Minuto de Silencio∞

93 Días Antes

Querido Diario:

¿Qué debo pensar? ¿Qué le doy asco?  6 días y aún no me llama, 60 cortes en total. Ryan me olvidó, se asquió y se cansó de la misma idiota de siempre. Se cansó deN mí, de mis dilemas, y de mi estúpida inocencia. Quizá hubiera debido besarlo y no dejarlo ir, pero en vez de eso ¡tuve que ser la misma idiota de siempre! Me odio, no sé sí soportaré los días que faltan, no sé sí podré seguir esta farsa. No creo que consiga levantarme con la misma imbécil sonrisa todos los días y fingir que todo está bien por mucho más. Ayer estuve con la soga atada a la baranda de la escalera por media hora, justo cuando estaba sola en casa. Pero cada vez que me adelantaba, retrocedía 3 pasos y lloraba. Lo único que me mantiene viva es el placer de la sangre fluír por mis piernas, y el ardor del alcohol fusilando mis heridas recién hechas. Lo sé, suena sínico, pero al menos a ti te puedo contar la verdad ¿cierto? sé que no me defraudarás jamás y que cuando te prenda fuego, mis estúpidas ideas se irán contigo. En cierto modo esta semana fue la peor de mi vida, jamás necesité cortarme como hasta ahora, jamás necesité tanto ver correr la sangre por la cuchilla. Y hoy estoy peor que ayer, pero mejor que mañana, sé que a medida que el tiempo transcurra y yo no vea a Ryan estaré muerta por dentro. No sé que siento, ¿te soy sincera? no sé que es. Pero jamás estuvimos tanto tiempo sin vernos, y sí es necesario que lo tenga como más que amigo para estar con él, lo tendré. No me imagino no tener a Ryan en estos últimos días, ¿moriré sola sí no es así? No quiero morir sola, no quiero morir a sabiendas que nadie me conocía bien. Quiero morir cómo también quiero a Ryan conmigo. Ayer me pregunté que haría sí Ryan descubre esto, ¿qué haría sí él me impide irme? ¿Pasaría sobre su petición y lo haría de todos modos? ¿O simplemente me quedaría con la condición de que no me abandone? Necesito de Ryan, necesito de él, de sus consejos, de sus palabras, de sus abrazos, de sus besos en el cuello que me estremecen, de su risa idiota y de su sinfín de cualidades. 

Lo necesito cómo el aire para vivir