Track 24.

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–Track 24–

Easer to run – Linkin Park

It's easier to run
Replacing this pain with something numb
It's so much easier to go
Than face all this pain here all alone.

~*~*~*~

*Abigail*

Hacía más de media hora que Aiden debía haber llegado, llamé a su casa y no contestaba, decidí tratar de localizarlo por medio de su móvil y obtuve el mismo resultado. ¿Dónde se habría ido?

Aunque pensándolo bien el día anterior había llegado de Berlín y de seguro se había quedado dormido; así que pensé en esperar un poco más pero al hacerse más tarde me comencé a preocupar.

—No, no está conmigo; ayer justo después de su revisión médica se fue a casa, tal vez se quedó dormido— del otro lado del teléfono, explicó Leonard coincidiendo con mi primera sospecha.

—¿Tú lo crees? Hace casi tres horas que debió llegar. Es el día libre de Lizzie y Aiden prometió que estaría aquí justo a tiempo.

—Despreocúpate. ¿No piensas que estás exagerando un poco?... Eh... —escuché que alguien le hablaba a lo lejos, —Debo irme, paso por tí en la tarde; te quiero, adiós—, colgó.

—Al diablo la jornada de hoy—, mascullé, no había nadie, los últimos clientes habían salido antes de que llamara a mi novio así que me quité el delantal, apagué las cafeteras, fui por mi mochila donde se encontraba mi portátil y cerré el local. Me dirigí a la parte de atrás, al área de carga, y tomé mi motocicleta, tal vez estaba exagerando pero no importaba.

*Victor*

La noche anterior Sam y yo nos habíamos quedado en la sala de mi casa, él me había contado todo, desde los detalles de aquella misión fallida hasta su encuentro con Luna, cuando inevitablemente se quedó dormido lo sostuve entre mis brazos y lo llevé a mi habitación para poder hacer lo mismo a su lado; aunque el gusto no me duró tanto como lo hubiera deseado.

—Ya levántate, perezoso—, se removió debajo de mi brazo, ya estábamos despiertos desde que los rayos del sol entraron por la ventana pero nos habíamos quedado recostados, —¿que no tienes hambre?

—No— gruñí.

—Pues yo si— se liberó, —iré a la cocina, y más vale que no tardes— sentenció antes de levantarse de la cama.

El desayuno fue bastante animado, al final yo me quedé a recoger la mesa y lavar los platos mientras él tomaba una ducha, yo ya la había tomado mientras él preparaba la comida.

Pensaba en lo mucho que me gustaría que nuestra vida fuera así, sin preocupaciones; pero por otro lado me gustaba mi trabajo, y con lo que Sam me había relatado el día anterior las cosas se complicaban y se hacían más peligrosas.

Terminé con lo mío y me dispuse a ver la televisión, aunque estaban transmitiendo una película de acción no podía dejar de pensar en todo lo que había platicado con mi novio; trabajar a escondidas de los directores generales, o sea, de los altos mandos, era traición al país.

Una vez que Samuel estuvo listo, nos abrigamos y salimos a la calle, era casi el medio día pero el ambiente era frío ya que estábamos en los primeros días de diciembre. Subimos al automóvil y nos dirigimos a su casa.

—Marcus debe estar con Kelly— dijo Sam cuando aparcamos en su portón.

—¿Sigue ensayando? ¿Aún con este frío?

Misión. (Espionaje, 01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora