Llevo ya cinco días viviendo en casa de Eskild y Linn. Es jueves y estoy volviendo de clase a casa.
Tengo muchas ganas de que llegue mañana viernes. Tenemos una pre fiesta en casa de Eva y después iremos a una fiesta de los chicos del 97, si no me equivoco. El día pinta muy bien, la verdad.
Cuando llego a casa me encierro en mi cuarto y cojo, como siempre, mi ordenador y paso horas y horas navegando sin parar por internet. Esa es básicamente la descripción de todos los días de mi vida.
Estoy mirando de ropa de la temporada de una de mis tiendas favoritas, cuando de repente me sale una especie de anuncio publicitario. Que resulta ser de porno gay.
Sin querer (o queriendo, no lo sé) hago click en el enlace y la página de me abre automáticamente. Es una de las páginas que ya he visitado anteriormente, así que sé más o menos cómo funciona.
Me pongo uno de los primeros vídeos que me aparecen y observo cómo un hombre le está chupando el culo a otro y después le empieza a comer el pene. "¡Qué asco!" -piensa mi cabeza. Pero otra parte más íntima de mi cuerpo dice otra cosa.
Cuando el vídeo estaba en el momento con la mayor cantidad de gemidos, Eskild entra sin llamar a la habitación.
-¿Qué estás haciendo, pequeño Isak? -me pregunta alegre mientras que a mí por mi parte casi me da un ataque al corazón del susto.
Paro corriendo el vídeo, pero es tarde. Eskild ya se ha dado cuenta de lo que estaba viendo.
-No es lo que parece -intento justificarme moviendo las manos sonrojado.
-No pasa nada, peque, es algo que todos hemos hecho. Es natural -me comenta como si nada.
Admiro lo normalizado que tiene todo lo relacionado con el sexo y la homosexualidad. Le admiro mucho en ese sentido, y es algo de lo que me he dado cuenta viviendo con él.
-Pero, oye... Si quieres yo puedo conseguirte algún chico para que esas cosas las hagas con él -yo me quedo en blanco, sin saber qué decir-. Mira, descárgate esta aplicación, es para homosexuales noruegos. Ya verás, seguro que consigues quedar con alguno muy guapo.
-Eskild... No... No me gustan los chicos.
Eskild se queda pensativo. Y yo sin saber qué más decir. El comentario de Eskild me ha dejado demasiado pensativo.
-Vale, pues... Nada. ¿Quieres merendar algo? Tengo hambre, ¿tú no?
-Sí, supongo...
-Por cierto, ¿tienes algún preservativo? -pregunta Eskild-. Tengo un amigo que viene hoy a casa, ya sabes.
Y me mira con una cara que me hace estallar a carcajadas. Saco un preservativo del cajón que tengo al lado de la cama y se lo entrego.
-Gracias, oh, Isak, mi salvador.
Ambos reímos. Y yo, por mi parte, cada vez le estoy cogiendo más cariño. A pesar de que a veces me incomode con la homosexualidad y demás. Me hace plantearme cosas y pensar mucho.
Aún estoy debatiendo si eso es bueno o malo.
n/a: Gracias de corazón por estar ahí siempre. Os amo.
-Christian.
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Hold Me Close // Evak.
Short StoryEl único amor más fuerte que el de Even hacia Isak es el de Isak hacia Even.