12:00 y no lograba conciliar el sueño, habían un puñado de cosas en su cabeza que no lo dejaban en paz.
1:00 luego de 200 ovejas que saltaron la cerca y tantas vueltas en la cama, en su fallido intento por dormir decide levantarse y salir.
2:00 Decland es la única persona en la calle a esa hora, su vista estaba en el cielo en ese hermoso cielo abarrotado de estrella grandes, pequeñas y otras casi inexistentes. Pero cada una de ellas lograban hacer del cielo el gran protagonista de la noche que lamentablemente nadie podría ser testigo de ello.
Caminaba por una calle desolada, al llegar al tope se veía un pequeño parque y Decland no dudo en llegar hasta ahí y mecerse en uno de los columpios que ahí se encontraban.
Al llegar ahí, una chica de cabello negro rizado se encontraba en uno de los columpios mas aislados; Decland observo a su alrededor si estaba acompañada pero no había nadie mas ahí solo ellos dos. Metió sus manos en su chaqueta y caminó hasta llegar donde ella se encontraba.
La chica miraba hacia sus botas que llegaban a la mitad de sus piernas y su cabello caía como cortina a ambos lados de su cara haciendo difícil ver su rostro, llevaba puesto un suéter gris con unos jeans negros.
-¿Hola?- Dijo Decland a la chica misteriosa, el la observaba con tanta atención. Era extraño que una chica este en un parque sola a estas horas. Ella no levantaba la cabeza aún para saber quien era él.
-Hola ¿Como te llamas?- intentó llamar su atención nuevamente.
-Mi nombre?- dijo ella sin levantar la cabeza. Paró de balancearse, luego de cinco segundos continuó. - Caroline, me llamo Caroline.
-¿Solo Caroline? ¿Tu nombre completo? ¿Andas sola?- le dijo sin apartarle la mirada.
Levantó la cabeza y logré ver su rostro con una media sonrisa que no llegaba hasta sus ojos negros brillantes.
-Haces muchas preguntas- Se balanceaba aun más rápido y con la mirada perdida enfrente.
-Aun no respondes- le sonreí imitando sus movimientos.
-Caroline Lucia Lumbardi
-Mucho gusto. Yo soy Decland.- extendí mi mamo pero ella no respondió a mi saludo, solo lo quedó viendo.
-Nunca te había visto por aquí- Dijo Caroline - ¿Que te trae por estos lados?
- Ah pues, no lograba dormir y salí a caminar ¿Y tu? ¿Tampoco podías dormir?
- Yo.. - Sonrió nuevamente- Me encantaría que esa fuera mi situación.
Miraron hacia el cielo que ya se estaba aclarando, el no podía creer que el tiempo se pasara tan rápido.
- Ya es hora de irme- Dijo ella, estudiando a Decland, se levanto del columpio - Oh, por cierto, no pienses mucho en ello, la muerte no es lo que debería preocuparte, sólo disfruta de la vida. Luego te lamentarás de no haberla vivido como querías. Te veré pronto.
Decland consternado no comprendía como era que una desconocida supiera algo que no había llegado a contarle a nadie, debido a que el se enteró hoy y no sabia como informarle a su familia que no podría estar con ellos por mucho tiempo a causa de la enfermedad que padecía.
Ahora deseo volver a ver a esa chica nuevamente, ella era todo misterio.
Regreso a casa y logro dormir a pesar de lo sucedido. Pero no se quedó ahí, siguió buscando a la Caroline en el mismo parque, a la misma hora pero no había tenido suerte. Había pasado dos meses desde esa ultima vez.
Pero.. Una madrugada ya resignado y sin esperanzas de encontrarla, la vio, en el mismo columpio. Con la mirada en un punto fijo frente a ella. Al acercarme me percaté de que Caroline sonreía.
- ¿Mira a quien tenemos aquí? - dijo Caroline de manera irónica.
- No podía dormir, de nuevo, asi que...
- Al contrario - Le interrumpió ella- creo que ya descansas, aunque de otra forma, un poco mas prolongada. - volteó a verle, lo estudiaba con la mirada; quería anticiparse a su reacción examinando sus gestos.
- ¿Por qué lo dices? - Preguntó curioso.
- Pues porque conozco el proceso, a diferencia de ti. - dijo, mientras se balanceaba en el columpio.
Decland no terminaba de comprender lo que Caroline le estaba diciendo. A juzgar por lo que dijo la ultima vez que se encontraron, su fuerte era dejar con la incógnita a las personas.
Lo que dijo la ultima vez..
- hmmm, lo que dijiste la última vez que nos vimos. ¿A qué se debe?
- No nos hagamos los bobos, Decland. Tu sabes a que me refería.
- Si, pero en ningún momento tocamos ese tema. ¿Cómo lo sabías?
- ¿Aun no lo comprendes? Yo lo se todo. Viajo por el mundo, encamino a muchas.. Almas.. A su ultimo destino. Ese es mi dia a dia. Pero, al parecer tu dia.. - deja de columpiarse y lo ve a los ojos. Esos bellos ojos marrones que ya no serán admirados por nadie más. Caroline inclino la cabeza hacia la derecha - .. Ya ha llegado, mi querido amigo.
Decland abrió los ojos. Se quedó paralizado. ¿Cómo puede ser posible que una chica tan linda sea quien es? Se imaginaba a la muerte con una túnica negra y capucha sobre su cabeza con su típica Oz en la mano. Eso explica sus últimas palabras... Oh Dios, ¿Una chica?
Luego de unos segundo, Decland recordó algo importante. A decir verdad, no lo recuerda. Y surge la gran pregunta.
- Caroline.. ¿Cómo morí? Porque no lo recuerdo. Qué mierda pasa. - Estaba asustado, aterrado. Él sabía que la muerte era algo inevitable, pero eso no le quita peso al echo de que la misma estaba al lado de él.
Del terror pasó a la nostalgia, habían muchas cosas que quería hacer, quedaron metas si cumplir, momentos sin vivir. Sus padres ya no estaban con él cuando aun vivía, ya habían muerto. Pero el quería una familia y compartir con ellos todo lo que poseía y llegaría a poseer, que cuando llegara a casa luego del un largo día de trabajo, ver a su linda esposa como recompensa, abrazarla y besarla mientras le decía cuanto la echó de menos y decirle lo mucho que la amaba. Quería hijos, quería verlos crecer, esperar con atención cual seria su próxima travesura, mientras pretendía reprenderlo cuando su madre estuviera, mientras por dentro reír por ello. Estar con ellos en su primer dia de escuela, y sentirse orgulloso por cada uno de sus logros.
Todo eso, todo lo que el deseaba ya no se llevaría a cabo porque su vida había llegado a su final.
-Verás, luego de dar vueltas en la cama esta madrugada, llegó un momento donde tus ojos se cerraron y tu corazón lentamente dejó de latir. Te apagabas poco a poco y tu alma, o sea, lo que eres ahora, naturalmente abandonó tu cuerpo. En ningún momento fuiste consciente de que ya habías muerto porque tu muerte fue tan silenciosa, deberías estar agradecido, al menos no sufriste en tu lecho de muerte.
- ¿Agradecido? ¿Estás de broma? - Se levantó del columpio y caminó de un lado a otro, mientras Caroline lo observaba aun sentada. - Joder! Acabo de morir. Y debo agradecer. Que poco tacto el tuyo ¿Eh?
- Pues, sinceridad ante todo. Ese es mi lema. Como sea, Decland se que tenías muchos planes para tu vida. Y esto no estaba entre tus ellos, pero debes aceptarlo porque no tienes de otra. - Caroline se puso en pie y se acercó a Decland - tal vez en este momento me odies, créeme no es mi parte favorita de mi trabajo. Lo que debes saber es que ya no debes preocuparte más por el dia a dia. - agarró su mano- Ven, demos un paseo.
Decland la siguió a donde ella lo llevase. Y lo llevó a la famosa luz blanca, a su ultimo destino.
**FIN**
~Ninoska Cruz