Cap. 1: Una buena canción

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Conocí una historia hace un tiempo. Una historia de amor verdadero. Me la contaron fugazmente, pero cada palabra la iba visualizando.

Me la contó una joven con copa de vino de buena procedencia, en su mano. Vino tinto.

Sus expresiones advertían que no pasaba por un buen momento. Se notaba. Se apreciaba. Estaba descuidada. Ojos hinchados, pelo desordenado, labios partidos. Me dio lástima parecía ser un buena chica.

En fín me acerque sin la intención de hablar con ella. Pero creo que ella necesitaba ser escuchada, porque apenas me senté comenzó a balbucear. No se cuantas copas se habrá tomado antes, pero parecía ser que varias. Aún así entendía lo que trataba de decirme.

-Manuel García.

-¿Perdón?

-La danza de la libélulas de Manuel García.

Se escuchaba una canción de fondo en el lugar donde estábamos, por lo que pregunté.

-¿La canción que suena?

-Exacto.

-Es una buena canción.

-Y con mucha historia. Emilia- me dijo extendiendo su mano.

-Un placer.

Me miro detenidamente y cambio el sentido de su vista a un punto fijo. Movió un poco la copa y se lo tomo al seco.

-¿Y estas sola?- pregunté con la intención de ser amable.

-No. Estoy con alguien.

-Me refiero si estas sola en este lugar.

-Pues acertaste

-¿Y tu novio?

-¿Novio?

-Me dijiste que estabas con alguien. No te acompaña él aquí?

Me miro nuevamente algo desconfiada. Se sirvió más vino. Y tomo un sorbo.

-Pues no.

-Si no estas con tu novio, entonces que haces aquí?

-Es una larga historia.

-Tengo tiempo.

Me miró, se sonrió y comenzó.

"Con Copa De Vino En Mano"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora