Creo que este podría ser el final. Para nosotros, al menos. Humanos, y todo lo que hemos logrado.
Se me ha dado suficiente tiempo para pensar en ello desde la última vez que vi el sol. No es el fin del mundo, pero sí de nosotros. Supongo que comenzó hace casi un mes, aunque puede ser más, solo tengo los relojes esparcidos alrededor de la casa para hacer suposiciones, y han estado fluctuando en la hora que marcan desde hace un tiempo. En fin, me desvío del punto. Salió en las noticias: un crucero se hundió por ninguna razón aparente. No estaba dañado, solo fue cayendo directo hasta abajo. De ahí en adelante, se volvió un fenómeno; todo en el agua se estaba hundiendo. Plataformas petroleras desaparecidas, personas bañando en el mar siendo arrastradas hasta el abismo. Nadie parecía ser capaz de explicar la causa. Era bizarro, ya nada flotaba... Esto saturó las noticias por un par de días hasta que simplemente se volvió amenazador.
Fue durante un reportaje que cambió para peor. La emisión tenía lugar en una playa, un reportaje en directo sobre los extraños eventos. Estaban reciclando las mismas preguntas que nos hemos hecho desde que todo comenzó, cuando el pánico pareció invadir la expresión de la reportera. Gritó en lo que la cámara se inclinaba para abajo: sus pies estaban hundidos en la arena hasta la espinilla. Recuerdo pensar, incrédulo, que nos estaban jugando una broma pesada, hasta que la cámara cayó al suelo. Los siguientes diez y tantos segundos mostraron no solo a la reportera hundiéndose en la arena, sino a todos. El equipo entero del noticiero que había ido a cubrir la historia. La toma de terror, gritos y personas hundiéndose acabó tan pronto como la cámara fue engullida por la arena.