La luz entraba por el único hueco que la cortina dejaba pasar y maldecí para mis adentros de que ese pequeño rayos de sol me diera justo en la cara y no me permitiera dormir. Intenté acomodarme mejor sobre el chico que tenía a lado, acomodé mi cabeza sobre su pecho desnudo e intente conciliar el sueño de nuevo. Segundos después noté como su mano acariciaba despacito y con ternura mi pelo. Lo había despertado al haberme colocado sobre él.
-Siento haberte despertado amor-Dije pasando mi brazo por su cintura todavía acomodándome mejor de lo que ya estaba.
-Ya estaba despierto y si me despertarás así todas las mañanas no me importaría, de verdad que no Lou-Levanté mi rostro y lo besé-Aunque sí me despertarás así cada día aún mejor-Dijo riendo cuando nos separamos.
-Calla tonto-Dije volviendo a acomodarme sobre él. Era como si encajáramos en uno sólo, y era normal, después de llevar tanto tiempo de pareja nos conocíamos mejor el uno al otro que a uno mismo.
-Sabes, me acabas de recordar al día que nos conocimos. Fue uno de los más divertidos de mi vida, estabas muy gracioso-Comenzó a reírse y me puse rojo. No fue divertido ni nada por el estilo para mí. Me comporte con un idiota si mal no recuerdo.
*FLASHBACK*
Había salido de mi clase de filosofía y me dirigía camino a casa, para un día que no llevaba coche comenzó a diluviar como si le fuera el alma en ello. No tenía paraguas así que iba calado de la cabeza a los pies. Mis apuntes también se iban calando por lo que iba muy preocupado porque no se perdieran cuando no me di cuenta y pase un paso de cebra. Como consecuencia un todoterreno vino y paso por un charco lo que hizo que me mojara todavía más, y por poco me atropello. El chico del coche bajo corriendo y vino a disculparse. Pero yo iba tan enfadado que no atendía a razones.
-¡¿Pero que te pasa?! ¡¿No sabes mirar o qué?! ¿Eres tonto o qué?-Dije sucumbiendo a mi ira, tiré mis apuntes al suelo. Ya no había nada que hacer para rescatarlos y tenía examen en una semana. Necesitaba estudiarlos pronto y ese día ya no podría hacerlo, gracias a ese idiota despistado.
-Perdona, lo siento mucho, ¿quieres que te lleve a alguna parte? De verdad que no quería mojarte-Dijo siguiéndome cuando yo comencé a acelerar mi paso, quería alejarme de ese tonto-Chico, lo siento de verdad-Me grito mientras seguía siguiéndome.
-¡Déjame! ¡Déjame en paz! Mi día ya no puede ser peor-Comencé a correr huyendo de ese chico pero en medio de la calle me resbale con las hojas mojadas de los árboles y me caí. Eso le dio tiempo suficiente al chico para alcanzarme. Me tendió la mano y a regañadientes la acepte. Era un chico moreno, alto, con barba de dos días, figura bien marcada y unos ojos color chocolate preciosos. Me quede como un tonto empanado con tanta belleza.
-De verdad, lo siento. Se te cayó esto-Me enseño mis apuntes, o lo que quedaba de ellos. Me ruborice, no podía dejar que viera que me había quedado embobado mirándolo.
-Los tire, ya no se pueden rescatar, están demasiado mojados-El chico hizo una mueca y volvió a disculparse. Aunque pareciera majo, que no dudo que lo fuera, no quería nada con ese chico.
-Por favor déjame invitar a un café, es lo menos que puedo hacer-Dijo tomándome de la mano para que me detuviera. Se veía que realmente estaba arrepentido y la verdad es que yo estaba siendo un completo idiota con él. Pero seguía sin querer nada con él.
-No gracias, preferiría ir a casa y cambiarme-Dije señalando mis ropas todavía demasiado húmedas. Me comenzaban a dar mucho frío.
-Bueno yo enserio me siento mal, ¿qué te parece si mañana te invito al café? Y ahora podría llevarte a tu casa, no me importa-Dijo quitándose su cazadora y dejándomela, estaba calentita así que no se la negué. Comenzamos el camino hacia su coche, que al correr habíamos dejado atrás.