Sabiendo que ninguno de los dos se volvería a ver, sabiendo que la barrera de su "amor" era prohibido; Uno o ya mas bien conocido como Erick, quería saber la verdad de porqué toda la raza humana había quedado a manos de los Overlord, pero mas del padre del vampiro que estaba profundamente enamorado. Shell Overlord, por otro lado había perdido aquella cordura; aquella sensatez... había dejado de tomar sangre y su banco había comenzado a perder en cierta medida aquellos bienes que ayudaban a otros vampiros a poder sustentarse. Shell, desesperado por encontrar una solución a sus problemas, preocupado porque su padre supiera de todo aquello que pasaba... aun seguía pensando en su compañero de "juegos". Siempre que pudiera recordarle, lo hacía; con su cabeza al mil por hora y su corazón destrozado por la ausencia de aquel ser, sentía que su inmortalidad ya no existía y podría desaparecer en cualquier instante.
-Joven Overlord –se escucho por parte de uno de los banqueros-
-Solo deja el reporte y vete, lo checare lo más rápido que pueda y darte las correcciones.
-Si señor Overlord
Siempre era así, vista a su ventana, sintiendo su corazón partirse ante la simple idea que no volvería a ver a Uno en un largo tiempo; o tal vez nunca. Sus lagrimas ya eran frecuentes y siempre las ocultaba, caía al piso de tan solo recordar aquel día que se fue... fue como aquel día en que el padre de Uno había desaparecido, de la misma forma que lo hizo. Que acaso ese era su destino, quedarse solo... con un corazón destrozado, con la vista en alto de un ser que ya no tiene vida; ¿Es así como el viviría el resto de su vida? Era así como debía sufrir, es a eso lo que los humanos llamaban amor y ahora un vampiro el cual solo buscaba sangre para complacerse o a alguien para satisfacerse sexualmente, era la sombra de todo aquello.
Ante el terror de no volver a encontrarlo de nuevo, había mandado a ciertas personas a buscarles en aquel frio invierno que era ya presente. Ese dolor de perderlo, ese dolor de pensar que un día llegarían con su cuerpo congelado y que ya no se pudiera hacer nada; eran los horrores con los que su día tras día frecuentaba. A veces eran mucho peores, otra veces ni siquiera llegaba a pensar que regresarían con un cuerpo, muchas otras el soñaba que saldría a buscarle y al encontrarlo el fuera asesinado ante sus ojos; así de mala era su suerte que con aquellos pensamientos prefirió quedarse y sr le líder del banco, por mientras su padre regresaba y tomaba de nuevo el control.
Hojeando una y mil veces aquellos documentos, le hacían recordar cuando Uno se los entregaba y ambos a veces decidían hablar sobre lo que harían después o que es lo que quisiera que su "amo" Uno le castigara por tremenda actitud tan infantil que a veces tenia. Esa clase de pensamientos en raras ocasiones eran los que motivaban en poder sustentarse y no caer a un vacio cada vez más profundo.
Por otro lado, Uno había visualizado de nuevo aquella ciudad a la que con tanta fe amaba y añoraba antes de todo lo sucedido; aun mantenía un poco de esperanza hacia aquel vampiro que le había jurado renunciar a su sangre real y volverse prácticamente un humano. Shell Overlord se había convertido el vampiro de sus sueños hace ya no mucho tiempo, el era el único que podía sacarle de las casillas y ver a enamorarlo en tan solo dos minutos. Su mayor ilusión era que ambos estuvieran juntos de nuevo, olvidar todo esto; Uno pensaba en Shell cada vez que podía, cada vez que extrañaba sus caricias, cada vez que extrañaba aquel cuerpo que pedía ser dominado por sus manos. Así era como tanto le extrañaba, a veces solamente iba a visitarle y a vigilar que el otro llegara con bien a casa; viendo que el salía del banco, le seguía y trataba de ser lo más cuidadoso posible para que no le viera. Aquel rubio pelo y ojos esmeraldas, era lo que a veces extrañaba tanto ver; era lo que con tantas ganas deseaba ver pronto y aun no podría hacerlo. Ver que entraba a la casa, le hacia suspirar con tranquilidad para volver a esconderse entre las sombras y seguir con aquella misión que se había impuesto desde que se había enterado de todo lo que estaba pasando no solo en su vida, si no en las de los demás. Ambos se habían prometido tanto amor y ahora ni siquiera quedaba la sombra; Shell y Uno se extrañaban con fuerza mas en esa época de invierno, en donde Shell esperaba compartir su estadía junto al fuego y Uno esperaba poder llevar a Shell a los campos en donde había crecido para que en verdad degustara una comida normal como cualquier otra persona. Lamentablemente por el momento eso no ocurriría, la nieve había comenzado a caer trayendo a la mente del joven Overlord aquella escena cuando el padre de Uno le había dejado. En sus ojos se reflejaba una tristeza absoluta y simplemente se dispuso a alejarse de aquel cristal, ya no tenía un significado alguno con su vida. Una de las tantas sirvientas había dirigido al joven a su cuarto, en donde este se dispondría a descansar y olvidarse de todo aquello que había atormentado durante el día. Lo cual le era imposible en ese estado, se tomo de la cabeza y simplemente se dispuso a recostarse en aquella cama que había sido de incontables encuentros con Uno, poco a poco cerro los ojos sintiendo un profundo cansancio y desesperación por aquella situación.
-El día que te vuelva a ver, juro que ese día no te voy a soltar. Ni aunque me lo pides, maldita sea... justo en el momento que iba a declararme te has ido. Iba a dejar todo, mi riqueza y todo para estar contigo... por favor, regresa pronto Erick.
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One Last Time [[Blood Bank]]
FanfictionNadie mas que los vampiros saben que cuando hay una traición próxima, deben asesinarle o inclusive exiliarlo del grupo. Siendo Shell Overlord el futuro traidor, deberá sentar cabeza si en verdad valdrá la pena dejar todo por el humano que se robo el...