella, pero no vio ni un rasguño, ni uno.
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Ducius, mundo helado
Teen FictionTe presento a Juliet, una chia qque va a descubrir poco a poco que no es una persona, sino algien procedente de Ducius y no de la Tierra...... o eso cree ella. Junto a sus amigos vencerán a la oscuridad.