¡Eres mi todo!

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  POV EUNHYUK

No entiendo como la vida puede dar giros inesperados que nos cambian todo el panorama de nuestro futuro. Mi vida era perfecta, tenía la esposa perfecta y amorosa que te apoya en todo momento y en cualquier decisión, la espera de nuestra primer hija, la esperábamos con tanta ilusión porque era nuestra primer bebe, la consolidación de nuestro amor y matrimonio, yo era realmente feliz.

Pero la vida nos tiene sorpresas que nos cambian todo, a veces para bien otras para mal, según el momento y las circunstancias.
Era el día que esperábamos con impaciencia, el día del nacimiento de mi hija por fin llegaba, estábamos en el hospital, desde un principio el doctor Park nos dijo que iba a ser un parto difícil pero no sabía hasta que grado.

- ¡¡¡por favor doctor, sálvelas a las dos, por favor!!! - el doctor nos había dicho desde hace mucho que era una niña.
- Haremos todo lo posible, ¿pero si tuviera que decidir entre las dos, a quien deberíamos salvar señor Lee? - me preguntó el dr, eso me dejo helado, ¿tan mal estaba la situación?.
- Dr, ¡¿como me pregunta eso?!, yo no podría elegir a ninguna, ¡¡¡¡sálvelas a las dos!!!! – grite enojado.

El dr regreso al quirófano donde mi esposa y mi hija se debatían entre la vida y la muerte, mi vida se iría junto a ellas si algo malo llegara a pasar, no podría soportar su pérdida.
Tres largas horas pasaron, horas en las que mi mente, cuerpo y alma estaban deshechas, adoloridas, miraba solo a un punto fijo en ningún lugar, estaba solo en aquel hospital, ya que mis padres y hermana vivían en Londres desde que yo tome las riendas de los negocios y llegarían hasta mañana; el padre de mi esposa había muerto cuando ella era niña y su madre, su madre nunca me quiso, nunca supe el motivo, pero ella dejo de hablarle a su hija en el mismo momento en que le dijimos que nos amábamos y que nos casaríamos, fue como si ella también hubiera muerto para mi esposa.

Por fin después de tantas horas de espera, el dr salió del quirófano, ver su bata completamente llena de sangre, me hizo tener la maldita sospecha de que algo no había salido bien. Mi mente piensa lo peor y no estaba tan equivocado, después de que con una mano retira el gorro de su cabeza, se dirige a mí con la mirada en el suelo, suspira y de pronto me dice lo que no quería escuchar.

- señor Lee lo siento, hice todo lo que pude, pero por el aumento excesivo de hormonas en la sangre de su esposa, ella...ella tuvo un problema con la coagulación de la sangre, aunque hicimos todo lo posible por detener la hemorragia, ella nos pidió que salváramos a la niña, de verdad que no pudimos hacer nada, su esposa falleció –

- ¡¡no, no....dígame que no es verdad!! –

- ¡¡dígame que me esta mintiendo, que mi esposa esta bien y que la voy a volver a ver, por favor dígamelo!! – le gritaba con lagrimas en los ojos, no podía creer que ella, la única a la que había amado en mi vida, mi soporte, mi todo estaba muerta, se había ido para siempre.

- Lo siento señor Lee, su hija esta bien, se la llevaron a los cuneros para valorarla, en un momento la podrá pasar a ver, de nuevo lo siento mucho, pero debo preguntarle ¿quien se hará cargo de los preparativos para el funeral?  –

- Yo......... - escuche a mis espaldas, era mi hermana que en ese momento había llegado junto a mis padres, ellos corrieron a abrazarme y ella se fue con el médico para preparar lo del funeral.

Yo lloraba a mares, no podía soltar a mi madre quien me abrazaba acariciándome la espalda maternalmente.
Todo pasó tan rápido que no podía procesar todo aquello, le avisaron a su madre pero ni siquiera se presento a despedirla, ¿tanto era su odio hacía mi que ni muerta su hija la perdonó por casarse conmigo?.

**************************************************

Ya ha pasado un mes desde que mi esposa murió y mi hija nació, por cierto se llama Minhyi y la amo mucho ella ha podido llenar el vacío que dejo su madre, no se si alguna vez podré enamorarme de nuevo, ahora no quiero pensar en eso.

Ahora lo que me preocupa es que mis padres y hermana tienen que regresar a Londres, no pueden simplemente dejar sus vidas allá por ayudarme con mi hija, es mi hija y es mi responsabilidad ahora, saldré adelante por ella y porque en el funeral le prometí a mi esposa que la cuidaría, amaría y protegería a nuestra hija con mi vida, si fuera necesario.

Hacía una semana que mi familia se había ido y yo tenía personal que me ayudaba con las labores de mi casa pero encargarles a mi hija, pues no me daba confianza, pensé en colocarla en una guardería pero el primer día que la lleve, me la entregaron toda rosada y hambrienta, así que decidí ya no llevarla. Me acompañaba a la oficina pero era un lío, porque no podía revisar ningún documento, no me dejaba hablar por teléfono, en pocas palabras no podía hacer nada.
Un día estaba tomando un pedido de unos pasteles, porque si. ese era el negocio de mis padres una franquicia de pastelerías que surtían a casi todos los hoteles de Corea del sur, nos iba muy bien, me podía dar ciertos lujos y ni hablar de la vida de mi familia en Londres, yo les depositaba una cantidad mensual de las ganancias para que ellos vivieran sin problemas ni preocupaciones.
Ese día Minhyi lloraba y no me dejaba trabajar, así que le dije a mi mejor amigo Kyuhyun que lo dejaba a cargo por unos días mientras pensaba que hacer para resolver ese problema. Y mi pequeña seguía llorando, me percate de la hora y me golpe mentalmente porque ya se le había pasado la hora de la mamila, busque en la maleta que siempre llevaba con las cosas de la bebe, pero me di cuenta que la leche se había terminado, por lo que no me dejaba opción mas que pasar al supermercado a comprar leche y pañales.
Salí del edificio donde estaban mis oficinas y la pastelería central, acomode a Minhyi en su sillita y luego me acomodé en el asiento del conductor para dirigirme a comprar las cosas que necesitaba para mi pequeña.
Llegamos rápido a un supermercado, era grande así que aquí deben tener todo lo que necesito, saque a la niña del auto y con el viaje se quedo dormida, por suerte ya no lloraría mientras hacía las compras, pero no tardó mucho en percatarse que ya no iba en el auto y despertó llorando, yo caminaba y moviéndola en mis brazos, tratando de callarla, pero parecía que era imposible, la acomodé en el porta bebe que llevan unos carritos, con suerte y el movimiento haría que se calmara, pero no, no conseguía que se calmara. Me encaminé al pasillo de la leche para ver las latas que eran las que le daba, quite mi vista de ella por un minuto, pero de pronto ya no escuche su llanto y pensé que se había cansado de llorar, pero entonces escuche que alguien cantaba en un tono bajito, volteé a ver quien era, era un joven de cabello castaño, un poco mas bajito que yo, pero que a simple vista tenía un cuerpo trabajado, su rostro ya viéndolo bien era un poco curioso, parecía un pez, salí de mis pensamientos al percatarme que tenía a mi hija en sus brazos, la arrullaba y cantaba, y me quede con la boca abierta al ver como mi hija, estaba prácticamente embobada con aquel muchacho y su canción, de pronto me acerque a ellos y vi una cosa que casi me deja en shock, ¡¡mi hija le estaba sonriendo!!, no lo podía creer, ella solo conmigo estaba quieta, bueno a veces pero con gente extraña simplemente lloraba, no dejaba que nadie mas la cargara y con este joven esta de lo mas tranquila y sonriente.

De pronto el chico me miro y nuestros ojos se conectaron, en ese preciso instante sentí como si algo me hubiera traspasado el pecho, no supe que era pero me sentí en paz, que tenía este chico que hacía que mi hija y yo nos sintiéramos tranquilos.

- ¡oh disculpa!, es que me acerque a ver porque lloraba y le cante y arrulle para calmarla, no era mi intención molestar – me dijo con una sonrisa.

- No, no te preocupes, me salvaste porque tiene hambre y yo no podía calmarla – le conteste también con una sonrisa.

- Mi nombre es Lee Donghae y tienes una hija hermosa, ¡felicidades! ¿Y su madre, anda por aquí? para felicitarla – escuchar eso me hizo recordar y ponerme triste.

- Ella.....ella murió cuando la niña nació, así que estamos solos –

- Oh, lo siento no era mi intención – agacho la cabeza.

- No, no te disculpes no tenías manera de saberlo –

- Pero no están solos, se tienen el uno al otro y se aman –

- Si, ahora tengo a mi hija que es mi razón de vivir –

Después de esa pequeña charla, él me devolvió a mi hija, pero esta tan solo sentir que ese joven la abandonaba comenzó a llorar de nuevo, así que se la devolví, me sentí traicionado por mi propia hija, no quería mis brazos.
En cambio en cuanto sintió a Donghae como si fuera magia la niña dejo de llorar.

- mi nombre es Lee Hyukjae, y veo que mi hija ya no me quiere me abandona para estar contigo, tienes como magia para los niños –

- es que me gustan mucho y mi padre me decía lo mismo, que tenía magia para los niños, él siempre me cantaba la canción que le cantaba a tu hija, es por eso que se la cantaba a ella para arrullarla –

- tu padre debe estar orgulloso de ti, eres muy bueno – pero en cuanto dije eso a él se le borró la sonrisa y los ojos se le pusieron aguados, hasta que una lágrima salió de ellos, rápido se la limpio con la manga de su chamarra.

- Mi padre murió cuando tenía 16 años – me dijo triste.

- Ahora soy yo el que lo siente, perdón –

- No te preocupes igual no tenia manera de saberlo – luego levanto el rostro con una sonrisa.

- Bueno ahora que hacemos, claramente mi hija no quiere venir conmigo – dije divertido, ¿estaba dispuesto a llevarlo a mi casa a que acostara a mi hija en su cuna dejándola dormida? Pues viéndolo desde el punto de vista del llanto que ella emite, claro que soy capaz de llevarlo a mi casa y luego ya lo llevaría a la suya.

- Pues no se – dijo tímido

- Hem, podrías acompañarnos a la casa, la dejas dormida y luego te llevo a la tuya, ¿si?, ¿Por favor? – intente poner mi mejor cara de cachorro, con mi esposa siempre funcionaba.

- No se, es que mañana tengo que presentarme a una entrevista de trabajo y es muy temprano – me contestó preocupado.

- Anda si, mi hija te ha tomado mucho cariño y no creo que quiera que la dejes abandonada –

- ¡¡Aish!! ¿Porque seré tan débil a estos bellos ojos?, esta bien te ayudare con la niña y luego me dejas en mi casa –

- Gracias, gracias!!! – sin querer le di un beso en la mejilla, a lo que él se sorprendió y se puso del color de un tomate, ni yo supe porque lo hice pero algo se removió dentro de mi.

Hicimos las compras que nos habían llevado a ese supermercado, por supuesto que yo pague por sus cosas también, de alguna forma tenía que agradecer lo que estaba haciendo por mí.

En el camino hacía mi casa nos fuimos contando mas cosas sobre uno y otro, quería conocerlo mejor, y por alguna razón desconocida, me sentí tranquilo con su compañía. Al llegar a mi casa, él se quedo sorprendido con ella, pues aunque no era una mansión si era grande y hermosa, mi esposa la había escogido.
La puerta hacía el jardín se abría sola, así que no tuve que bajarme a abrirla, maneje hasta entrar al garaje que contenía otro auto, era una camioneta familiar que había comprado antes que muriera mi esposa, apague el motor del auto y le dije a Donghae que podía bajar para entrar a la casa, baje la pañalera de mi hija y la bolsa de la leche y los pañales dejando las cosas que eran de mi nuevo amigo.
Entramos a la casa y deje las cosas en una mesita del recibidor para indicarle a Hae donde estaba la habitación de la niña.
Subimos y de igual forma el chico se sorprendió por la decoración del lugar, era de un color rosa bajito, muy claro con dibujos de las princesas y de un bosque lleno de animalitos, esos dibujos los había hecho mi esposa desde que supo que iba a ser una niña, de lado izquierdo estaba la cuna, era de color rosa y un velo caía desde arriba, con un carrusel de música que se prendía cuando ella estaba despierta para entretenerla, de lado derecho estaba una cama que era como un castillo, con las cobijas de dibujos de princesas y llena de osos de peluche, a un lado esta un juguetero que tenía algunos muñecos como hadas y unicornios, todo lo que fuera fantasía le encantaba a mi esposa, le explicaba mientras él había acomodado a la niña en el mueble que era para bañarla y cambiarla, él estaba sorprendido y embobado por todas las cosas que había en aquella habitación.
Yo baje a prepararle su mamila y pudiera dormir.
En la recamara había también una mecedora, ahí pasaba mi esposa horas contemplando la habitación acariciando su vientre.
Cuando tuve los biberones preparados subí de nuevo a donde había dejado a mi hija y a su cuidador, me sorprendió mucho ver como ese joven estaba sentado en la mecedora, cantándole de nuevo a mi bebe, por un momento creí ver a mi esposa con nuestra hija haciendo eso y una lagrima escapo de mis ojos, lagrima que rápido limpie con la manga de mi saco, Hae se percato de que había entrado y me regalo una bella sonrisa, ese chico definitivamente era especial.
Le tendí la mamila y él la tomo poniéndola en la pequeña boca de mi hija, yo solo escuchaba como succionaba y tragaba toda la tibia leche que salía de ella. No podía dejar de verlos, estaba embobado por la escena.
Al cabo de un rato Hae dejo a la niña dormida en su cuna.

- ahora si, me tengo que ir, tu hija es una ternura – me dijo de manera tierna – cuídala mucho, si puedo otro día vengo a verla, bueno si tu me lo permites, creo que me he encariñado con ella –

- claro, puedes venir a verla cuando quieras, las puertas de mi casa estarán siempre abiertas para ti – le conteste con una sonrisa también.

Los dos bajamos las escaleras y nos subimos a mi auto de nuevo, maneje siguiendo sus indicaciones y pronto llegamos a donde él vivía, era un edificio de departamentos, en un lugar muy apartado del centro, se veía que era un lugar humilde.
Cuando se iba a bajar, le extendí una tarjeta con mis datos y le reitere mi ayuda cuando lo necesitara.
Él con una sonrisa, me dio un fugaz beso en la mejilla dándome las gracias, luego se bajo del auto con las cosas que había comprado, lo vi entrar al edificio y perderse de mi vista, regresando al lado de mi hija.

Pasaron los días y mi bebe seguía un poco intranquila, seguía llevándola a la oficina porque no encontraba con quien dejarla y eso ya comenzaba a desesperarme, hasta había pasado por mi mente contactar a Donghae para contratarlo de niñero, pero algo me detenía, todavía no sabía que era pero por poco y lo hago, solo que él se me adelantó.
Cuando estaba pensando en eso mi celular sonó, el número de la pantalla no estaba registrado, por un momento pensé en no contestar, pero algo en el pecho me dijo que lo hiciera y ahí estaba Donghae preguntándome por mi hija.

- ¡hola Sr HyukJae!, perdone que lo moleste pero es que no me aguante las ganas de preguntarle por su bebe, quisiera ir a verla si me lo permite claro –

- claro Hae, mmh, puedo llamarte así, y no me digas señor que no soy tan viejo – dije en tono molesto, pero solo era broma.

- ¡Oh! Lo siento, no quería ..... – lo interrumpí

- No te preocupes Hae, solo dime Hyuk ¿si quieres? – le dije ya sonriendo.

- Bueno, pero no me ha dicho si puedo ir a ver a la niña –

- Si, ya te dije que si, cuando quieras –

- Entonces esta tarde paso a su casa, hasta luego – se escuchaba alegre y por alguna razón yo también lo estaba.

Ese día salí temprano de la oficina para esperar a Hae en mi casa, llegue, puse a la niña en su porta bebe para tenerla cerca mientras preparaba una cena para recibir al chico, estaba emocionado y aun no sabía porque, ¡espera! ¿No te estará gustando el chico? Me preguntaba, me asuste un momento que tonterías estaba pensando, yo soy hombre no me puede gustar otro hombre, negué con la cabeza tratando de sacar esos pensamientos, no, no soy homosexual, a mi me gustan las mujeres y estuve felizmente casado con una, en eso estaba cuando escuche que tocaban el timbre, sin ver siquiera la pantalla de la cámara que vigilaba quien entraba o salía, salí disparado a abrir con un solo pensamiento Donghae.
Y, si era él. Suspire.

- ¡hola! Pasa – me hice a un lado para que pasara – ven por aquí – le indique el camino a seguir para llegar hasta donde estaba mi hija haciendo un poco de berrinche.

- ¡¡hola hermosa!! ¿Como has estado?. ¿Me extrañaste? – le dijo con voz aniñada e infantil, lo que me dejo sorprendido es que la niña se movió excesivamente y le sonrió en cuanto lo vio, si mis ojos no me engañan mi bebe le extendió los brazos para que la cargara pero con la sonrisa mas bella del mundo.

- ¿Puedo? – me dijo, a lo que asentí con una sonrisa.

- Y ¿como te ha ido? – le pregunte queriendo saber mas de su vida.

- Pues todavía sigo buscando trabajo, no encuentro nada, lo típico, llego dejo mis papeles y me dicen.  "nosotros lo llamamos",  solo que el poco dinero que tengo se me esta terminando y no se que voy a hacer?, a mi madre y hermano no quiero pedirles nada, cuando me vine de Mokpo me pele con ellos porque querían manejar mi vida y yo no iba a permitirlo, así que. un primo me esta dando alojamiento en su departamento pero quiero ayudarlo con los gastos, ya que él esta estudiando canto en la universidad y yo no quiero ser una carga para él –

- Y dime ¿que sabes hacer? Quizá yo pueda ayudarte –

- ¿De verdad?, pues veras yo estudie pedagogía, como sabes me gustan los niños y estudie algo enfocado a la enseñanza –

- Mmh, creo que esta difícil, ya que mis negocios se enfocan a la repostería, manejo una cadena de pastelerías, pero en la mañana estaba pensando en que, bueno...en que, como no encuentro a nadie de confianza para dejar a Minhyi y no puedo trabajar como Dios manda por atenderla, y ya que te quiere mucho....pues, pensé....en que....bueno en que.....tu podrías cuidarla – ya por fin lo dije.

- ¿Niñero? – lo vi que puso cara pensativa, pensé que se iba a negar pero.

- Bueno si no quieres....-

- ¡¡Claro que quiero, Minhyi es tan tierna, claro que quiero cuidarla!! – contesto emocionado.

- Me has quitado un peso de encima, bueno la paga será buena, porque te estoy dejando a mi mas preciado tesoro a tu cargo – me sentí feliz yo también.

- ¡¿Y cuando comienzo?! –

- Ahora mismo, ya le toca cambio de pañal y el biberón – vi como la tomaba con cuidado y subía las escaleras a su recamara.

Después de unos minutos, subí a ver que estaría haciendo el nuevo niñero de mi hija, subí las escaleras con cuidado, sin hacer ruido y como la puerta estaba abierta me asome un poco para verlos, Hae estaba igual que la vez pasada, sentado en la mecedora cantándole la misma canción, todo era calma y paz. ¿Que tenía ese chico de especial?.
Después baje de nuevo y unos minutos mas tarde Hae bajo también informándome que mi hija estaba ya durmiendo y que él tenía que irse.

- pero Hae prepare pasta para cenar, mira me acompañas a cenar y luego te voy a dejar porque ya es muy tarde para que te vayas solo hasta tu casa – solo vi que asintió con una sonrisa y mi corazón latió con fuerza, todavía no sabía que me estaba pasando con ese chico.

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2017 ⏰

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