Track 30.

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–Track 30–

Bad – Tablo feat Jinsil

Bad ,so bad, it hurts, it hurts so much
What we call love
Love is a sickness
Can I get a witness?...[/center][/color]

~*~*~*~

*Abigail*

—Tienes visita— anunció Jessica, luego alguien entró a mi solitaria habitación; no habían pasado más que horas desde que Sam había venido, pero a diferencia de aquella esta visita si la estaba esperando.

—¿Aby?— escuché la voz de mi prima; miré hacia la puerta.

—Lizzie, me alegra verte— le dije sin levantarme de la cama, ella se acercó sólo un poco.

—A mi también— sonrió, —recibí el mensaje y aquí lo tengo—, llevó disimuladamente la diestra al bolsillo de su pantalón; mi prima sabía sobre las cámaras de seguridad y la ausencia de micrófonos, aún así era cuidadosa.

—Detrás del colgante hay una serie de números grabados, ésa es la combinación de la caja fuerte.

—¿La de la dulcería?— preguntó.

—No, la otra—, parpadeó sorprendida, pero enseguida entendió a cual me refería, yo proseguí con mi explicación; —dentró hay un pequeño ordenador, ése es especial, en él quiero que intentes localizar a Leonard.

—Aby yo... — vaciló un poco, pero luego continuó, —creo que no es conveniente hacer eso, sé que es doloroso pero él ya no pertene...

—No, yo solamente quiero confirmar mi teoría— aunque todas las pruebas estaba contra él una parte de mi quieria creer que no era malo, por algo no me había hecho daño la noche del rescate de Aiden; —por favor— musité.

Exhaló de manera pesada, —está bien; haré lo que pueda.

—Gracias.

Apretó los labios y asintió con la cabeza; —debo irme— anunció, —¿estarás bien?

—Si, sólo debo seguir portándome bien y pronto me dejarán libre.

*Victor*

Después de que Samuel se llevara a Marcus a su recámara me dispuse a recoger los pedazos de cristal de la cocina.

¿Qué demonios estaba pensando Aiden? En el pasado Samuel era quien amenazaba con golperlo si le hacía daño a Marcus, pero sorpresivamente fui yo quien reaccionó de manera violenta; y eso era porque no me gustaba ver ni a Samuel ni a su hermano llorar, eso me partía el alma.

Deseché los pedazos de vidrio y luego fui a limpiar la mesa, llevé los platos al lavabo y me dispuse a lavarlos; hacer las labores domésticas de alguna forma me relajaba y analizaba mejor las cosas.

Voltee y por el gran ventanal vi la casa de Aiden.

Pensándolo bien los cambios que se avecinaban podrían ser para bien, el mudarse de este lugar haría las cosas más fáciles, así Marcus olvidaría todo, o al menos no tendría una vista o un paisaje que se lo estuviera recordando a cada momento.

—¿Estás más tranquilo? ¿Ya no tienes ganas de golpear a alguien?— mi novio llegó a hacerme compañía.

—Te mentiría si dijera que no.

Sonrió, —deja eso y vamos a dormir; es algo tarde—, dio media vuelta y se marchó.

Asentí y sequé mis manos, apagué la luz de la cocina y del comedor y lo seguí hasta su habitación.

Misión. (Espionaje, 01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora