360° Cambio Definitivo

Capitulo 1: Un Dia Raro

Primer día de escuela, creo que nada puede salir mar, o eso fue lo que pensé al levantarme es mañana, el día anterior aviamos llegado a la nueva y enorme casa, una demasiado grande el espacio abundaba en el lugar pero como siempre mi querido padre quería algo lujoso para sus hijos, era un gran empresario por lo que tenia dinero de sobra para todo lo que la casa nos daba.

Desde pequeña crecí con todos alrededor diciéndome que tenia que ser perfecta, no podía cometer ningún error frente a mis padre o sus queridos amigos de la alta sociedad. Me levante de mi cama para lavarme la cara y los dientes, luego colocarme aquel uniforme a cuadros de un Colegio de ricos en el que me habían puesto a mi y a mi hermano, baje la escaleras a toda prisa casi cayendo de las escaleras con mi mochila, donde ya se encontraba mi hermano y mi padre listos para partir a ese tan nombrado colegio.

-¡Te tardaste demasiado enana!- digo agarrándome de los hombres mientras me agitaba con fuerza, logrando que todo mi cabello se hiciera hacia el frente cubriendo todo mi rostro.

-Deja a tu hermana en paz, estas arruinando su uniforme- note su tono de frialdad a kilómetros, siempre se enojaba por ese tipo de cosas, mi hermano me soltó con algo de enojo y cansancio caminado hacia la salida de la enorme mansión, salí del jugar detrás de el subiendo al auto seguidos de mi padre, quien comenzó a conducir en dirección a esa escuela que en realidad no quedaba a gran distancia de nuestro ahora hogar. Una vez, delante de aquella gran y lujosa escuela nos dejo allí esperando a que ingresáramos lo cual hicimos observando todo lo que a nuestro alrededor se presentaba, nos separamos cada uno a nuestro salón mientras trababa de no perderme.

Encontré mi salón después de unas cuantas vueltas y entre con la cabeza baja algo apenada por mi tardanza, todos sentados en sus lugares voltearon a ver a la puerta lo cual ocasiono en mi un gran nerviosismo haciéndome tartamudear al hablarle al maestro que tenia una mirada fría puesta en mi.

-S...siento l..la t..tar..tardaza- mi voz algo entrecortada y nerviosa hizo que el profesor dejara de clavar su mirada en mi y volteara a ver a sus alumnos.

-Me han informado que es nueva, es demasiado descortés llegar tarde en su primer día de clases- hablo de manera fría mientras se cruzaba de brazos- tome un lugar donde lo desee y preste atención a la clase y trate de no deshonrar a su familia en el camino- dio media vuelta al pizarron donde comenzó a anotar algunas cosas respectivas de la clase.

- Gracias - dije en voz baja entrando a la clase, busque un lugar donde sentarme tratando de evitar la mirada de algunos, esas miradas serias y oscuras que atravesaban mi alma cada vez que volteaban a verme, no se si en realidad exageraba o no, pero eso era lo que sentía en ese momento, divise el ultimo lugar vació, al lado de un chico con el uniforme mal colocado y algo despeinado que no encajaba con todos los allí presentes, me acerque al lugar dudando en sentarme o no, lo cual al final termine haciendo dejando mis cosas sobre las mesa sin mirarlo.

- Eres nueva he?, eres interesante, tanto miedo te ha de dar ese viejo para ponerte así - comenzó a hablar de la nada, escuche su risa de mi lado izquierdo aun sin levantar la cabeza - no tienes que tenerle miedo, solo es un viejo cascarrabias que quiere que todo el mundo le obedezcan en cada palabra que dice - volvió a hablar con cierto tono de gracia hacia el profesor.

- ¿N..no es de mala educación, faltar le el respeto a un profesor?- dije en tono bajo sin saber saber si me había escuchado o hablaba a la nada.

- ¿Que dices?- soltó una carcajada algo alta - ¿enserio te interesa faltar le el respeto a alguien que se lo merece?, ese tipo esta enojado por todo, todo el tiempo, desquitándose con sus estudiantes- después de esa pequeña charla, la clase continuó su curso hasta que el timbre hizo su aparición y todos comenzaron a salir ordenadamente, me levante de mi lugar tomando mis cosas y saliendo lo mas rápido posible para tratar de evitar a aquel chico con el que había hablado antes.

- ¿Acaso quieres escapar de mi? - pregunto riendo detrás mía, seguí caminando sin prestarle atención hasta que se coloco enfrente de mi - Es hora de receso, no tienes amigos, que piensas hacer - dijo de forma algo arrogante viéndome desde arriba - ven, te invito a que comas con nosotros - esta vez lanzo una sonrisa amable hacia mi jalan dome de la muñeca hasta los comedores, al entrar a allí, todo en la mesas voltearon a ver, el sin prestar atención a nadie, sigue su camino mientras me jalaba por todo el lugar, se detuvo frente a una mesa donde habían otros tres chicos mas con el uniforme mal puesto y algo despeinados, uno sentado en la mesa mientras los demás los otros dos estaban con los pies sobre los ha cientos.

- Dejen de comportarse como unos malditos niños y préstenme atención, bola de idiotas- dijo en voz alta el pelinegro mientras los 3 chicos dejaban de jugar y lo miraban entrecerrando lo ojos- Ella es...espera no me dijiste tu nombre. ¿Como te llamas?- se digno a preguntar.

- M..me llamo Jane- sonreí levemente algo apenada y en voz baja.

- Mi nombre es Mattew- sonrió de forma amable el rubio saludando con la mano.

- !Aquí ante su presencia el grandioso, Thomas!- puso un pie sobre la mesa haciendo una pose de hércules media algo rara.

- Me llamo Marcus- dijo un poco serie el pelirrojo golpeando a Thomas en la cabeza.

- Oye, eso duele- se quejo pasando su mano por el lugar del golpe.

- Y yo nunca te dije mi nombre, soy Jack- sonrió la persona la que me había arrastrado por todo el lugar- Chicos no sean tan groseros, es nueva en el lugar y necesita amigos para que no este sola de por vida- dijo en un tono de broma Jack, trate de decir algo, pero antes de poder hacerlo, los cuatro prácticamente se lanzaron para abrazarme sin darme una escapatoria a esa enorme rueda de chicos, se separaron del abrazo.

- Un gusto- pronunciaron los cuatro haciendo una reverencia al mismo tiempo como si fueran una especie de príncipes raro.