Narra Lali.
Lo veía bajar con cosas, subir nuevamente porque se olvidaba otras, transpiraba, se quejaba... Es tan perfecto.
-¿Te cansaste? --reí, cuando por fin se sentó--.
-Un poco --rió también--. Gracias--aceptó el vaso de agua--.
-De nada --me senté a su lado,y le sonreí--.
-¿Dónde dormís, entonces? --me mira--.
ALTOS OJOS LA FRUTA MADRE.
-Lali --interrumpe mis pensamientos--.
-¿Eh?
-"¿Eh?" --me burla, con voz chillona--. Que dónde vas a dormir.
-Ah --reí--. Donde quieras.
-Elegí vos.
-Na.
-Dale Lali.
-Dili Lili.
Ríe.
-Enserio te digo --insiste, un poco fastidiado--.
-Insiri ti di...
Sus manos en mi panza me detuvieron. Ni bien me tocó empecé a retorcerme riendo como foca retrasada.
-Pará Benja PARÁ --decía entre risas. Él no frenó--.
-¿Vas a elegir? --habla, muy cerca mío--.
-En el sofá --dije, un poco agitada--.
-¿Segura, verdad? --pregunta--.
Narra Benja.
Las tres y quince minutos era el horario de la madrugada. Me desperté debido a las constantes agitaciones de Lali. Su pecho ascendía y descendía con rapidez, y eso me asustaba.
-Lali --susurré, acercándome al sofá--. ¡Lali!
Estaba transpirando y sus labios temblaban.
-Lali por el amor de Dios respondeme --la hice sentar y yo me senté a su lado--. Estás soñando, ¡despertate!
Siento el alma volver al cuerpo cuando ella abre los ojos y lleva su mano al pecho.
-Salí, salí, sal...
-Pará Lali soy yo --le tomé las mejillas y la miré a los ojos--. Perdoname; no sabía que te iba a afectar tanto esa película de terror.
-¿Qué dije; qué hice? --pregunta, con miedo a la respuesta--.
-Decías "dejame" repetidas veces y después te empezaste a hiperventilar. Ya me estaba asustando...
-Gracias --me sonríe--.
Reí y negué con la cabeza, dejando caer mis manos.
-De nada. Volvamos a dormir por favor.
-¿Podés poner el colchón más cerca? --preguntó, tomándome por sorpresa--.
-No La, así está bien...
Ella levanta sus hombros restándole importancia.
-Dejá --se da vuelta y se acuesta, dándome la espalda--.
-No te enojes dale --me levanté y acerqué el colchón, pegándolo con el sofá--.
La escuché reír y reí yo también.
-Siempre te salís con la tuya --le dije. Volvió a darse vuelta y me miró con una sonrisa de oreja a oreja--.
Nos miramos así por, por lo menos, cinco segundos. Hasta que sus ojos se cerraron completamente.
Recosté mi cabeza y lo único que dio vueltas mi mente era su nombre. Lali, Lali, Lali, LALI.
Narra Lali.
-Lali --lo escucho decir. Arrugué mi frente ya que, al mirarlo, tenía sus ojos cerrados--. Vení Lali, dale. No puedo más --habla, completamente dormido--. Me tenés loco, no puedo más.
Sonreí sin poder evitarlo y, en un intento suicida, hablé.
-¿Qué dijiste?
-Me hiciste bosta el 2016 Lali. Pero no puedo más.
Su voz adormilada es lo mejor del mundo.
-¿Qué cosa no podés?
Bufa, y sonríe. Su sonrisa es de locos.
-Dale Lali. Vení --estira sus brazos, como antes lo hacía para que me recueste en su pecho--.
Negué rápido y le dí la espalda para dormir. No puedo ceder, no cuando él duerme.
Narra Benja.
Me desperté cuando lo sentí necesario. Lali ya no estaba en el sofá, ya que este estaba completamente arreglado. Me levanté con la mayor fatiga del mundo y caminé a la cocina con intención de dirigirme a la heladera. Ella estaba sentada allí, lo que hizo que me detenga.-Lali...¿Todo bien? --fruncí el ceño y me senté en frente--.
-Si --es lo único que dice--.
-Ajam --la miré mal--. Es claro que algo te pasa, decime.
Me mira con tristeza y habla.
-Ayer... Va, hoy en la madrugada, hablé con Cande y Mery por mensaje --asentí, para hacerla seguir--. Y las extraño, Benja. Desde que todo pasó, no las volví a ver más. Quiero compartir tiempo con mis amigas, quiero salir.
-Te entiendo --hago mueca triste--. ¿Y qué proponés?
-Cande hizo una fiesta con Andrés para hoy...
-Sí, me contó él. Es en el salón este que está a media hora de acá. Si querés...vamos.
Sonrió ampliamente y me miró.
-¿Y Luca?
-A él lo dejo con Nacho, tranquila.
-Entonces supongo que vamos.
-Perfecto --le sonreí--. A las ocho salimos.
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No me dejes - Benjali (Sin Editar)
FanfictionTres meses de relación en vano. Vivo encerrada con un hombre capaz de sacarme la vida. Mariano... Él...me golpea. Ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que sus celos explotaron; explotaron conmigo. No puedo zafarme. No tengo en quién refugiar...