Мove ➳ m.yoongi.

❀ M o v e ❀

Cuando eres pequeño, tú mundo son los juguetes, tus padres y, tal vez, los programas infantiles que ves. No tienes noción del gran mundo que se esconde detrás de tú gran fortaleza bien construida llamada "casa"; los años van pasando y nuestras prioridades, nuestro mundo y nuestros sentimientos se van expandiendo y es ahí cuando te das cuenta que no es tan fácil como creerías que sería. Duele, lloras, te decepcionas, pero vuelves a empezar, limpiándote tus rodillas sucias y lastimadas.
Más sin embargo, tienes esa habilidad que te da el ser joven: El de querer enfrentar el mundo, el de seguir viviendo y descubriendo que te espera, cayéndote y levantándote una y otra vez, llorando y volviendo a sonreír nuevamente, esperando el día donde todo sea como cuando eras pequeño. El volver a sentir ese mundo donde cuando te caías y llorabas mamá te arropaba en sus brazos diciendo que "todo estaba bien", donde solo sonreías y no tenías demasiadas preocupaciones u obligaciones.

Pero el crecer te da el poder de saber que ese mundo que deseabas, en realidad, es un regalo que se nos da para enfrentar lo que nos espera. Que ese mundo solo lo vives una vez.

Aprendes que hay diferentes tipos de sentimientos y cariños; diferentes amores que te brindan diferentes mundos. Son dolorosos, algunos más que otros, pero al final son esos mundos que te dan experiencias, vivencias y recuerdos que se van grabando en tú gran grabadora llamado memoria; tú fuiste una de esas, Yoongi.

Recuerdo muchas veces cuando éramos niños y decías que serías un gran rapero que se comería el mundo. Tenías un orgulloso y una fortaleza que siempre envidié y admiré, aunque era demasiado orgullosa como para admitir que te aludía en secreto. Al principio me parecías un idiota, lleno de sueños inútiles e incluso no podía entender como querías irte lejos de aquí, a enfrentarte a ese gran mundo duro y cruel solo en vez de quedarte en la comodidad que ofrecían tus padres. 

Pero siempre fuiste terco como una mula y apesar de que tus padres hablaban con todos los vecinos diciendo que su hijo estaba loco, apesar de que tú padre te golpeó en la cara porque le dijiste que no querías atarte a un sistema opresor como lo era la universidad y que tú sueño no era ese; y apesar de que te dejaron dormir afuera de castigo por desobedecer, no te rendiste. Lloraste si, pero las borraste con el dorso de tú mano y volviste a levantar la cabeza, mostrando aquella fortaleza que tuviste desde muy pequeño.

Viéndote desde lejos, como ibas creciendo con un gran sueño a tus espaldas, me pregunté que era lo que te impulsaba a ser tan decidido. No podía entenderte apesar de que te escuchará dándome explicaciones de que uno tenía que tener una meta, un sueño por si mismo y no algo que te imponían. Que el mundo era mucho más grande de lo que yo pensaba y que tampoco debía quedarme aquí, esperando a que las cosas pasaran.

En realidad, no te entendía porque yo no tenía un sueño como tal.

Tampoco entendía ese golpeteo en mi corazón que comenzaba a sentir cada vez que te veía.
Pasé de verte como alguien tonto, a una persona que me hacía temblar con tan solo pararse a mi lado; era demasiado pequeña para entender que me gustabas, Yoongi.

No obstante, como si tú fueras una estación que cambia rápido a otra, comenzaste a convertirte en un hombre a un paso que yo no podía seguirte y de repente vi que habías comenzado a salir más con otras chicas que conmigo.
Fue la primera vez que sentí celos y, también, fue la primera vez que lloré por alguien que no fuera mis animales o mis padres. Quererte comenzó a parecerme algo doloroso, algo horrible y no le encontraba lo bello aunque mi madre se empeñará en decirme que era porque era mi primera vez.

El tiempo paso y ambos ya teníamos diecisiete años. Mi cuerpo se había desarrollado un poco más, habiendo algunas curvas de mujer en mi pequeña figura, haciendo que, incluso, algunos chicos de la escuela a donde solíamos ir comenzarán a confesarme su amor por mi. Sin embargo ¿Sabías que jamás acepté a ninguno por ti? Como una niña llena de ilusiones y fantasías esperaba que tú fueras el que me dijera que querías salir conmigo.