9º Recuperando a Katniss

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9º Recuperando a Katniss

Katniss no fue capaz de volver a dormir, se sentía inquieta al notar los brazos de Močan cerca de ella, así que con mucho cuidado se levantó, se puso una bata y caminó fuera de la habitación. Sabía que los pasillos estarían llenos de guardias así que fue al balcón con la esperanza de que nadie la viera y pudiera escaparse un ratito a algún lugar tranquilo y apartado.

Al salir vio que el balcón estaba totalmente desierto, sonrió al pensar en que podría conseguir un poco de intimidad para pensar con calma. Caminó por el balcón hasta llegar a unas escaleras que llevaban a las bodegas, bajó por ellas con calma, intentando no caerse, fue hasta la puerta de una de las bodegas y se adentró en ella.

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Gale y Peeta se habían separado, Peeta estaba escondido esperando el momento idóneo para poder acercarse a Katniss mientras que Gale iba camino a la sala de máquinas para boicotear los controles. Hacía un rato que había escuchado la voz de su adorada Katniss nombrarlo, aun tenía el vello de punta solo de recordarlo.

Suspiró sonoramente, intentando concentrarse en vigilar la puerta en la que estaba Katniss compartiendo lecho con ese tal Močan. Tenía tantas ganas de ponerle las manos encima a ese hombre que había osado engañarla, que se hacía pasar por él, si tenía la oportunidad le haría pagar cada momento en los que su mente había pensado en poseer a su mujer.

-Céntrate Peeta, es más que probable que hayan estado juntos, y si no te centras la dañarás a ella sin querer- Se dijo a si mismo.

Minutos después escuchó como la puerta de la habitación que daba al balcón se abría lentamente. Por ella vio como salía Katniss, vestida con un camisón y una bata. La vio mirar en todas las direcciones antes de ponerse a caminar con sigilo hasta unas escaleras. Esperó a que bajara y después la siguió, la vio entrar por la puerta de una bodega y sin dudarlo fue tras ella.

Nada más traspasar el umbral de aquella bodega se percató de que la luz era muy tenue, que si no tenía cuidado podría provocar un altercado y tener a toda la tripulación del aerodeslizador allí, tras él. Buscó con detenimiento la figura de Katniss entre las sombras, y la halló observando el mar por una escotilla.

Se acercó a ella en completo silencio y sin que ella tuviera tiempo a reaccionar, la cogió con fuerza, tapándole la boca para que no pudiera gritar.

Katniss forcejeaba todo lo que podía, pero su abultado vientre no le permitía realizar demasiados movimientos, así que de poco le sirvieron.

-Cálmate, Kat, soy yo, Peeta- Al escuchar ese nombre, Katniss dejó de forcejear- No te asustes, no voy a hacerte daño- Katniss intentó girar su rostro hacia aquel hombre, y tan solo pudo ver la imagen de Močan- Voy a soltarte, ¿de acuerdo? Pero no grites- Ella asintió un poco desconcertada.

Peeta la soltó y vio como ella se giraba hacia él con nerviosismo y curiosidad. Lo miraba como si estuviera viviendo una situación imposible.

-¿Močan?

-¡No!- Dijo molesto- Soy Peeta, tu marido, el padre del bebé que esperas, el hombre que está completamente enamorado de ti desde que teníamos cinco años- Le soltó de golpe, incapaz de callar- No me compares con ese impostor que te ha hecho perder la memoria.

-Deja que te mire más de cerca, a la luz- Peeta se acercó un poco, dejando que la luz de la escotilla le iluminara el rostro. Y fue entonces, al ver sus ojos azules, cuando Katniss lo recordó todo con respecto a él, se acordó de quien era realmente ella, de lo mucho que lo amaba- Peeta...- Se lanzó a sus brazos llorando, incapaz de contener la emoción de tenerlo allí, besando sus labios con amor y cariño- Peeta, no entiendo nada de lo que sucede.

EL RENACER DEL SINSAJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora